Doce de mayo de 2012. Estadio Santiago Bernabéu. Jornada 38. Real Madrid, cuatro; Mallorca, uno. El conjunto que por aquel entonces entrenaba José Mourinho le ponía la rúbrica final a un campeonato de ensueño, conquistado dos jornadas atrás en la vieja catedral, San Mamés, que culminaba su legendaria historia dándole cabida por primera y única vez a un campeón distinto a sus leones. El doblete de Özil, así como los goles de Cristiasno Ronaldo y Benzema les servía a los merengues para establecer los récords de puntos y goles en una misma temporada y despedirse, de forma inesperada de un liderato que no volverían a conquistar hasta 63 jornadas después, todo un campeonato sin atisbar si quiera la primera posición y más de la mitad del siguiente.

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Los excelsos números conseguidos por el Real Madrid en la 2011/12, la que popularmente se conoce como la Liga de los récords, fijaba las bases y los mínimos a partir de los cuales al conjunto blanco sólo le quedaba confirmar su regreso a las cimas del fútbol, de las que se había alejado en más ocasiones de las deseadas. La hazaña no era fácil de repetir pero el equipo había demostrado un potencial inigualable en una carrera de resistencia que apenas le vio titubear, alcanzando también las semifinales de la Champions y la Copa del Rey, donde caerían. Pero la Liga había sido otra cosa. Apenas dos derrotas, ante el Levante y el FC Barcelona en el Santiago Bernabéu y cuatro empates, sumaban los únicos 14 puntos que el Madrid había dejado escapar en Liga. Por aquel entonces, los blancos se hicieron con el liderato en la jornada 11 tras su victoria por 0-1 en Anoeta -paradojas del fútbol, este mismo estadio le ha hecho recuperar 63 jornadas después la primera plaza-, una posición que ya no abandonarían en el resto de la temporada y que incluso llegarían a defender con -la mayor ventaja- diez puntos por encima del segundo clasificado, el FC Barcelona.

El liderato, a 15 puntos en diciembre

Por todo esto, las esperanzas para la siguiente campaña eran inmejorables. No obstante el descalabro en la 2012/13 fue más que importante. Finalizada la primera vuelta del campeonato, los vikingos ocupaban la tercera posición de la tabla con 37 puntos, siete menos que el segundo, el Atlético de Madrid (44) y a, nada menos, que 18 del FC Barcelona, líder indiscutible durante toda la competición. Con sólo la mitad del campeonato jugado, los de Mourinho habían duplicado ya el número de derrotas respecto de la Liga de de los récords y cosechado el mismo número de tablas que en la totalidad de la competición pasada. El empate en la jornada inaugural frente al Valencia (1-1) en el Bernabéu, los pinchazos ante Getafe (2-1), Sevilla (1-0), Betis (1-0) y Málaga (3-2), así como las tablas ante el citado Valencia, Barcelona, Espanyol y Osasuna habían condenado a los blancos a una pronta y dolorosa renuncia a la reconquista del título.

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La Real Sociedad, equipo clave en los ascensos de posición del Madrid La segunda vuelta del campeonato demostró una cara muy distinta de los 'merengues', tocados en su orgullo y capacitados, una vez aceptada la desgracia, para rotar, descansar y alinear a jugadores frescos en buena parte de los encuentros, ahorrando fuerzas para los que seguían siendo los dos grandes objetivos de la temporada: Champions y Copa. El Madrid sumó una derrota más en toda la segunda vuelta (Granada: 1-0) y tres empates (1-1: Zaragoza; 1-1: Espanyol y 3-3 Real Sociedad), logrando adelantar al Atlético de Madrid en la clasificación en la jornada 27 después de vencer en Balaídos por 1-2 y aprovechando el pinchazo de los rojiblancos en el Calderón ante -otra vez- la Real Sociedad, equipo que en los últimos años parece haberse convertido en talismán para los intereses blancos.
A la conclusión de una temporada que no pasará prescisamente para el recuerdo, el conjunto de Chamartín concluiría como subcampeón con 85 puntos, 15 menos que el flamante campeón, el FC Barcelona, que si bien había logrado empatar el récord de puntos logrado por los blancos una temporada antes, no pudo hacer lo mismo con los goles (115 frente a los 121 del conjunto 'merengue').

