Diego Llorente llegó este verano, procedente del Real Madrid, sin hacer mucho ruido, y sin embargo, le ha bastado un mes y medio de competición para convertirse en un pilar defensivo para los rayistas. Acompañado de Antonio Amaya o de Zé Castro, y durante unos minutos en Sevilla por Dorado, él siempre ha sido titular en los siete encuentros ligueros que lleva disputados el Rayo Vallecano. A sus 22 años afronta la que puede ser la temporada en la que explote definitivamente, como ya ocurrió otras temporadas con futbolistas de su perfil como, por ejemplo, Saúl Ñíguez.

Su experiencia, antes de recalar en el equipo vallecano, se limitaba principalmente a partidos en Segunda y Segunda División B, defendiendo la camiseta del Real Madrid Castilla, aunque cabe destacar que Llorente debutó con el primer equipo madridista en la temporada 2012-2013. Ese choque y otro la siguiente temporada eran su único bagaje en la máxima categoría del fútbol español, hasta esta temporada.

Paco Jémez, experto en exprimir y sacar lo mejor de la mayoría de los jugadores que pasan por sus manos cada temporada, puede cambiarle la vida al defensa. Tras siete jornadas, siete titularidades y la totalidad de los minutos disputados hacen que el central sea una de las sensaciones del cuadro franjirrojo. Esto si cabe tiene más mérito teniendo en cuenta quiénes son los otros tres hombres por los que pelea por entrar en el once: Zé Castro, Antonio Amaya y Chechu Dorado, todos ellos veteranos curtidos en mil batallas y con cientos de partidos a sus espaldas en la Primera División española. A pesar de partir con teórica desventaja respecto a los demás por su falta de experiencia, se ha hecho con un hueco en el once por méritos propios.

Otro de los datos que hablan a favor de Diego Llorente es su polivalencia. Durante sus años en la cantera del Real Madrid, ocupó el puesto de central, el puesto de lateral derecho y el puesto de lateral izquierdo, jugando en todos ellos con la naturalidad del que lleva toda la vida desempeñándose en esa parcela del campo. Por si esto fuera poco, durante el amistoso que disputó el Rayo Vallecano contra el Real Oviedo en pretemporada, el defensa jugó desde el inicio de centrocampista, sorprendiendo a todos y jugando un partido muy notable, siendo uno de los mejores futbolistas del partido.

Además, sus 86 recuperaciones de balón en lo que llevamos de campeonato le hacen liderar este ranking de la Liga BBVA, por delante de estrellas mundiales consolidadas como Diego Godín, Javier Mascherano o Sergio Ramos. Las estadísticas reflejan lo bien que se ha adaptado el joven futbolista al ofensivo esquema que dispone Paco Jémez, en el que los defensas y el portero están muy expuestos ante los ataques de los rivales debido al juego de toque que practica el cuadro franjirrojo. Con solo dos tarjetas amarillas en esta Liga, Llorente no es un central duro, sino que es un jugador que se anticipa a lo que va a hacer el rival, siendo también muy valiente a la hora de sacar el balón jugado desde atrás.

En definitiva, y más aún con la sanción de Antonio Amaya, Diego Llorente seguirá sumando minutos y experiencia en Primera División. Con un futuro brillante y una madurez impropia de su edad, el zaguero apunta a ser uno de los jugadores a tener en cuenta de aquí a dos o tres años, dando la razón a un Felipe Miñambres que llevaba años suspirando por traer al canterano madridista. Con una Liga BBVA recién empezada, quedan 31 jornadas para que Vallecas siga disfrutando de Diego Llorente, el veterano con cara de niño.