La clasificación virtual del Real Madrid para los octavos como primero del grupo B de la Uefa Champions League, deja toda la emoción de las dos últimas jornadas a la segunda plaza, donde Galatasaray y Juventus se disputan el pase a los octavos de final. Los turcos suman cuatro puntos por los tres de los italianos, por lo que el duelo entre ambos de la última jornada será vital. Aún así, el duelo del Galatasaray en el estadio Santiago Bernabéu es importante para los Sneijder, Drogba y compañía ante la presumible victoria italiana ante el Copenhague.

Un Galatasaray que no se parece en nada al equipo que acabó goleado ante el Real Madrid en el duelo de ida. Terim ya no es el entrenador, cogiendo el testigo el italiano Roberto Mancini, ex del Manchester City. El técnico ha cambiado el dibujo del equipo, trabaja constantemente el aspecto táctico e insiste en la parte defensiva, gran deficit turco en los primeros meses de competición.  

Sin Muslera y Sneijder renqueante

Uno de los déficits más importantes del Galatasaray en esta temporada con Terim al frente era la debilidad defensiva del equipo turco. El sistema 1-4-3-1-2 que utilizaba el actual seleccionador turco provocaba demasiadas espacios en las bandas y a la espalda de Felipe Melo, que se encontraba solo para defender. De hecho, muchas veces el mediocentro brasileño se encontraba solo para repeler el ataque rival junto a los centrales. La llegada de Roberto Mancini ha cambiado todo eso y como admitía Albert Riera en la previa del duelo "la llegada de un entrenador nuevo siempre aporta cosas nuevas y ahora trabajamos mucho más tácticamente y físicamente".

En ese trabajo táctico ha incidido el técnico italiano desde su llegada, cambiando el dibujo del equipo por un 1-4-2-3-1 para intentar cerrar los espacios. Riera también admitía que "la principal arma del Real Madrid es el contraataque y hemos trabajado para contrarestarlo". Será por ello por lo que en el entrenamiento oficial en el escenario del partido, Roberto Mancini colocó a sus jugadores por posiciones, para realizar el trabajo de basculación apropiado para cerrar los espacios del Real Madrid. Era el propio Mancini quien comandaba el ataque, colocando a sus jugadores sobre el terreno de juego. Un curioso ejercicio que se suele realizar con niños recién llegados al fútbol-11, pero que puede dar resultado en el coliseo madridista.

Lo peor para Mancini es que no podrá contar para el encuentro con su portero titular, el uruguayo Muslera, que no ha llegado a tiempo para este partido y ha sido reservado para el decisivo ante la Juventus. A la vez, y contando con la lesión de larga duración de Hamit Altintop, Wesley Sneijder no llega en plenitud al partido. No está al 100% pero por lo visto en el entrenamiento será titular por su importancia en el juego, en las llegadas de segunda línea, su golpeo en las jugadas de estrategia y su pase en largo a los delanteros.

Balones a Drogba

Muy del estilo del simple ejercicio de basculación, Mancini ha querido partir desde cero en el Galatasaray. Como buen italiano, sabe que los equipos se hacen desde la defensa, por lo que ha blindado el equipo para evitar los fallos pasados, con tantas llegadas fáciles.

En ataque, no hay nada mejor que tener un delantero con envergadura para lanzarle balones, que juegue de espalda a portería y que espere a los jugadores de segunda línea. Y en esto, Didier Drogba sigue siendo de los mejores. Con 34 años de edad, el de Costa de Marfil sigue siendo decisivo e importantísimo en el equipo, que espera que sus goles y trabajo por el equipo den la clasificación a octavos de final. Esto y el cambio de sistema, ha reubicado al turco Yilmaz a la banda izquierda, en un paralelismo con Cristiano Ronaldo. El ariete realiza buenas diagonales para apoyar a Drogba, por lo que Carvajal debe estar muy atento.

En el medio centro, el citado Felipe Melo es el jugador que hace el trabajo sucio del equipo. Ex de Racing, Almería o Juventus, Melo es un portento físico y casi perfecto en lo táctico, aunque cuando es desbordado roza la expulsión. Junto a él, el turco Inan, de muy buena calidad pero inconstante.

Poderío aéreo

Lo que no ha cambiado Roberto Mancini en el Galatasaray es el juego a balón parado. De esta forma, y ante la envergadura de muchos de sus jugadores, el Galatasaray defiende en zona para cubrir cuanto más espacio posible y que sus jugadores ataquen el balón para despejarlo de la zona de peligro si el balón llega a sus dominios.

En ataque, como no podía ser de otra forma, Drogba y Yilmaz son los jugadores más buscados por los lanzadores del equipo, bien Sneijder o Inan. Mientras el africano suele atacar mejor al segundo palo, Yilmaz atrae a los defensores al punto de penalti para aprovechar las segundas jugadas o los rechaces en el área.