Victoria del Villarreal juvenil ante el Rayo Vallecano en un partido de Copa de Campeones muy igualado, donde ambos equipos mostraron miedo a perder. Todo hacía indicar, incluso desde antes del inicio, que el encuentro se iba a decidir por un detalle. La clave estuvo en el ímpetu de los groguets que, a pesar de tener fallos muy claros que pudieron ir minando sus esperanzas, siguió de pie y con paso firme para terminar eliminando al equipo de Diego Merino.

Se puede considerar a los rayistas dominadores del primer tiempo en lo que se refiere al juego, siendo el equipo que más intentaba hacerse con el tempo del partido e intentando llegar al área en la que esperaba Ximo Miralles. Eso sí, en lo que se refiere a ocasiones, las más claras fueron del juvenil del submarino amarillo.

La suerte se perdió

Después de un par de alternativas por equipo prácticamente sin peligro, llegaban las dos ocasiones más claras de la primera mitad. Shafa colgaba una falta desde banda izquierda que a punto está de rematar Poblete a gol, pero el portero acabó despejando. Justo después, una internada por banda izquierda del Villarreal acababa con un centro raso al área que en primera instancia descolocó a la defensa rayista y a Javi Ruiz, le cayó en el segundo palo a Cassano que, sin oposición y sin portero, envió la bola incomprensiblemente fuera.

Los últimos quince minutos antes del descanso fueron franjirrojos en defensa y en ataque, pero no se vio ninguna ocasión manifiesta de gol. Lo que sí se vio es una expulsión. Un exquisito árbitro le mostraba la amarilla a Pablo Clavería y se dirigió después al banquillo rayista para sacar de ahí al preparador físico Héctor Carrión. Fue una de las muchas muestras de desquicio del banquillo que comandaba Diego Merino.

Terrible segundo tiempo

Y no terrible por muy malo ni por muy bueno. Terrible por el terror que le cogieron ambos conjuntos a recibir un gol que les pusiera contra las cuerdas y cerca de la eliminación. Multitud de pérdidas y de robos con fortuna en todas las zonas del campo, disparos lejanos que acababan en nada, fútbol atropellado y nerviosismo era lo único que reinaba en Almuñécar. Hasta que despertó el Villarreal.

Otra vez entró el juvenil groguet por la banda izquierda, esta vez el pase lo despejó a medias Javi Ruiz y entero Nico Cañizares, pero el balón impactó en el pie de Mario, que no supo colocar el tobillo dirección portería y falló desde la mismísima frontal del área pequeña. Después de esta oportunidad, el Villarreal sería dueño del partido hasta que anotó el gol.

Tanto va el cántaro a la fuente...

Que se rompe hasta de rechace. Esta vez el Villarreal entró por la derecha. Un disparo de Chuca lo despejaba de nuevo el guardameta rayista, el balón volaba por su área y Simón metió la cabeza para mandarlo a puerta. En línea de gol esperaba el central Poblete, al que le faltaron 5 centímetros de altura para evitar el tanto del Villarreal, que subió al marcador y acabó resultando definitivo.

El Rayo lo intentó, sí, porque no le quedaba otra. Y el Villarreal se cerró atrás para sentenciar su pase a la final de la Copa de Campeones. La suerte que el rayismo encontró el pasado lunes contra el Málaga se la dejó en el vestuario en la tarde del miércoles. Ximo Miralles no pasó ni miedo en los últimos 15 minutos porque el equipo vallecano no logró inquietarle. Fueron los de Castellón los que estuvieron más cerca de marcar otro gol en el último segundo, pero entre Javi Ruiz y la defensa, la jugada de ataque acabó en nada.

Final. Eso pitó el colegiado y ahí estará el Villarreal el sábado a las 19:30 en el Francisco Bonet de Almuñécar. Para conseguir el título de esta Copa de Campeones en categoría juvenil, el equipo de Javi Calleja tendrá que superar a un Espanyol, que ha eliminado a todo un Real Madrid. El consuelo rayista reside en haber superado al propio juvenil blanco en la liga regular y en la esperanza de la Copa del Rey, en la que tendrá que doblegar en primera ronda al juvenil del Tenerife.

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Sobre el autor
Toni López
Periodismo en la URJC en Vicálvaro. Moviéndome por Radio Marca y Unión Rayo, antes por COPE, ABC Punto Radio y Radio 21. Amante del deporte en general, fútbol y fútbol sala en particular. Practicante cuando me dejan. Periodismo como vocación. Gracia cordobesa y orgullo madrileño.