Mérito. Más allá del resultado final, lo que hizo el Xàtiva en la eliminatoria tiene mucho valor. Acoplados, presión alta y con las ideas claras. Tardó el Real Madrid, o el sucedáneo de ello, en entrar al choque. Sorprendidos por el posicionamiento táctico de los de Toni Aparicio, los blancos no dominaron el partido durante los primeros minutos. Eso sí, en el 15 ya ganaba.

El equipo despertó al abrigo de un disparo a balón parado de Di María. Tras eso, solo se vio buena predisposición del conjunto visitante, porque el fútbol y el acierto fue local. El argentino mostró su cara más inspirada. Le tocaba demostrar su fútbol ante las críticas que arreciaron tras su partido en Pamplona y destacó en su primera parte ante el Xàtiva. Sí, no es lo mismo.

De las botas de Di María brotó el primer gol madridista de Illarramendi. Jesé, en el desmarque, habilitó con su dejada el tanto del mediocentro. Abría el camino, se adelantaba en la eliminatoria y con visos de ser definitivo. Así sería a la postre. La superioridad se hizo manifiesta con el 1-0 y los jugadores del Real Madrid se empezaron a encontrar entre líneas.

Primer gol de Illarra como madridista

Los ofrecimientos constantes de Isco y Di María desahogaron los avances del equipo de Ancelotti. Illarra se sintió cómodo, levantaba la cabeza y siempre aparecían. Si el argentino aprovechó la ocasión, el malagueño no quiso ser menos. Disfrutó e hizo disfrutar, jugaba con una facilidad pasmosa.

Con el partido desnivelado, el Madrid encontró un penalti que se encargó Di María de anotar. Con suspense, el balón entró llorando en la portería. Tras la parada y el palo, el gol. Pocas dudas había en el Bernabéu, pero el 2-0 disipó cualquiera.

Según la niebla iba cayendo sobre Madrid, Jesé empezó a verlo más claro. Su gambeteo constante mantuvo en vida el choque que por el frío y el resultado, amagó con perderse en la neblina de la indiferencia. El 2-0 se insinuaba con enquistarse cuando Ancelotti decidió dar entrada a Xabi Alonso con media hora por delante. El tolosarra, venerado en feudo blanco, revitalizó el choque.

Dominio, sin más goles

Sin llegar a alcanzar el éxito por tercera vez, el Real Madrid aferró el partido aunque no dejó de buscar la portería visitante hasta los 10 minutos del final. Eso sí, sin el hambre voraz que alimenta la necesidad. Las ocasiones de Morata y Xabi se quedaron en meras anécdotas, o en obsesiones para el delantero.

El canterano Álvaro Morata intentó llegar a su gol de todas las maneras, pero le faltó claridad en sus ideas. Ideas o tranquilidad, lo cierto es que ni en la ida, ni en la vuelta el delantero ha mostrado credenciales. Los minutos finales sirvieron para ver a Marcelo y Benzema que salieron en la recta final, pero cuya participación no sirvió para mucho.

El resultado final, 2-0, clasifica al Real Madrid para los octavos donde espera, otra vez, Osasuna. La venganza liguera se sirve pronto y en unas semanas el equipo blanco podrá desquitarse del empate del fin de semana pasado. 

Así lo vivimos.