Con el Real Madrid atravesando un buen momento, Osasuna no tiene más opciones que defenderse. No las tenía y de hacérselo ver se encargó el conjunto blanco. El equipo de Ancelotti salió concentrado y con ganas de dejar sentenciada la eliminatoria. Buscando y disparando. Demasiado Madrid en algunos tramos del encuentro. Eso sí, le faltó constancia.

La recién inaugurada grada joven animó a los suyos sin cesar durante todo el encuentro.

Luka Modric se encargó de postular las intenciones madridistas. Omnipresente, el croata rozó el gol con una rosca con más intención que exactitud recién comenzado el encuentro.

Con un Jesé muy incisivo el equipo blanco encontró premio. No fue de penalti, señalado y rectificado después, pero sí de un derribo que sufrió el canario en banda.

El centro de la falta de Modric, preciso, fue acomodado en la red por Benzema. El premio llegaba pasado el cuarto de hora, merecido.

El canterano está en racha y volvió a dejar su sello tras un error de la defensa que terminó en asistencia a Cristiano, pero Arribas se adelantó para enviar a córner.


Agradecía Jesé de esta manera a Cristiano Ronaldo la asistencia de su gol.

Se lamentaba Cristiano de su mala fortuna de cara a puerta después de una clara ocasión de gol.

La mala suerte se cebó con Jesé, ya que tras un disparo tuvo que ser sustituido por Isco. El canario, con una lesión muscular, ve cortado un período esperanzador.

En Osasuna no se atisbó reacción. No pudo avanzar posiciones, intimidar o llevarse algo de renta a Pamplona.