Paco Jémez no se mostró satisfecho con el juego desplegado por su equipo durante la primera parte, donde los azulones, que partían con la ventaja de ser locales, amenazaron en varias ocasiones la portería de Juan Carlos, quien por primera vez era el meta titular debido a las lesiones de sus compañeros, Toño y Cobeño.

“Ha sido un partido en el que no sé a qué me sabe el punto conseguido, hemos desperdiciado la primera parte siendo un equipo como los que no me gustan a mí, vulgar, sin ambición. El partido ha entrado en una dinámica fea para los dos equipos y no hemos sido capaces de sacarlo de esa dinámica y, sin embargo, en la segunda parte y sobre todo a raíz del gol, ha sido cuando hemos empezado a jugar mejor, nos hemos ido a por el partido y hemos creado las ocasiones más claras”, afirmaba contundente el míster de la entidad vallecana.

El enfado de Jémez con sus jugadores fue tal que sustituyó al delantero portugués, Bebé, en el minuto 37 de la primera parte porque, aseguraba, que “no le vio con la capacidad de hacer lo que él realmente puede hacer”. En su lugar entró Ebert para intentar “cambiar la dinámica en la que había entrado el partido y, siendo un jugador más dinámico que puede jugar por dentro, conseguir algo distinto”.

El gol en propia meta de Jozabed en el minuto 57 de partido hizo que la balanza se inclinara a favor de los de Fran Escribá. Fue entonces, cuando el marcador se puso en contra de los franjirrojos, cuando el Rayo Vallecano reaccionó y empezó a apretar a Guaita, el meta rival: “Hay que mentalizarse que no podemos tirar por la borda un partido y no podemos dejar pasar cuarenta y cinco minutos, aunque no pase nada con el marcador. Hay partidos en lo que, no sé por qué, entramos en esa dinámica. Me quedo con el esfuerzo y el juego de la segunda parte, aunque hoy ha sido un día de muchas imprecisiones y nosotros somos un equipo que cuando no tenemos el día acertado, se nos nota más”.

Apenas 15 minutos después (en el minuto 72), de nuevo Jozabed, pero esta vez sí en la portería correcta, aprovechó un rechace de un penalti que fallaba su compañero Trashorras, consiguiendo igualar el marcador con el que se cerraría el encuentro. El empate a uno sirvió a los de Jémez para sumar un punto a domicilio tras un partido “impreciso” y “con más errores que aciertos”.

“Somos un equipo que necesitamos el balón, que queremos jugarlo y el día que estamos más espesos se nos nota más. Es cuestión de trabajar y seguir mejorando esa faceta, porque cuando estamos con el día fácil somos capaces de combinar bien y llegar bien para crear ocasiones”, aseguraba el técnico.

Por último, Paco Jémez hizo referencia al cambio de sistema adoptado por su equipo en la segunda parte tras el gol recibido, cambiando la tradicional defensa de cuatro por una zaga de tres: “Cuando pongo línea de tres, lo único que espero es que mi equipo marque y eso es lo que ha pasado. Sé que cuando jugamos así exponemos mucho, pero también es verdad que han sido nuestros mejores momentos en el partido. No valoras si el contrario te va a hacer daño o no y piensas qué más da 1-0 o 2-0”.