El Rayo Vallecano se impuso 2-1 al Athletic Club de Bilbao en el Estadio de Vallecas, con un doblete de Leo Batistao, en los que supuso la primera victoria del equipo franjirrojo en lo que va de temporada, por fín a la quinta fue la vencida.

El gran arranque del conjunto bilbaíno hizo retrasar las líneas a los de Paco Jémez y esperar su momento en el partido.

Los balones colgados buscaban claramente al goleador Aritz Aduriz, siendo una constante en los minutos iniciales del juego.

La calidad de Beñat se hacía notar muy de cerca de la portería defendida por Cristian, la primera clara ocasión a balón parado tras una falta rigurosa en la frontal, muy protestada por Baena y en la que fue amonestado Quini, condicionado a realizar un cambio tempranero en las ideas de Jémez por temor a la expulsión del defensa tras las embestidas de Muniain.

En la siguiente jugada y cercanos al ecuador de la primera mitad, Beñat, despidió a la pelota al primer toque, precisó hacia De Marcos, el lateral reconvertido por las circunstancias en extremo, tuvo tiempo de otear el futuro y predecir el gol. Aduriz no le contradijo.

Se estiraban tras el gol los vascos, pero despertó a un Rayo Vallecano llamado a las armas por su afición, y empezaron a llevar en volandas a su equipo empujandoles desde lo más adentro de sus entrañas.

Y a falta de 6 minutos para finalizar la primera mitad, el ariete brasileño encontró puerta. Leo Baptistao anotó para los franjirrojos tras un rechace de Iraizoz a disparo de Licá desde la banda.

Segunda parte

La posesión y el control del juego estaba repartida, aunque el Rayo Vallecano insistía en buscar el segundo tanto.

Los de Ernesto Valverde intentaban salir de las sacudidas de la afición Vallecana reconvertida en el terreno de juego. Y es que gran parte del éxito de este Rayo Vallecano es sostenido por la afición.

En una ocasión doble, primero fue Licá quien lo intentó con poco éxito y después Kakuta, se toparon con el portero Gorka Iraizoz.

Manucho tras haber salido desde el banquillo por Licá, también dispuso de su oportunidad con un fuerte cabezazo con más potencia que colocación que fue atrapado en el centro por Iraizoz.

Y cuando ya casi nos despedíamos con el empate semi pactado, apareció él, tras un centro chut de Kakuta desde la banda izquierda, en busca de Leo quien chocó de manera fortuita con Iraizoz, hizo que el balón se quedase muerto en el área pequeña y con más suerte que audacia el propio Leo Baptistao anotaría el 2-1 definitivo.