Para muchos era un secreto a voces; para otros, no tanto, pues la disputa entre el propio Cristiano, Frank Ribéry e incluso Leo Messi impedía ver a un claro vencedor pero la incógnita quedó desvelada en la tarde noche de hoy y el portugués suma su segundo Balón de Oro, tras el conquistado en 2009 en filas del Manchester United. Cristiano devuelve de esta manera, la conquista del galardón a un jugador madridista que ve recompensada una campaña disputada íntegramente en el conjunto blanco, algo que no sucedía desde Alfredo Di Stéfano; y es que futbolistas como Luis Figo o Ronaldo Nazario recogieron el Balón de Oro con la zamarra blanca, por los frutos cosechados en Barcelona e Inter respectivamente.
Muchos podían no tener claro quién iba a resultar el ganador del Balón de Oro 2013, pues la lucha entre Messi, Ribery y Cristiano es titánica a todas luces; sin embargo, pocos podrán dudar del merecimiento del crack portugués a tenor de una aportación individual que si bien no resultó suficiente para que el Real Madrid viera culminada su temporada con grandes títulos sí hace que al portugués no pueda exigírsele más para alcanzar el citado objetivo.

Emotiva recogida

Era el último premio de la noche y los nervios y la tensión estaban ya a flor de piel cuando Pelé daba a conocer el nombre del Balón de Oro 2013. Cristiano Ronaldo rompía a llorar de la emoción en la recogida del premio, acompañado por su hijo. El crack portugués no se dejó a nadie en la citación de agradecimientos y fue desde sus compañeros hasta su familia, pasando por los tristemente fallecidos Eusebio, extraordinario exfutbolista y su compatriota, y Nelson Mandela. "No tengo palabras para describir este momento. Gracias a todos mis compañeros, al Real Madrid, a la selección y a mi familia. Este es un honor enorme. Gracias a mi presidente y a muchas personas que están aquí. Ellos saben el sacrificio que fue ganar este Balón de Oro". "También quiero mencionar a Eusebio y Madiba (Mandela) y a mi novia y a mi hijo. Es un momento muy emocionante para mí y no puedo hablar más".


Foto: as.com

Fulgurante inicio de año

La recta final de la temporada 2012/13 fue fulgurante para un Madrid que trató de enmendar en la segunda vuelta lo que no había sido capaz de hacer en la primera y ahí estaba Cristiano para liderar la reacción blanca. El luso no pudo establecer una mejor declaración de intenciones que el doblete entregado a su afición en el primer partido de 2013 como perfecto regalo de Reyes ante la Real Sociedad; un doblete que iba a verse refrendado con el primer 'hat-trick' del año tan solo un partido después frente al Celta en Copa del Rey. Dese ahí y hasta la finalización de año, cinco dobletes, tres 'hat-tricks' y un total de 33 goles, que se sumaban a los 22 del primer tramo de la temporada para establecer los 55 definitivos de la campaña, siendo también el máximo artillero de la Champions League a pesar de disputar un partido menos que los finalistas: el Bayern de Múnich y el Borussia Dortmund.

Foto: hdpaperwall.com
El luso no pudo transformar su impresionante aportación en títulos para su equipo -rara vez un único jugador puede hacerlo- pero su papel dio de sí todo lo exigible al respecto. De nuevo un año más el Real volvió a quedarse a las puertas de todo: segundo en una Liga que se escapó demasiado pronto, tanto por mérito del eterno rival como por demérito propio; a las puertas de una final de Champions tras una eliminatoria ante el Borussia que fue un fiel reflejo de la temporada global del conjunto blanco: mal arranque y una gran reacción que no servía para enmendar los errores del inicio, aunque a punto estuviera el Bernabéu de ver obrarse el milagro. Y subcampeón en una Copa del Rey que el Atlético acabaría conquistando y de la que el Madrid se despediría con el solitario e insuficiente gol del eterno Cristiano.

