El Rayo Vallecano logró espantar ligeramente los fantasmas al vencer al Alcorcón en el Trofeo Puchero (0-1), el trofeo del club alfarero para despedir la pretemporada. El partido, más allá de ser la fiesta del fútbol alcorconero, debía servir al Rayo para recuperar las sensaciones sentidas durante la pretemporada, que parecían haberse esfumado tras la derrota en Elche y el empate ante el Valladolid en Vallecas.

Salió Sandoval con un once para probar diferentes cosas y experimentar de cara a los dos próximos compromisos ante el Almería en el Estadio Juegos del Mediterráneo, tanto de LaLiga2 como de Copa del Rey. Con Gazzaniga en portería, Sandoval demostró que quiere darle oportunidades tanto al argentino como a Toño. La novedad en la defensa fue la presencia de Pablo Clavería, el canterano, en la posición de central. La otra novedad del once fue la presencia de Zuculini, tras apenas un par de entrenamientos, junto a Santi Comesaña. Galán, Dorado, Akieme, Mojica, Aguirre, Joni y Manucho completaron el once.

Con este equipo compuesto por titulares, jugadores jóvenes y otros con ganas de reivindicarse, salió el Rayo a jugarle de tú a tú al Alcorcón, que también contaba con jugadores menos habituales como el portero Dani Jiménez. Los primeros minutos transcurrían con dominio rayista pero sin crear ocasiones. Solo Mojica y sus habituales centros bombeados desde el lateral junto a sus cabalgadas lograban inquietar tímidamente a la afición local. El Alcorcón fue de menos a más, ensamblando las piezas y merodeando el área de Gazzaniga, aunque sin poder romper la igualdad.

Tras el descanso, comenzaría el carrusel de cambios por parte de Sandoval. El míster dio entrada a Kike y Embarba por Joni y Mojica. El Alcorcón sacó un once completamente distinto en los segundos 45 minutos. Sería precisamente Adrián Embarba quien lograría desequilibrar el marcador. No fue a la primera, ya que el gran disparo de falta directa del canterano lo salvó el portero local. A la segunda, sin embargo, no perdonó. El Alcorcón salía jugando desde atrás, pero Embarba, recordando al jugador incisivo y explosivo que deslumbró hace dos cursos, cabalgó hacia la frontal del área y marcó el tanto que, a la postre, significaría la victoria.

El Alcorcón espabiló, contagiado y espoleado por el espíritu de su gente, para tratar de salvar el honor en su propio torneo. La tuvo primero Luis Fernández, que hizo lucirse a Gazzaniga, y después Manuel Sánchez, cuyo disparo pasó cerca del poste de la portería del argentino. En el Rayo entraron Álex Moreno, Quini y Javi Guerra, pero el que pudo poner tierra de por medio, y a punto estuvo, fue nuevamente Adrián Embarba. El extremo estrelló en el larguero el que habría significado el 0-2.

Con esta victoria, el Rayo se lleva de Alcorcón la 41ª edición del Trofeo Puchero. Sin embargo, lo realmente importante son las sensaciones desplegadas sobre el césped de Santo Domingo. Sandoval ha podido comprobar que este grupo tiene fútbol para sobreponerse al mal momento que vive, así como fondo de armario para empezar la remontada hacia el ascenso en LaLiga2 y pelear por llegar lejos en la Copa del Rey. Esos serán los objetivos en los próximos días.

Como nota curiosa de la jornada, el Rayo anunció durante el partido en su Twitter la contratación de otro futbolista como cedido. Se trata de Franco Cristaldo, centrocampista de 20 años que llega de Argentina, procedente de Boca Juniors. El futbolista ya conoce la Liga 1|2|3, ya que la pasada campaña ya estuvo desde enero cedido en el Elche, donde disputó dieciocho partidos y anotó un gol. Su cláusula en River es de ocho millones. El Rayo, por tanto refuerza un centro del campo competitivo con Trashorras, Baena, Comesaña, Clavería, Cristaldo y Zuculini.