Definitivamente este es otro filial madridista. Por primera vez en lo que llevamos de temporada los mirlos blancos terminarán una jornada liguera fuera de los cuatro puestos que descienden a la división de bronce del fútbol español, la Segunda División B. Esta pequeña gran hazaña no hubiese sido posible sin la ayuda de un Real Zaragoza que va al contrario que su rival de la tarde dominical. 

Los maños comenzaron la temporada bien, con sensaciones positivas y el claro objetivo de ascender directamente sin la necesidad de los seminuevos PlayOff a la Liga BBVA. Sin embargo, la crisis económica, social e institucional que se vive en el club zaragozano ha mellado en el aspecto futbolístico y ahora pasan sin pena ni gloria por la categoría de plata del balonpié nacional. 

Burgui mostró el camino

El partido en sus compases iniciales fue igualado, con los blancos llevando la iniciativa con Burgui y Lucas Vázquez inspirados en la mediapunta blanca, con vestimenta naranja para la ocasión, y con el Real Zaragoza buscanso la fragilidad en la zaga de los de Chamartín para crear dudas por las bandas. Sin embargo, tras un primer aviso que salvó el veteranísimo Leo Franco, llegó el primer tanto madridista. 

El gol que hacía soñar a la parroquia merengue con abandonar el farolillo rojo de la tabla fue obra de Burgui, que siguiendo el ejemplo del Mini Clásico, en el que los blancos remontaron a los de Eusebio Sacristán.  El mediapunta madridista, desde el carril central consiguió un gol de auténtico crack tras poner el balón cerca de la escuadra de la portería maña.

Con dicho gol el cuadro local comenzó a desesperarse y los jóvenes blancos a serenarse con el marcador a favor y la presencia de Omar Mascarell en el centro del campo madridista. Un Madrid Castilla que tuvo unos minutos de incertidumbre mediada la primera parte y que coincidió con el cambio obligado por lesión del meta blanco Pacheco, que fue relevado por Rubén Yáñez. De ahí al final de la primera mitad fue un continuo alterne de ocasiones aunque siempre con el dominador blanco presente. Y así se llegó a un descanso que sirvió entre poco y nada al equipo local, incapaz de perforar la no difícilmente superable zaga blanca. 

Un Zaragoza inoperante

Si el final de la primera mitad significó el descanso de un partido con alternativas y ocasiones, el comienzo de la segunda fue todo lo contrario. Herrera, que fue abucheado por su propio público que ya clamaba contra un accionista que apenas hace acto de presencia en el club y que se encuentra imputado. El revuelo institucional que vive el club maño melló en exceso al equipo sobre el césped y de eso el Madrid Castilla se aprovechó con solvencia, dejando atrás la endeblez defensiva que les llevó a estar en la zona de descenso durante 26 jornadas consecutivas.

El paso de los minutos incrementó el nerviosismo zaragocista y fue ahí cuando el equipo maño apretó en busca del empate, que lo tuvo sobre todo en las botas de Roger que incomprensiblemente no vio portería incluso sin el meta en ella. Muchos errores, tanto defensivos como ofensivos, que acabaron por pagarlo muy caro, en exceso. A falta de diez minutos para el final, Lucas Vázquez completó una nueva buena actuación sellando la victoria y la momentánea salvación de unos mirlos blancos que llevan un año sufriendo y que ahora, en la parte crucial del campeonato tienen moral suficiente para encararlo con optimismo.

Tras el gol del gallego el Castilla se quedó con diez futbolistas por la expulsión de William José por doble amonestación pero ni con esas el cuadro local fue capaz ni siquiera de recortar diferencias.