Dícese de un Comandante, de "aquel militar que ejerce el mando en ocasiones determinadas". Por debajo de un Teniente Coronel. y justo por encima de un Capitán, aunque suene con contundencia, en el argot militar, no es el cargo más destacado. Pero sin embargo, si ejerce esa influencia decisiva en los momentos que es necesario, y por eso, destacar su figura es clave. Rescatándolo para incluirlo en clave deportiva, salvando todas las barreras evidentes, un ejecutor, el elemento resolutivo, no sería el más adecuado para desempeñar ese cargo.

Y es que hace unas semanas, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, sorprendía al mundo del fútbol a través de unas imágenes suyas durante una charla en Oxford, en la que menospreciaba a Cristiano Ronaldo en su comparativa con Leo Messi. El máximo mandatario del organismo más importante del deporte rey, tildaba al luso de 'Comandante', imitando con gesto burlón lo que debería ser un paso militar, en referencia algo despectiva hacia la figura del futbolista blanco. La afrenta fue rápidamente puesta en conocimiento, por parte de Florentino, a las oficinas de la FIFA, pidiendo la pertinente rectificación. Pero el luso se tomó la venganza, metafóricamente, por su cuenta, y celebró con un saludo militar el primero de sus goles logrados desde entonces.

Rápidamente, el apodo de 'Comandante' se le atribuyó, y corrieron ríos de tinta al respecto. Nada nuevo, pero algo desacertado. Y es que para el crack portugués, como su propio técnico reconocía en su última rueda de prensa, se agotan los calificativos, pero de buscarlos en el ámbito militar, sería apropiado hacerlo en un rango más elevado. Quizás Teniente General, quizás Coronel, su impacto en los resultados que ha cosechado - y que cosechará - el Real Madrid ha sido máximo. Pero igual que él influye en el devenir de un encuentro a base de perforar el arco rival, otros, lo hacen desde la parcela de rigor.

Como si del mejor estratega militar se tratara, el regreso de Xabi Alonso al centro del campo madridista ha sido toda una bendición para la parroquia blanca, en especial, para Carlo Ancelotti, que mima al tolosarra restándole minutos de desgaste una vez que los partidos están solventados. Para irle introduciendo poco a poco en la dinámica de trabajo, el italiano ha querido darle tiempo de coger el ritmo, siendo recompensado con una clara mejoría en el aspecto táctico.

Durante las jornadas previas a su reaparición, y a pesar del gran trabajo que hombres como Illarramendi, Khedira o el propio Modric habían realizado hasta el momento, la luz del tolosarra brilla más fuerte que ninguna, y hace que las demás resulten aún mas vistosas. Su incidencia sobre el encuentro es máxima, si bien, su trabajo no destaca tanto en el aspecto estadístico como si en el cómputo global del partido. Cuando Xabi está sobre el campo, la medular merengue se encuentra más segura, mejor colocada y más guarnecida de las acometidas rivales.

Muchos años de experiencia y rendimiento, los últimos cuatro al servicio madridista, han dotado al ex jugador de Real Sociedad y Liverpool de una capacidad de mando y liderazgo que sólo él puede ostentar. Es el que toma las decisiones, el que hace mejores a sus compañeros y siempre está ahí por si alguno pierde el sitio. Es el Comandante del centro del campo, y es pieza clave para los sistemas de cualquier técnico, más si cabe en los del italiano, que parece haber encontrado por fin, su Belerofonte de Tolosa para combatir a la Quimera de los goles en contra.