Todo son sonrisas en el seno de la Casa Blanca. Y es que en el Real Madrid, el mes de enero perfecto que acaba de firmar el cuadro merengue, llena de buenas impresiones al equipo, que ya mira hacia cotas mayores, como es la segunda y definitiva parte del campeonato o la vuelta de la Champions al calendario madridista.

La próxima parada blanca será en el nuevo San Mamés, feudo del cual apenas han volado dos puntos desde principio de temporada, y que aún no ha visto caer derrotado a su equipo. Allí, y tal y cómo anunció el propio Carlo Ancelotti en su última rueda de prensa, si su estado físico lo permite, Gareth Bale ocupará el perfil diestro del ataque merengue. Pero si finalmente el de Cardiff no consigue reponerse de sus molestias, la identidad de su sustituto no disgusta, sino todo lo contrario, al respetable madridista.

Jesé se gana su espacio

El rendimiento de Jesé Rodríguez está superando las expectativas creadas a su alrededor. El canario fue promocionado en verano al primer equipo, tras no gozar de oportunidades, a pesar de su más que notable rendimiento con el Castilla, tumbando récords con décadas de antigüedad.

Jesé se ha convertido en el 'jugador nº12' para Ancelotti

Si en el primer filial blanco era la estrella indiscutible del equipo, en el Madrid su papel es otro muy diferente. La posición en la que Jesé se está encontrando más cómodo es la de exterior por la derecha, carril que parece tener vedado siempre y cuando Bale esté bien de salud. Por eso, cumpliendo con su rol que tiene perfectamente asimilado, se deja todo en el campo cada vez que Ancelotti le señala para saltar al verde.

Jesé lleva hasta el momento cuatro goles y tres asistencias (Foto | Dani Mullor - VAVEL).

Su capacidad no es ni mucho menos desconocida para los conocedores de las categorías inferiores. Su desparpajo y sobrada calidad le han hecho merecedor de la vitola de gran promesa del fútbol, no solo español, sino a nivel mundial. Sus características le hacen acreedor de infinitas posibilidades que únicamente él está por definir.

Desde el comienzo del año, y tal y cómo él mismo ha reconocido, sabe que su papel en este equipo es el de quién tiene que buscar arañar minutos en cada entrenamiento, y en cada segundo que el entrenador te permite estar en el campo. Y Jesé, en estos primeros meses de competición, ha hecho algo más que aprovecharlo.

El canario está intentando tirar la puerta como mejor sabe, a base de trabajo, esfuerzo y goles. No le costó demasiado ver portería, aunque su primer tanto no sirvió más que para acortar diferencias en el marcador. El Barcelona fue su primera víctima, y su postrero gol podría ser importante, llegado el final de temporada y en un hipotético empate a puntos, entre su equipo y el cuadro culé.

El canario quiere más

Posteriormente, volvió a ver portería en Liga, aunque esta vez, con mucha mayor trascendencia en el marcador. Y es que su gol ante el Valencia en Mestalla sirvió para que el Madrid se impusiera en un partido que se había complicado en exceso. Luego, tanto Osasuna como el Espanyol, han sido sus víctimas en Copa, recibiendo sendos goles con el Bernabéu como escenario de excepción. En total, cuatro goles para el talento de Las Palmas de Gran Canaria, que acompaña con tres pases de gol.

Jesé, celebrando su gol en Mestalla (Foto | Carla Cortés - VAVEL).

Pero no se pone límites. Como parece, solo él es capaz de fijarlos, y no tiene intención de establecer un tope. Si el año pasado, entraba en la historia blanca superando los 21 goles que firmó Butragueño a mediados de los 80 como pichichi del Castilla en Segunda, consiguiendo 22, en esta su reto también tiene una cifra redonda.

4 goles, 3 asistencias y una meta: llegar a los 10 en esta temporada

Los 10 goles que Jesé se ha propuesto anotar no parecen una meta muy lejana, viendo su excepcional estado de forma. Si dispone de oportunidades, y a base de mamporros a la puerta de Ancelotti las está consiguiendo, el canario alcanzará la marca más pronto que tarde. No le tiembla el pulso ni se muestra receloso de encarar al adversario con el balón en los pies, y es, precisamente, ese desparpajo, lo que le ha hecho caer de pie en un Bernabéu que se deshace en elogios hacia su joven talento.

El bagaje, contando con los minutos de los que dispone, no podría ser mejor, pero Jesé no se rinde. Afirma que seguirá luchando por ganar minutos, repartiendo loas a sus compañeros de vanguardia blanca, y confiando sobre todo en sus posibilidades, para “dentro de unos cuatro años” poder levantar el Balón de Oro. Desde luego, cualidades no le faltan.