Era la noche esperada en la capital. Mientras el Atlético de Madrid aún se afilaba los colmillos, aún manchados de sangre de su última presa, el Madrid hacía autocrítica. El último derbi servía para constatar la igualdad entre dos conjuntos que hasta hace poco eran tremendamente diferentes. El Atleti de Simeone, con la euforia del liderato coleando, visitaba el Bernabéu tras haber ganado en medio año más veces que en 15. La sensación era de confianza, pero lo que desconocía el Cholo era la trampa que había tejido Ancelotti.

Serio y contundente Real Madrid

Si en el pasado derbi liguero el Atleti pasó por encima del Madrid en cuanto a intensidad, esta vez la clave estuvo en el buen día merengue y en la pesadilla rojiblanca. A partir de ese hecho, el equipo blanco realizó uno de sus mejores encuentros de la temporada. Serio y contundente en defensa, seguro en el pase y rápido en las transiciones, que veremos más adelante. Unido a la fortuna de la cual gozó el conjunto local, si a todo esto se le hubiese añadido voracidad de cara a portería el resultado podría haber sido abrumador.

Di María y Modric siguen volando en los interiores

Mientras tanto, en frente, se encontró a un equipo sobrepasado por primera vez en toda la temporada. El Atlético ha demostrado ser el equipo más compacto de la Liga y, si algo le define, es su capacidad como bloque. En el Bernabéu las ayudas nunca eran suficientes y cuando llegaban, lo hacían tarde. La velocidad en el movimiento de balón del Madrid propiciaron que Simeone se desquiciase desde la banda y ver cómo Di María y Modric desmantelaban su entramado defensivo. Anárquicos y sin posición fija que defender, tanto el argentino como el croata volaban en las posiciones del interior mientras el doble pivote rojiblanco se preguntaba si salir o resguardar posición.

Laterales blancos, en su mejor momento

Ante los previsibles 2x1 que organizaría Simeone en banda, Ancelotti decidió dejar en el banquillo a sus dos laterales más largos (Carvajal y Marcelo) para dar entrada a Arbeloa y Coentrao. El portugués parece haber recuperado esa aureola defensiva que le protegía cada vez que salía al campo. Ducho en ataque, cauto en la subida, parece haber recuperado de un plumazo el nivel que le llevó a competir con Marcelo. Mientras tanto, en el otro costado, Arbeloa manejaba el oficio a su antojo para desquiciar a los atacantes rojiblancos. La algarabía de empujones se sucedía cada vez que Pepe cubría a Diego Costa o el lateral derecho se aproximaba. Fue un partido bronco, especialmente en la primera mitad. Esa batalla la ganó el Madrid y consiguió uno de los objetivos recién empezada la segunda parte: la tarjeta amarilla que le privará de jugar la vuelta en el Calderón.

El Real Madrid, a mes de febrero, ha recuperado a su mejor defensa

El cambio que ha sufrido la zaga merengue ha sido notorio. Ha pasado de ser un despropósito partido tras partido a encajar tan solo un gol en lo que llevamos de 2014. Pepe y Sergio Ramos por fin han hecho olvidar a Varane y a esa rodilla que no llegó con los Reyes Magos. Recuerdan a la pareja que asombró al mundo en el mejor momento de Mourinho en el Madrid. Pepe es contundente y Ramos matiza sus errores. La irrupción de Jesé es una gran noticia, la buena adaptación de Di María al interior alegra al madridismo pero, sin ninguna duda, la vuelta de la pareja de centrales por excelencia del Real Madrid podría ser la mejor noticia del año.

Jesé en modo estelar

No estuvieron finos ni Benzema ni Cristiano Ronaldo, obcecado en su gol particular por momentos y desafortunado en la asistencia. Gareth Bale se cayó de la convocatoria horas antes del partido por arrastrar molestias en el gemelo izquierdo. Fue más por precaución, pero Ancelotti tampoco debió de torcer mucho el gesto cuando se enteró de la noticia, teniendo en cuenta que no sería grave. Jesé Rodríguez iba a volver a tener la oportunidad desde el primer minuto. Fue el mejor en ataque, el más eléctrico, el más incisivo. Y tiene 20 años.

Superioridad pese a la inferioridad. GOL de Jesé...

...Y superioridad por transiciones de balón rápidas

VAVEL Logo