Nicolás Ladislao Fedor, (Caracas, Venezuela, 1985), conocido como Miku, llegó al Rayo en el pasado mercado de invierno por tres temporadas, con la intención de reforzar la delantera de un equipo que, por entonces, arrastraba una racha importante de derrotas en casa. Pocos esperaban al venezolano; y muchos tenían serias dudas sobre que fuera el fichaje deseado por Paco Jémez para acompañar en el ataque a Alberto Bueno, Manucho y Leo Baptistao. Sí, definitivamente, muchos opinaban que Felipe Miñambres no había acertado en traer a un jugador procedente de la liga catarí; con un bajo estado de forma para ser un refuerzo inmediato y que en su última temporada en España, concretamente en el Getafe, había jugado solo cinco partidos. 

Los medios de comunicación pidieron enseguida a Jémez su opinión sobre la llegada del internacional con la Vinotinto. El técnico rayista fue tan claro como siempre: “No han contado conmigo para el fichaje de Miku”, declaró el canario. En aquellos momentos, la relación del entrenador con el club no estaba pasando por su mejor momento: se especulaba mucho sobre su renovación y las negociaciones entre las partes estaban en punto muerto. Mientras tanto, el jugador se lo tomaba con filosofía y declaraba ser consciente de que había llegado el último y tendría que trabajar mucho. La razón de peso que tenía Miku para llegar al Rayo era la de jugar en una liga más competitiva, ya que la Copa América de Chile estaba a la vuelta de la esquina y deseaba llevar a Venezuela a lo más alto. En la anterior edición de esta competición, la Vinotinto fue la cuarta clasificada. 

Miku jugó su primer partido con la franja el 26 de marzo de 2015, ante el Real Ávila; un amistoso en el que dejó buenas sensaciones y se estrenó como goleador. El debut oficial llegaría días más tarde, el 8 de abril, ante un rival de altos vuelos: el Real Madrid. El delantero no tuvo mucho protagonismo, ya que salió avanzada la segunda mitad, cuando los blancos ya tenían el control del choque. A partir de entonces, el siete del Rayo jugó hasta final de campeonato, lo que se traduce en siete partidos; siendo titular dos de ellos, y dos goles; a Almería y Getafe. La afición vallecana terminó de convencerse y se fue de vacaciones con una idea: había nueve para la siguiente campaña.

Un mal inicio de temporada

La temporada 2015/16 dio el pistoletazo de salida y Miku tenía muy claro que debía ser su año. En la entrevista que concedió a VAVEL.com, declaró que su rol "este año es totalmente distinto", algo que parecía una premonición. Formó parte del once titular que se enfrentó al Valencia. La Copa América no fue bien para su selección, que quedó última de su grupo, jugando el delantero dos partidos y marcando un tanto. La misión que Paco Jémez le encomendó no fue nada fácil: la mediapunta. En otras palabras, el hombre que ocuparía la posición de Alberto Bueno, segundo goleador nacional y el mayor goleador en la historia del club vallecano en Primera. Una posición vital para el funcionamiento del esquema jemecista. El caraqueño se sintió perdido durante el encuentro y no actuó como se esperaba de él, no llegando a completarlo y siendo uno de los protagonistas del postpartido. A pesar de ello, su entrenador lo defendió: “Más allá del acierto, que no ha tenido todo el que debiera, Miku es un jugador que tiene que ir a más y tiene que culminar las jugadas del equipo. Él no se pone nervioso, sabe que esto va por rachas, y lo importante es tener las oportunidades”.

Que el míster le dedicara estas palabras en sala de prensa no quiso decir que los errores se pasaran por alto. Miku jugó los últimos diez minutos del partido de Balaídos y a partir de entonces la cosa no mejoró: comenzaron las ausencias de antaño. El venezolano no entró en la convocatoria ante Deportivo, Las Palmas, Sporting y Betis, lo que hace que tras siete jornadas, solo haya jugado dos encuentros, ninguno 90 minutos. En cambio, sí viajó a Sevilla para el partido en el Pizjuán, pero las declaraciones de Jémez en la previa dejaron entrever que no era por méritos propios: “Hace falta debido a la situación”. Razón no le faltaba: Ebert estaba sancionado y Pablo Hernández lesionado para un mes. Parecía que la papeleta de la mediapunta ya tenía dueño, pero el delantero no jugó un solo minuto y sería otro el protagonista del encuentro: Jozabed Sánchez.

A día de hoy, Paco Jémez continúa sin encajar la pieza clave de este puzzle, la mediapunta, tendrá que esperar a que Luis Fariña esté listo para competir. Mientras tanto, Miku parece no darle la suficiente confianza y continúa cayéndose de la lista. Para colmo, su selección no le ha convocado durante este parón. Solo se pueden sacar teorías acerca de la situación del venezolano: se podría decir que en la demarcación más adelantada, donde acostumbra a jugar, Manucho y Javi Guerra le ganan la partida. El angoleño es el diferente, en palabras del míster. “Desconcierta a los rivales”, aunque no marque. Por otro lado, el malagueño es el de los números y las grandes ocasiones. Ha visto portería en tres partidos seguidos y ante el Betis casi suma uno más. Esto hace que “El Caso Miku” permanezca en un secreto de sumario que podría resolverse, tal vez, en el momento en el que alguno de sus compañeros falle; pues tiene contrato hasta 2017, y teniendo en cuenta las posibles lesiones y sanciones, sería mucho decir que la sangre pueda llegar al río.