Primeros puntos que se esfuman de Vallecas en el largo camino que le espera al Rayo para volver a La Liga. Un mal partido de ambos equipos, debido a la falta de rodaje y el excesivo calor madrileño, supuso un empate sin goles que dejó con la cara contrariada a una afición que lo dio todo por los suyos y que ven como su equipo se aleja de los puestos altos de la tabla tras dos jornadas.

Comenzó el partido animado el Rayo, córner y un tiro de Lass que levantaba a todo Vallecas, que tenía ganas de volver a divertirse de lo lindo. Con el paso de los minutos el equipo pucelano se iba sintiendo más cómodo, y a punto estuvo de hacer el primero Joan Jordán tras un despeje de Nacho más impreciso que el penalti de Zaza.

El partido se hacía muy lento debido a que el árbitro catalán no pasó ni una desde el primer instante. Al mínimo choque, falta. Igual que Webb en Sudáfrica, vaya. El caso es que era el equipo castellano leonés el que se hacía con el control del partido poco a poco, pero sin tener una ocasión que quitara el hipo a los de Sandoval.

A la media hora volvía a animarse el Rayo por medio de Lass de nuevo, y era Trashorras –quién sino- el encargado del balón parado y de animar a los suyos. Sin éxito, en un partido de mucho respeto entre dos históricos del fútbol español.  Un partido en el que Toño y Becerra fueron dos aficionados más durante la primera parte. Iban Salvador metió el miedo en el cuerpo a los locales tras una rápida contra de los vallisoletanos en la última jugada antes del descanso.

Se incendiaba Vallecas pasados los diez minutos de la segunda parte, cuando Nacho se caía dentro del área tras un empujón de Joan y Medie Jiménez no solo no señaló el punto fatídico sino que amonestó al rayista. De los pitos se pasó rápidamente a los cánticos hacia Toño, que regresaba a la portería tras su larga lesión y sacó una fantástica mano a Rafa; el jugador que más peligro trajo de los de Paco Herrera.

Pudo adelantarse el Rayo con un precioso cabezazo a bocajarro de Ebert, que sacó brillantemente Becerra. Y esa fue la única ocasión que gozó el Rayo Vallecano, con un Javi Guerra bastante aislado. El centro de campo y la delantera estaban más separados que Gran Bretaña de Europa. Seguían pasando los minutos, y Trashorras veía la segunda amarilla del encuentro tras una fuerte falta por detrás a Balbi, que se había convertido en Jordi Alba durante un instante. Mientras tanto, Sandoval agotaba sus cambios. Salió al ataque, obligado a evitar otro tropiezo; con Manucho, Comesaña y Álex Moreno.

El partido se consumía poco a poco, y Herrera continuaba el carrusel de relevos con la entrada de Míchel, Álex Pérez y Zambrano. Todo Vallecas, liderada desde el fondo por los incombustibles Bukaneros, no paró de jalear a los suyos, pero era insuficiente para introducir el balón en la portería de Becerra. El central visitante Álex López se ganaba una merecida amarilla tras querer jugar al balonmano cortando una rápida salida del Rayo. En ese momento el Valladolid estaba completamente encerrado, resistiendo como podía las acometidas de un Rayo que fue bastante superior en la segunda mitad. A pesar de ello, al Pucela le dio tiempo a generar una peligrosa falta lateral que desvió a saque de esquina un Toño la mar que fiable.

Así murió el partido en el sur madrileño, con el Rayo sin despegar en la categoría de plata -un punto conseguido- y descolgándose de los puestos de arriba. El Valladolid se queda con cuatro puntos de seis posibles tras vencer en la primera jornada al Oviedo. Ahora los de Sandoval deberán preparar el doble duelo que tendrán con el Almería en el Estadio de los Juegos Mediterráneos el sábado que viene, de Segunda División; y cuatro días después, de Copa del Rey.
 

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Sobre el autor
Carlos Nieto García
Chico madrileño nacido en 1997. Periodismo en la Carlos III de Madrid. Amante del (buen) fútbol así como del resto (todos) de deportes. También tengo un blog: https://tuonce.wordpress.com/