El Madrid llegaba al partido con los deberes hechos y solo una catástrofe evitaría la clasificación. Pese a ello Ancelotti sacó su mejor equipo, a excepción de dos jugadores: Xabi y Benzema. El español sale de una lesión larga y no es conveniente que dispute tantos partidos juntos, por lo que descansó durante una hora. En su lugar salió un voluntarioso Casemiro, quien se colocó al lado de Illarramendi, formando el doble pivote. El otro jugador al que Carlo dio descanso fue a Benzema. El francés lo está jugando prácticamente todo y descansó dando entrada a Jesé, quien solo pudo disputar 27 minutos, ya que fue el cambio que realizó Ancelotti para reestructurar la defensa tras la expulsión de Ramos. Defensa compuesta por Arbeloa, Pepe, Sergio y Marcelo en un principio y por Nacho al lado de Pepe tras la expulsión del de Camas. Por delante de ellos, el mencionado doble pivote. En la parte ofensiva, el técnico italiano optó por mantener a Bale en la derecha y elegir para la banda izquierda (sustituyendo a Ronaldo) a Di María. Por el centro y detrás de Jesé volvió a ubicarse Isco, quien siguió jugando minutos a un gran nivel tras su paso por el banquillo semanas atrás.

Con este 11, Carlo Ancelotti dejó claro varias cosas. Por un lado la importancia de Marcelo en el equipo, pues jugó de inicio tras estar varias semanas lesionado, no reservándolo para el partido del próximo sábado. También dejó entrever que Jesé es más de su agrado que Morata, pues el delantero, pese a cumplir con nota siempre que ha jugado apenas le roba minutos a Benzema. Jesé, más polivalente y móvil salió como hombre más adelantado tras jugar media hora a buen nivel en el pasado compromiso ante el Almería.

El Madrid de Ancelotti empieza a parecerse a lo que prometió a principio de temporada. Ya sea con un sistema o con otro, el aspecto que realmente ha sido clave en la mejora del juego ha sido la vuelta de Xabi Alonso. El internacional español es uno de los mejores jugadores en su posición, sino el mejor, y con él en el campo el Madrid juega a otra cosa. Con Illarra el relevo está asegurado, pues el ex realista es una jugador con características parecidas, pero aún no posee la capacidad de liderazgo de Xabi ni su determinación. Con su entrada en la segunda parte el conjunto blanco cambió mucho su cara y completo unos últimos minutos de mucho nivel.

Bale, desde la derecha al centro...

El galés triunfó en el Tottenham jugando en la banda izquierda y en la media punta, sin embargo ese puesto en el Madrid tiene dueño. Cristiano le cierra el paso en la izquierda y o bien Isco o bien el cambio de sistema la posición más central. Ancelotti, desde que el galés estuvo disponible, lo ha ubicado siempre en la derecha. Pese a que ahí no se encuentra del todo cómodo y tiende a correr hacia el córner quedándosele el balón en su pierna mala, cada vez el equipo saca mejor provecho de él. Bale parte desde la banda derecha, pero tiende mucho a centrar su posición, ya sea para asociarse o para buscar el disparo. Frente al Galatasaray este movimiento se acentuó aún más, ya que no había una referencia clara tras quedar el equipo con 10. En esta situación aumentó considerablemente su movilidad, centrando mucho su posición, jugando con libertad y creando peligro, así se vio al mejor Bale, el Bale del Tottenham que arrolla llegando desde atrás y que arma el disparo con muchísimo peligro.

….y el lateral, desde la defensa al ataque

El hueco que deja Bale al meterse hacia el centro lo aprovecha siempre el lateral, creando una serie de movimientos que cada vez se automatizan más: Bale traza diagonal hacia la portería (con balón o sin él haciendo un desmarque en apoyo) y su hueco lo aprovecha el lateral subiendo al ataque, o bien Bale se centra y la banda la ocupa el lateral. Así cuajó un gran partido Carvajal ante el Almería y así hizo un partidazo Arbeloa frente al Galatasaray.

Con diez, 4-4-1 en defensa y movilidad en ataque

La expulsión de Sergio Ramos condicionó el funcionamiento del equipo. Cuando el Madrid era el que tenía el balón Bale y Di María se movían por todo el frente del ataque, ocupando ambas bandas y el centro, su movilidad era aprovechada por Marcelo y Arbeloa que se incorporaban al ataque, sin embargo, cuando el balón era del equipo rival se colocaban en banda, formando una línea de cuatro con Illarra y Casemiro, dejando a Isco un poco más adelantado.

4-2-3-1 sin Khedira… ¿y con Modric?

Hasta la lesión de Khedira el Madrid empezaba a funcionar en torno a un 4-3-3 con Xabi de pivote y el alemán y Modric como interiores. Tras la lesión del germano Ancelotti ha optado por cambiar el sistema a un 4-2-3-1. Solo lo ha puesto durante dos partidos, frente al Almería y en el reciente ante el Galatasaray y en ambos ha funcionado. Khedira es un jugador importante y con unas características muy marcadas que hacen que sin él el sistema con tres centrocampistas no cuaje (Casemiro aun no cuenta con la total confianza de Ancelotti y es muy joven), de modo que Carlo optó por cambiar el dibujo. En Almería Modric no jugó por decisión de Ancelotti, decisión amparada únicamente en que el croata venía de jugar dos partidos de mucha intensidad con su selección y prefirió que descansara, puesto que en plenitud de condiciones es un fijo. Ante el Galatasaray no jugó por sanción. En ambos partidos el equipo funcionó muy bien con dos jugadores muy buenos tácticamente y con buenas capacidades defensivas, pero Modric vuelve a estar disponible y su gran nivel mostrado hasta ahora lo hace casi imprescindible, pero su entrada puede producir desajustes, como retirar un medio bueno tácticamente y en las ayudas a los laterales como Illarra, o quitar a Isco, quien se ha ganado el puesto en dos brillantes partidos.