Aclamado por la afición vallecana y con el balón del partido como recuerdo de su hazaña. No todos los días un jugador marca cuatro goles y menos en el Rayo Vallecano. Alberto Bueno ha hecho historia y se ha mostrado realmente feliz ante la gran cantidad de medios que le esperaban a la salida de vestuarios. El máximo goleador nacional valoró, con su humildad habitual, que estaba “muy contento por los cuatro goles” y en general por los tres puntos obtenidos por el equipo.

En sus valoraciones destacó que, a pesar de comenzar perdiendo, el equipo no se vino abajo y sentenció el choque con un tramo de primera parte simplemente brillante. Alberto reflejó que con ese primer gol consiguieron “espantar los fantasmas de partidos anteriores”, a pesar de que el Levante es un equipo muy rocoso y difícil de batir especialmente cuando se adelanta en el marcador. Tampoco dudó a la hora de calificar los quince minutos en los que anotó sus cuatro goles como mágicos. 

En este sentido, mostró su satisfacción por el buen momento que atraviesa el equipo, que ocupa una cómoda plaza en la clasificación liguera. También fue preguntado sobre su sustitución, que se produjo poco antes del ecuador de la segunda mitad, y al respecto respondió que no se marchó enfadado, pero que hoy estaba en esa dinámica que “todo lo que tocaba iba para dentro”, por lo que le gustaría haber jugado un poco más delante de su afición.

Por último, mostró el balón firmado por sus compañeros y explicó los comentarios que le habían firmado en él, y habló sobre una posible llamada de Vicente del Bosque para la próxima convocatoria de la selección española. Sobre esta idea citó que no cree que “por un partido llame a un jugador o no”, pero sin duda alguna sus doce goles y su gran campaña son una carta de presentación espectacular. Para acabar, confesó que observará la prensa de mañana para quedarse con algún recorte o alguna crónica sobre su hazaña. 

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