Pagar 150 millones de euros por uno de los mejores futbolistas del planeta no es un sacrilegio si observamos con detenimiento el comportamiento del mercado. Los precios de los futbolistas, especialmente las estrellas, se han incrementado de manera exponencial durante las tres últimas temporadas. Los motivos, difíciles de concretar e imposible de cuantificar. Los ricos son más ricos y los pobres, más pobres. Y a los que estaban encuadrados en la clase media se les ha aparecido un ángel de la guarda vestido con turbante. 

El Real Madrid, según la prestigiosa revista Forbes, continúa siendo la institución deportiva mejor valorada, económicamente hablando, del mundo. Ello le permite contar con un presupuesto al alcance de muy pocos clubes, ya remitiéndonos al fútbol. Pero, ¿es necesario gastarlo así porque sí? 
 
Probablemente, y a juicio de la mayoría de analistas deportivos, el Real Madrid está firmando su mejor verano en cuanto a ingresos/ventas-gastos/fichajes se refiere. Tanto es así que, pese a que falta un mes para que se cierre el mercado, el club presidido por Florentino Pérez ya cuenta con una cifra TOP derivada del dinero percibido por los traspasos, solamente superada por los ingresos de 2008 y 2009. 
 
 
Por su naturaleza, el Real Madrid es un club que necesita gastar y fichar a una estrella (o estrellas) cada verano. La opción de ahorrar cierto dinero no se contempla en la Castellana. No tiene sentido. No es un club ahorrador, es un club comprador. 
 
IVEC: ingresos por ventas, españolización y cantera Los cerca de 70 millones ingresados hasta el momento tienen un único objetivo: la contratación de Gareth Bale. El presidente del Tottenham, Daniel Levy -un hueso duro en las negociaciones-, tasa al galés en 150 millones de euros, aproximadamente. Florentino Pérez era consciente desde un principio, de ahí los esfuerzos en embolsarse un buen dinero por Callejón, Albiol e Higuaín. 
 
Porque, seamos serios, si Higuaín vistiese la camiseta de otro equipo que no fuera el Real Madrid, al club blanco se le exigiría una cantidad similar a lo entregado por el Nápoles para su fichaje. Ese es el detalle que ha transformado la mentalidad de Florentino Pérez, hasta este año muy dócil en las negociaciones por traspasos. 
 
 
Un factor también ha resultado (o está resultando) determinante en los esfuerzos de Pérez por vestir de blanco a Bale: la cantera. Normalmente, el mandatario blanco, ante la venta de jugadores, hubiera reaccionado con la compra de otros futbolistas. Este verano la política ha cambiado. Traspaso de Albiol, renovación de Nacho; posible venta de Coentrao, oportunidades para Cheryshev; traspaso de Callejón e Higuaín, apuesta por Jesé y Morata. No es casualidad. 
 
Florentino Pérez sigue unos pasos muy concretos para que el fichaje de Bale, pese a la cantidad que pueda desembolsar, sea bienvenido (y bien visto) a los ojos del fútbol: buenas ventas, españolización y cantera. Sólo falta renovar a Cristiano para completar el verano perfecto. Porque, sea como sea, Bale vendrá. Y no será un capricho: será el resultado de una cadena bien montada y planteada por el mandatario blanco y sus secuaces. 
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Sobre el autor
Pablo Miranda
Periodista con Master en Periodismo Deportivo. Trabajé en Radio Nacional. Me gusta el deporte en general, conocerlo, meterme en sus tripas para poder analizarlo de una forma más acertada. La objetividad, como la perfección, no existe, pero los periodistas debemos aproximarnos a ella, acariciarla. Sólo así nuestro trabajo tendrá sentido.