Durante la mañana del martes en diversos bares de Vallecas, varias piezas de madera talladas como porteros, pintados de negro y situados en campos estáticos de futbolín han dejado caer una lágrima. Una lágrima porque el guardameta al que pretenden imitar, Wilfred Agbonavbare (Lagos, Nigeria, 1966), había perdido la batalla contra el cáncer, falleciendo esta mañana en el hospital Príncipe de Asturias en Alcalá de Henares, Madrid. 

El nigeriano llegó a Vallecas en 1990, con el equipo en Segunda División tras haber despuntado en varios equipos de su tierra natal e incluso probar suerte en el Brentford inglés, llegó a ser mundialista y ganar la Copa de África en 1994. Para entonces, ya había conseguido ascender con el Rayo Vallecano (1992), debutar en Primera División de la mano de José Antonio Camacho y se había convertido en titular en la portería madrileña por delante de Toni Jiménez. Tras 177 encuentros de rayista, se marchó un año al Écija donde colgó los guantes en 1997. Desde entonces, pocas buenas noticias tuvo el bueno de "Will".

El "Gato de Vallecas" tuvo que hacer frente al cáncer que sufrió su mujer y que, tras haberse gastado todos los ahorros en un intento de cura, acabó por llevársela. Ganándose la vida como entrenador de porteros de equipos amateur y como mozo de carga en aeropuertos y afincado en Madrid, Will, padre de tres hijos que no se han podido despedir de su padre al residir en Nigeria y no llegar a tiempo los visados, sufrió en su piel una nueva embestida de la enfermedad. Tras sufrir en los últimos tiempos de su vida, Wilfred ya descansa en paz.