Salía Carlo Ancelotti con todo lo disponible. No quería sustos en unos octavos de final traicioneros. Visitaba Osasuna el Bernabéu en un clima enrarecido: Xabi Alonso había anunciado recientemente su renovación, Cristiano Ronaldo se relamía ante la posibilidad de ganar su segundo Balón de Oro y el rival esperaba paciente, consciente de que lo que ya se ha hecho una vez se puede repetir. Pero esta vez era en el Santiago Bernabéu.

Por lo tanto el técnico italiano no se quiso complicar la Copa y alineó un once muy competitivo. Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema arriba con la novedad de Jesé. Mucha pólvora para tan poco espacio. Mientras tanto, ante la baja indefinida de Xabi Alonso por problemas en el tímpano, fue Illarramendi el que acompañó a Luka Modric en el medio. El croata sigue en plan estelar: fue el mejor otra vez y le faltó solo para salir por la puerta grande. Cada vez que robaba o batía líneas con un pase se escuchaba la aprobación del público.

Luka Modric, el mejor

Dejando a un lado a Cristiano Ronaldo, hoy por hoy Luka Modric es el hombre más en forma del Real Madrid. Ha conseguido silenciar a sus detractores que afirmaban que nunca podría ser mediocentro en el doble pivote y ya no solo lleva a su equipo en volandas cuando el balón reposa en sus pies, ahora también ejerce de mediocentro agresivo. La Premier le hizo madurar físicamente y, a pesar de tener un año de adaptación, ya está en plena forma. La mejor noticia.

Cuando el balón no reposa en sus pies ejerce de medio agresivo. Y con éxito

Osasuna, bien por ser un escenario diferente o bien por el miedo a caer goleados en las primeras de cambio, no salió a morder como lo hizo en Pamplona en Liga. Replegó atrás y dejó los mandos del partido a un Modric inspirado. Eso sí, la intermitencia de Illarramendi no hizo del todo fluido la ofensiva blanca.

Cristiano Ronaldo por el centro

Si algo conllevaba la titularidad de CR, Jesé y Bale, era que uno de esos tres tendría que arrancar por el carril central. Demostrada ya la preferencia de Ancelotti de probar al canario en la banda, intentó que Cristiano se acomodase como segundo punta, con libertad de movimientos pero sin llegar a poderse pegar a la línea de cal.

Jesé ha encontrado su hueco: la banda izquierda

El portugués se siente más cómodo arrancando desde la izquierda e incluso se podría decir que tiene más gol. Parece una incoherencia, pero cuantos menos metros tenga el luso para recorrer peor será. Jesé Rodríguez, mediapunta del Castilla y explotador de espacios, quiere ser el sucesor de Cristiano hasta en la posición. Su velocidad le lleva al extremo, y entonces surge el problema: no existen tres bandas en el Bernabéu.

En el otro costado estaba Bale, que lesiones de atropellos a parte sigue progresando en su adaptación. Mientras tanto en cada partido regala varios centros con esa zurda de oro que parece sacada de un videjuego. Con la obligación de ayudar en fase defensiva ante la libertad de Cristiano, aún tiene que adquirir ciertos automatismos con sus compañeros.  

Falta de efectividad

Hasta 21 disparos realizó el Real Madrid a la portería de Riesgo. Tan solo cuatro fueron entre los tres palos y dos de ellos fueron los goles de Karim Benzema y de Jesé Rodríguez. Tanta pólvora no sirvió para hacer estallar la mecha. Cristiano Ronaldo le quitó sin querer un gol a Gareth Bale y a pesar de las continuas pérdidas en la salida por parte de Osasuna no llegó el tercer y definitivo tanto de la eliminatoria. 

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