Los jugadores salieron arropados por la afición, que no paró de animar durante los 90 minutos.

El Celta comenzó dominando los primeros minutos de partido, pero sin demasiada precisón, ante un Rayo incómodo por la presión de los gallegos.

Un Larrivey desaparecido volvió a la que fue su casa la pasada campaña y, los cánticos de la afición demostraon el cariño que se le sigue teniendo en Vallecas.

El Rayo apenas lo intentó por la banda izquierda debido a que se topaba con Hugo Mallo, que fue uno de los mejores de su equipo.

Trashorras tras un disparo desde el interior del área tuvo la primera buena ocasión para los franjirrojos, pero Sergio terminó atrapando el balón.

En el minuto veinte Alberto Bueno, tras un buen centro de Kakuta, remató de cabeza haciendo el primer y único gol del encuentro.

Apenas unos minutos después del gol local, Nolito tuvo dos claras ocasiones para los gallegos, pero un espectacular Cristian logró dejar su portería a cero.

González González amonestó a Orellana por protestar una acción desde el banquillo.

Minutos antes del descanso, la afición vallecana sacó pancartas con quejas sobre los desahucios y en solidarización con Carmen, una octogenaria desahuciada por avalar un préstamo de su hijo.

Un Tito muy activo durante los 90 minutos no dejó apenas tocar el balón al reciente internacional Nolito.

Uno de los destacados del encuentro fue Kakuta. Comenzó bastante desapercibido por la banda izquierda donde se encontraba Hugo Mallo, pero cuando Jémez se percató, lo cambió a la derecha dejando al francés que deleitara a la afición con grandes jugadas.

La banda de Otto fue la más transcurrida. El joven vigués estuvo bastante sólo durante todo el encuentro y casi todas las jugadas rayistas llegaban por su lado.

Jémez y Berizzo estuvieron muy activos todo el partido, no dejaron de dar instrucciones ni un instante a sus jugadores.

La salida al campo de Manucho dio otro aire al partido. Los gallegos pendientes de sujetar a los delanteros franjirrojos dejaron de presionar tanto en ataque.

Final de un encuentro bastante igualado e impreciso. Los jugadores del Rayo se marcharon contentos del terrero de juego tras lograr su segunda victoria en casa y terminar con una racha de tres derrotas consecutivas. Mientras que, los gallegos se marcharon cabizbajos al dejar escapar los tres puntos y perder su primer partido fuera de casa.

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