Tanto la UD Las Palmas como el propio Rayo Vallecano llegaban a la cuarta jornada de liga necesitados de puntos. El cuadro local aún sigue sin conocer la victoria. Por su parte, la entidad dirigida por Paco Jémez, después de registrar un empate y dos derrotas consecutivas, finalmente pudo saborear los primeros tres puntos de la competición doméstica. 

Paco Herrera, apostó por una arriesgada defensa de tres. El audaz sistema defensivo tapizado por el estratega barcelonés no dio un buen resultado. Paco Jémez, que regresaba a la que fuera su casa durante la campaña 2010-2011, optó por introducir varios cambios en el once de inicio. El extremo portugués, Bebé, después de ver el partido frente al Deportivo de la Coruña desde la grada de Vallecas, volvía a la titularidad. Además, el rumano, Rat, tras su vuelta al club vallecano, gozó de los noventa minutos de juego. Nacho, natural de la banda izquierda, fue posicionado en el costado diestro y Toño, tras ser sancionado, retornó a la portería.

El inicio del partido auguraba mucha intensidad sobre el césped. El Rayo Vallecano no conseguía la posesión de balón, pero sí gozaba de las oportunidades más claras del encuentro. Al filo del ecuador del primer tiempo Jonathan Viera tuvo en sus botas una clara ocasión para inaugurar el luminoso, sin embargo, la desaprovechó enviando el esférico por arriba de la portería defendida por Toño.

Un gol que vale oro

El Rayo Vallecano en el mercado estival tenía la obligación de buscar un "nueve". Ni Manucho, ni Miku parecían dar pólvora anotadora. El 31 de agosto, justamente pasadas las seis de la tarde, el leonés Felipe Miñambres anunciaba de manera oficial la llegada de Javi Guerra y Pablo Hernández. 

El delantero centro debutó frente al Deportivo de la Coruña, no obstante, el malagueño no vio portería. Paco Jémez, conocedor del olfato goleador del ex-jugador del Málaga, volvió a apostar por él frente a la UD Las Palmas. Guerra y Bebé fueron los dos jugadores del Rayo Vallecano más decisivos en ataque. 

Antes de llegar al descanso, el flamante fichaje franjirrojo, Javi Guerra, iba a anotar el primer tanto del partido y segundo gol del Rayo en lo que llevamos de temporada. La sutil vaselina efectuada con la intención de batir a Raúl dio resultado y el Rayo salió ileso de la isla canaria. 

Futbolistas desaparecidos

En el mundo del fútbol nunca se sabe si un jugador con gran calidad va a estar acertado. Noventa minutos son muy largos, y en el caso de Jonathan Viera, Araujo y Adrián Embarba, lo fueron aún más. La efectividad de estos tres jugadores es ostentosa. Sin embargo, ni el canario, ni el argentino, ni siquiera el madrileño que venía de anotar un gol en su anterior encuentro, mostraron su mejor versión.

Jonathan Viera, que militó en el Rayo Vallecano años atrás, desperdició varias ocasiones claras de peligro. Su compañero de equipo Araujo, sí supo asistir a Viera, sin embargo, tampoco estuvo acertado de cara a portería. El extremo diestro, Adrián Embarba, echó una mano en las tareas defensivas, no obstante, la gran velocidad y el inverosímil regate que posee no aparecieron en la isla canaria.

Una tarea pendiente

Todos los equipos tanto de Paco Herrera como de Paco Jémez juegan bien al fútbol. En esta ocasión ni el uno, ni el otro pudieron presumir de haber dominado el cuero. Y, desde luego que lo intentaron, pero ya sea por la intensidad del partido, o bien por el mal estado en el que se encontraba el terreno de juego, nadie dominó el balón. 

El Rayo Vallecano, pese a registrar una buena entrega de pases, no pudo conseguir mayor posesión que su adversario. Ambas escuadras registraron un 50% de dominio.