El Real Madrid, con más resultado que fútbol también sumó su segunda victoria en Liga como ya hicieran ayer el FC Barcelona y el Atlético, sus principales rivales de cara al título liguero. Esta vez le tocó claudicar al Granada, que pese a que dio la cara en gran parte del partido, no dio la sensación de poder llevarse los tres puntos durante la mayoría del choque y sólo en los compases finales apretó a Diego López.

Carlo Ancelotti volvió a repetir portero y Diego López fue el titular pese a que todos los rumores apuntaban a que sería Casillas quien luciera de inicio sobre el verde de Los Cármenes. Arbeloa también recuperó la titularidad a costa de Carvajal, que no brilló en exceso en su debut ante el Betis. Con las bajas de Illarramendi, Xabi y Khedira en la zona ancha, Carletto arriesgó dando la batuta a Modric, secundado en los interiores por Di Maria e Isco. Arriba, Cristiano y Özil acompañando al siempre apático Benzema. Lo de Karim puede ser preocupante, parece aturdido, perdido sobre el césped y sin prestar atención a lo que acontece sobre el mismo. Sin embargo, como ya ocurriera ante el conjunto verdiblanco, volvió abrir la lata en una jugada en la que la fortuna se alió con el cuadro visitante.

Los locales quisieron tener el balón pero el problema lo tenían sin él. No conseguían robar y a este Madrid no le quema el cuero en su poder, no es el equipo que se refugiaba en una defensa férrea y una rápida contra. Este equipo tiene criterio y calidad para mover al rival con el balón siempre en su poder y esa variante elevan las ya de por si excesivas posibilidades de victoria del equipo blanco.

Benzema goleó pronto

El Madrid, al comienzo del choque, quiso imprimir un ritmo potente, con combinaciones rápidas y que buscaban los desmarques entre líneas de los arietes blancos dentro del área local. Di María, en este nuevo rol de interior con campo y libertad para moverse, se encontraba más cómodo que en antaño, en especial que en el último año en el que su nivel bajó considerablemente. El argentino fue el mejor y su inspiración la aprovechó el conjunto de Chamartín para adelantarse rápido, sin apenas esfuerzo, en el marcador.

Un pase en profundidad hacia Cristiano Ronaldo se convirtió en el gol de Benzema. El pésimo control del portugués, que no se encontraba en fuera de juego, habilitó al '9' blanco para que en semifalló batiera a Roberto por bajo. El gol del francés hizo justicia a lo visto en los primeros compases del choque ya que el propio Karim había perdonado un mano a mano ante Roberto en la primera acción.

Tras el tanto visitante, el Granada se estiró en ataque y juntó más las líneas en defensa lo que impedía la triangulación en zona atacante del equipo de Carletto. Esas variaciones y el marcador a favor hicieron bajar el ritmo a los blancos y los locales estuvieron cerca de la igualada en un mano a mano de El Arabi que salvó Diego López. Con el paso de los minutos el partido aflojó y el Madrid no lo acabó de matar y así se llegó al descanso de un partido que, por el ritmo, parecía propio de pretemporada.

Un segundo acto con más polémica que fútbol

El fútbol durante la segunda parte brilló por su ausencia y Estrada Fernández, colegiado catalán que arbitraba el choque, se convirtió en protagonista del mismo por una serie de jugadas polémicas. Ronaldo, apático en este inicio de temporada, siguió sin ser ese protagonista que decide partidos con sus jugadas y goles y el Madrid se hizo un equipo demasiado largo como para no sufrir.

Los de Lucas Alcaraz poco a poco fueron entrando en el partido a base de entrega y coraje. La falta de ideas de ambos equipos hacían prever que el choque se decidiría en alguna acción puntual, en alguna contra o jugada a balón parado, nada elaborado. El equipo blanco en la recta final sufrió lo indecible para no perder los tres puntos y Pepe en el descuento salvó los muebles a un equipo que le falta rodaje y mayor aguante en partidos de tensión. Modric suspendió en el apartado físico en su nueva función de pivote y tuvo que salir Casemiro a dar mayor consistencia al centro del campo. Sin embargo, al brasileño se le vio perdido y pudo cometer un penalti en el minuto 85 que el colegiado no señaló.

Así, el Madrid ganó pero siguió sin convencer a su afición ante un Granada que se lo creyó tarde y que quizá le faltó algo de tiempo para empatar un partido que en su marcador refleja la igualdad en la que se disputó.