El parón navideño, a cinco puntos del líder

La marcha de José Mourinho y el posterior fichaje de Carlo Ancelotti llevaban al Real Madrid aires nuevos, un cambio que se presumía necesario habida cuenta del punto al que había llegado la relación del técnico portugués con alguna facción del vestuario, poco conforme con los métodos del técnico luso. Con un carácter más sosegado y políticamente correcto, Ancelotti trataba de inculcar a los blancos una nueva filosofía de juego que, sin renunciar a los letales contragolpes que les habían hecho superar la barrera de los 100 goles en las cuatro últimas temporadas (una con Pellegrini y tres con Mourinho), sumase también la capacidad de controlar el esférico y por ende, los partidos, algo que se había echado en falta en algunas ocasiones en un Madrid letal en pegada pero más inestable en el control del juego.
Dudas iniciales: ¿Era Ancelotti el técnico ideal para el conjunto blanco? Nuevo técnico, nuevos fichajes, jugadores que ascendían al primer equipo y otros que se marcharon. A priori, demasiados cambios como para que la maquinaria empezase a funcionar de buenas a primeras. Pero el paso del tiempo prudencial tampoco traía mejoras y las dudas y recelos no tardaron en sobrevolar el Bernabéu. ¿Era Ancelotti el técnico ideal para el conjunto blanco?¿Se había acertado en los movimientos del mercado?¿La filosofía que el italiano trataba de implantar era la adecuadada para el Madrid? Si la particular bara para medir todo esto hubiera sido la distancia respecto al liderato, posiblemente las respuestas no habrían dado del todo la razón a Ancelotti.
La conclusión de la primera vuelta en la presente campaña parecía un calco de la anterior. O no: el Barcelona liderando la tabla con 50 puntos, los mismos que el colider, el Atlético de Madrid, ambos con -y aquí radica la gran diferencia- tres puntos más que el Real Madrid, con 47. En esta ocasión, los merengues no se comían los turrones al tiempo que se despedían del campeonato liguero, sino al contrario. Las sensaciones eran al fin positivas tras haber dejado atrás la máxima distancia con el eterno rival en la cima de la clasificación, que llegó a ser en esta ocasión de seis puntos, alcanzada en la décima jornada tras el pinchazo de los 'merengues' frente a su eterno rival en el Camp Nou (2-1). La diferencia se mantuvo hasta la jornada 15, fecha en la que los blancos vencían al Valladolid por 4-0 y los azulgranas sucumbían en San Mamés por 1-0.

El Madrid se queda solo tras un 'tri-liderato'

El inicio de la segunda vuelta en la presente liga está presentado una batalla campal por la primera plaza. Si las navidades detenían la competición con Barcelona y Atlético en la cima, empatados a 46 puntos y el Real Madrid como tercer clasificado con 41, la reanudación de la competición ha visto a los tres ahí arriba aunque los únicos que no lo han hecho en solitario han sido los culés, dueños -eso sí- del primer puesto en la mayor parte de la temporada. La jornada 19 se convertía en determinante para los intereses del Real Madrid, que se imponía po 0-1 en Cornellà El Prat ante el Espanyol, sacando provecho del duelo directo entre Atlético y Barcelona, partido que se saldría con empate en el Camp Nou y que recortaría las distancias en tres puntos. Y la suerte no abandonó a los vikingos una jornada después, cuando a su contundente victoria por 0-5 en casa del Betis se sumaban los nuevos empates de Barcelona y Atlético ante Levante y Sevilla respectivamente. Dos puntos menos y sólo uno entre blancos y colíderes.
Con motivo del desarrollo de la jornada 22, el conjunto colchonero se distanciaba de sus rivales en la tabla, certificando un liderato en solitario que no habían vivido desde hacía 18 años, un gran día para la parroquia rojiblanca que coincidía con el triste fallecimiento de uno de sus grandes símbolos, Luis Aragonés. El de Hortaleza no podía recibir un mejor homenaje de parte del equipo al que siempre llevó en su corazón. Homenaje que, no obstante, duró una semana, el tiempo que tardó en disputarse una nueva jornada, la 23, la del triple empate. La derrota del Atlético en Almería y los triunfos de Barça y Madrid ante Sevilla y Villarreal respectivamente, aupaban a los tres un liderato compartido con empate a 57 puntos, una situación que se ha prolongado hasta la jornada 25, la última disputada hasta la fecha, en la que sólo el Madrid ha aguantado el ritmo, imponiéndose al Elche por 3-0 sin su gran estrella, Cristiano Ronaldo, sancionado durante tres partidos por la expulsión sufrida en San Mamés y ante la negativa de todos lso comités por los que el recurso blanco ha desfilado para exhimir al luso de su castigo. La caída del Barça en Anoeta y la del Atlético en El Sadar le devuelven a los 'merengues 'la primera plaza en solitario 63 jornadas después de despedirse de ella.
En aquella ocasión, el liderato le sirvió a los blancos para certificar un nuevo título de Liga pero esta vez, Atlético y Barcelona siguen acechando, demasiado cerca como para relajarse y dar por seguro algo. Sin duda, una de las ligas más reñidas de los últimos años. Hoy, el Madrid es líder 63 jornadas después. La próxima semana es aún un papel en blanco por escribir.