Estratosférico arranque en el segundo tramo de 2013

La llegada del verano ofrecía la sensación al madridismo de haber interrumpido una racha que les hacía ansiar más. Pero tras las vacaciones, llegó el arranque liguero y aunque Cristiano se hizo esperar dos jornadas para inaugurar su particular cuenta goleadora, esta fue un suma y sigue de locura respecto al final de la campaña anterior: tres dobletes, cinco 'hat-tricks' y un total de 27 goles en 21 partidos, vierten el mejor arranque liguero de su carrera, una media demoledora que ha servido, en buena parte, para mantener ahí al conjunto blanco pese a la zozobra reinante en este primer tramo de temporada. El luso es el máximo goleador de la Champions hasta la fecha y ostenta el récord de goles anotados en una fase de grupos.
Además, dentro de este período del año se engloba esa parte final que tanta polémica ha generado, al verse incluida, a última hora, la Repesca que Portugal se vio obligada a diputar para asegurar su presencia en el Mundial de Brasil 2014. La Repesca de Francia y Portugal se convirtió en la última carta para Ribéry y Cristiano Con la Argentina de Leo Messi ya clasificada, estos duelos se presumían como la última carta de Frank Ribéry y Cristiano Ronaldo en la pugna por el anhleado Balón de Oro. Si bien Portugal había dejado la eliminatoria encaminada en Lisboa, merced de la gran actuación del crack luso, la selección gala temía por su continuidad tras la derrota cosechada en Ucrania, donde Ribéry no tuvo un papel relevante. La noticia de la ampliación de plazo para las votaciones se conocía en plena disputa del choque de vuelta, cuando Cristiano dio el golpe definitivo sobre la mesa clasificando al combinado luso con un 'hat-trick' memorable y Ribéry protagonizaba, con los suyos, la proeza de darle la vuelta a un marcador adverso para gritarle al mundo que Francia estaría en la cita de selecciones.

Duelo de titanes

A pesar de la contundencia en los argumentos de Cristiano, el debate siempre estará latente en torno al nombre del vencedor y es que efectuar una comparativa entre el flamante ganador del Balón de Oro 2013 y los otros dos finalistas, puede dejar sin aliento a propios y extraños. Pocos podrían discutirle el merecimiento a Frank Ribéry si de títulos se tratase y pocos podrán hacer lo propio si se habla de goles o aportación personal. Algo más complicado parecía tenerlo Leo Messi en un año especialmente complicado por las lesiones y su falta de continuidad en los terrenos de juego pero lo cierto es que la falta de un criterio claro en cuanto a los parámetros valorables en la concesión del premio y el hecho de que al final el ganador sea el resultado de unas votaciones dejan un gran margen a opiniones y argumentos, aunque no a números ni datos.
Cristiano Ronaldo cerró 2013 con un total de 69 goles anotados, uno más que la suma de Leo Messi y Frank Ribéry juntos. El astro argentino, en un año especialmente complicado para él, cerró su participación con 45 tantos, 27 goles menos que el luso, mientras que el francés anotó 23 tantos en 2013. Especialmente llamativa la recta final del año que se valoraba, en la que Cristiano ratificó de forma contundente lo que había venido siendo su año: 32 goles en los últimos tres meses y un promedio global -todo el año- de 1.15 tantos por encuentro, frente a los 0.98 de Messi. Es, además, de entre los finalistas, el jugador que más remata (6.53 disparos por encuentro).

Cristiano anotó 69 goles en 2013, uno más que Messi y Ribéry juntos Su aportación personal, sumada a la de sus propios compañeros, le dio al jugador francés para establecer una de sus mejores campañas, al haberlo ganado todo con su equipo: Bundesliga, Copa de Alemania. Champions League, Supercopa de Europa y Mundialito de Clubes, y estos eran sus más sólidos argumentos aunque en esta ocasión resultaron insuficientes frente a la contundencia de los números presentados por Cristiano. Messi, por su parte se hizo con un nuevo título de Liga para el Barcelona, mientras que Cristiano zanjó 2013 con la Supercopa de España.

Merecido ganador

Así las cosas y a pesar de que en el año natural, Cristiano sólo ha logrado embolsarse una Supercopa de España ganada al FC Barcelona, lo cierto es que poco más puede exigírsele al luso, que una vez más ha vuelto a superarse. Ni una temporada necesitó el portugués para demostrar a quienes creían que la mejor versión de su fútbol se había quedado en Manchester y que el Madrid sólo podría disfrutar de un buen jugador que había tocado techo en la Premier para tumbar habladurías a base de fútbol y goles. Dicen que lo mejor está siempre por llegar y así lo deja patente, año tras año, Cristiano Ronaldo. En un año sin excesivas florituras, el de Madeira mejoró sus números en el conjunto inglés, una trayectoria de ascendente evolución que no ha dejado indiferente a nadie . Los elogios se agotan para calificar las hazañas del crack luso, que ya ha rubricado su nombre en la gloriosa historia del Real Madrid.
Durante estas cinco temporadas, el portugués no ha dejado de ser nunca un candidato a hacerse con el Balón de Oro, aunque el nombre de Leo Messi se había convertido hasta la fecha en el límite del luso para conquistar el galardón. No obstante, si algo queda claro en la personalidad de Cristiano es que la perseverancia es, posiblemente, su mejor virtud. El portugués ha luchado sin desfallecer, se ha reinventado a sí mismo año tras año y ha consolidado aquello que le ha convertido en uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol. Hoy, además, el mundo del balompié se lo reconoce a través de uno de los galardones más anhelados por los jugadores.