El técnico del Rayo habló sobre el futuro de la entidad, con o sin él: "Por mucho que nos duela, tarde o tempranos los caminos de clubes y jugadores o entrenadores cambian. Nadie sabe si nos van a echar, esto es vivir el día a día y disfrutarlo". Mientras esté en el club, queda claro que la franja roja será prioritaria para él: "Tenemos que aportar nuestro granito de arena para que el Rayito sea el Rayazo. Estamos luchando por conseguir un Rayo cada vez más grande". En definitiva, el entrenador asume que "las personas van y vienen y al final lo que queda es la entidad", a lo que, a título personal, añade: "Estoy encantado, se me respeta, se me quiere, y se me permite más de lo que debería".

El futuro más cercano

Por el momento, Paco Jémez es el timonel del equipo vallecano y debe guiar a los suyos este próximo domingo ante el Celta: "Los puntos son los mismos en casa que fuera". El técnico es optimista, gracias a que utilizan los parones "para trabajar intensamente". Esa pausa ha sido elegida para pulir errores: "Ha sido una semana muy buena para mejorar cosas, para alguna de las cuales necesitamos tiempo". El domingo se demostrará si las mejoras son suficientes, pero lo que parece seguro es el espectáculo: "Va a ser un partido bonito, muy importante, que nos puede dar tres puntos si somos conscientes de la importancia".

Tan bonito será como difícil, ante un conjunto que fue capaz de robar tres puntos del Camp Nou, datos que no pasan desapercibidos para Jémez: "El Celta está haciendo un buen inicio, tiene muy buen equipo y es una grata sorpresa. Se ha ido asentando en la categoría y parece que quiere optar a cosas más importantes". Mucha culpa de ello es de "un entrenador nuevo y jugadores que han explotado este año como Orellana, Larrivey o Nolito". Sin embargo, a pesar de que el Celta es "un rival a tener muy en cuenta", el canario no firma una tregua: "Sabemos lo que tenemos que hacer, no vamos a cambiar el planteamiento". No falta las típicas buenas palabras hacia el rival, en un mensaje directo a sus jugadores: "Hay que estar muy atentos y muy concentrados porque te exigen mucho, para poder competir con gente de nivel alto hay que ser muy serios".

Viejos conocidos y nuevas caras

Era obligada la mención a un antiguo alumno, Joaquín Larrivey, por parte de Jémez: "Hablé con él, pero de otras cosas. Nos hubiera gustado que se quedara aquí porque es una gran persona y un gran profesional". Recordó los tiempos en que el argentino de melena sudaba la zamarra vallecana: "Aquí conectó muy bien de inicio y no es fácil en un primer año". Inevitable la nostalgia al mirar desde la distancia un viejo amor, como demostraban las palabras del canario: "A todos nos gustaría tener un jugador como él y si no se quedó es porque no podíamos mantenerlo aquí, ya que tenemos nuestras limitaciones en ese aspecto. Por mucho que queramos, no podemos retener a ciertos jugadores, Larrivey tomó una decisión y la respeto por todo lo que nos dejó".

En cuanto a la irrupción de nuevas promesas, Paco Jémez se muestra satisfecho, como se deduce de sus palabras sobre Aki: "Pienso que tiene un porvenir fantástico, escasean los buenos jugadores y nosotros tenemos uno muy bueno y joven, pero hay que trabajar con él y no echar las campanas al vuelo". Además, con Aki como piedra de toque, el entrenador expresa su intención de dar oportunidades a la cantera: "Siempre que el número de jugadores lo permita, vamos a subir a jugadores del Juvenil". Por último, del lateral dice que "ha estado trabajando mucho y las sensaciones son muy buenas".

También es una buena noticia para el Rayo la mejoría de Jozabed en los últimos encuentros. Del mediocentro opina Jémez que tiene "un talento natural innato, muy parecido a Trashorras". Aprovecha a enviar un mensaje al capitán: "Roberto no se puede dormir, porque en esa posición el puesto es de ellos dos y Jozabed es el recambio ideal para no perder la forma, ni la manera, ni el ritmo".

Orgullo de un barrio obrero

El Rayo no es un club más. Es el paladín del fútbol antiguo, del de verdad, del de toda la vida, el de los domingos, el de los potreros, el de bota de vino y bocata de salchichón. Para dar fe de los ideales que defiende, el club vallecano va a emprender una serie de ayudas para Carmen, una mujer de 85 años que fue desahuciada el pasado viernes. Se extendió Jémez sobre esta situación: "Sé que como ese caso hay muchos, es lo peor que le puede pasar a una familia, perder su casa. Se trata además de una señora que llevaba cincuenta años viviendo en el barrio y que, por un gesto honrado como es el de avalar a un hijo, ha perdido su hogar. Es una situación para reflexionar y tenerla en cuenta. Nosotros no vamos a quedarnos parados, pensamos ayudar a Carmen, no solamente yo, sino el cuerpo técnico e incluso los jugadores, los primeros que dieron un paso al frente. Dentro de nuestras posibilidades, vamos a ayudar a esa señora para que pueda vivir dignamente y no se sienta desamparada. El club dará una rueda de prensa para comentar las iniciativas que vamos a tomar para ayudar a Carmen. Estoy muy orgulloso de poder echar una mano, aunque me gustaría ayudar a más gente. Esta situación nos atañe en particular, por ser una señora del barrio. Que no se preocupe ni ella ni la familia, porque vamos a hacer lo posible".