Un esquema muy atrevido presentó el técnico canario en la visita a Balaídos. Una defensa de tres y un centro del campo poblado de jugadores con el objetivo de tener la posesión y bloquear al rival. No le sirvió de mucho, el cuadro local salió con lo de siempre y fue muy superior a su rival durante prácticamente todo el encuentro. Un temprano gol de Manucho nada más arrancar el partido hizo intuir que el esquema que había propuesto su entrenador había funcionado. Tardó poco en reaccionar por medio de su delantera, Santi Mina y Larrivey. Ambos se repartieron desproporcionalmente los seis goles que anotó su equipo. Esta victoria permite al club celeste engancharse a los puestos de la lucha por la séptima plaza que actualmente ostenta el Málaga.

Solo duró cinco minutos

300 segundos de vida tuvo el club dirigido por Paco Jémez en el terreno de juego. Supieron aprovechar a la perfección la primera jugada del partido con un gran gol de cabeza de Manucho tras un precioso pase desde la izquierda de Embarba. Esto no ahuyentó al cuadro visitante, fueron a por más goles. En la jugada siguiente se volvió a repetir la jugada pasada pero con otros efectos. Antonio Amaya aprovechó un centre para rematar con mucha potencia y hacer que el arquero, Sergio Álvarez reaccione con una maravillosa parada. Se ponía de cara el partido a los madrileños, pero aún no eran conscientes de lo que se les venía encima.

Tras una gran jugada de Nolito dentro del área en la línea de fondo Larrivey aprovechó el pase del mismo para poner las tablas en el partido. En ese momento fue cuando el encuentro finalizó para el cuadro visitante. Este gol vino con una motivación para los celestes que la supieron aprovechar imponiendo su fútbol ante un equipo que también le gusta tener el balón y suele dominar la posesión.

Lección de fútbol

El cuadro madrileño venía de dar una lección de fútbol en la primera parte a un equipo que lucha por el título de Liga como es el Real Madrid. En esta ocasión los vallecanos probaron de su propia medicina. Tras el gol empezaron a generar cada vez más fútbol y con ello más ocasiones. La zaga rayista presentó muchos problemas al no poder defenderse bien con los continuos ataques por las bandas mientras que los madrileños presentaron una defensa de tres.

En el minuto 21 de encuentro llegaría el 2-1 tras un gran pase de Nolito. Este pase lo aprovecha el canterano Santi Mina para batir a Toño cruzando el esférico y haciendo imposible la parada del arquero. El joven delantero del cuadro del técnico Berrizo no sabía la gran noche histórica que iba a significar para él.

Las continuas llegadas del rival y la descolocación total que presentaban en el campo los visitantes provocó que el canario reestructurase el equipo por completo. Metió en el campo a los laterales habituales, Tito y Nacho y saco a un central, Abdoulaye Ba y a un jugador de arriba, Licá. Con esto el técnico esperaba una mejoría de su equipo que no se produció.

El Celta seguía llegando con peligro a la portería rival, buscando escaparse en el marcador. Lo consiguieron en el tramo final de la segunda mitad. Larrivey aprovechó un balón muerto en la línea de gol tras un disparo de Nolito para poner más tierra de por medio en el marcador. Era el segundo de la noche para el argentino que curiosamente se los hizo a su ex-equipo. Donde se dio a conocer y destacó tanto la pasada temporada.

Aún no estaba todo dicho en esta primera mitad. Tres minutos después de que Larrivey pusiera el tercero en el electrónico llegaría el cuarto. Krohn-Dheli queda completamente rota a la defensa rayista, le cede el balón a Santi Mina que estaba solo y este bate a Toño con una preciosa vaselina. Era el segundo de la noche de los cuatro que iba a anotar.

Imagen: Mundo Deportivo

El remate final

El encuentro llegó al descanso con una cómoda y merecida victoria del club gallego. Debían reaccionar los visitantes si querían buscar algo productivo en Balaídos pero no fue su mejor noche.

El inició de la segunda mitad parecía indicar que el conjunto rayista iba a salir a por todas ya que ya no tenían nada que perder con un resultado tan destacado en contra, por ello salieron con su estilo de juego. Esta suposición se quedó en eso, en un simple farol. Poco tardó en volver a hacer daño el cuadro local, llegando con mucho peligro al área de Toño.

Avisaba del quinto gol el Celta hasta que por fin llegó y encima cuando apenas había comenzado la segunda mitad. Santi Mina aprovechó un gran centro de Orellana para superar a Toño con un precioso cabezazo ajustado al palo derecho. Pero esto no acabó aquí, tan solo seis minutos después, Nolito puso un precioso pase entre líneas para que Santi Mina se plantara solo ante Toño, este lo aprovechó para irse de él y anotar el sexto y definitivo gol del partido, cuarto en su cuenta personal. Pocos jugadores con 19 años de edad consiguen anotar cuatro goles en un partido en la élite del fútbol español. Está claro que esta noche quedará marcada para el canterano celeste.

Tras el gol, el cuadro local no bajó los brazos y siguió buscando más goles pero tuvo poco acierto de cara a portería. El partido quedó sentenciado tras este gol y ambos equipos se respetaron, sabiendo que uno se iba a llevar tres puntos vitales y otro que el partido se le había escapado y no tenía mucha artillería para reaccionar tras el doble cambio que realizó cuando no se había cumplido la media hora.

Esta victoria coloca al Celta con 39 puntos, uno más que el Rayo, a siete puntos de la séptima plaza.

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Sobre el autor
Alberto Rodríguez
Editor de la Serie A en VAVEL España. Antes fui Coordinador General de Primera División y Editor del Real Madrid, FC Barcelona y Villarreal. Escribí sobre el Rayo Vallecano. Contacta conmigo en [email protected]