En la memoria de cualquier madridista está aquella noche mágica del 20 de abril de 2011. Un todopoderoso Barcelona, dirigido por Pep Guardiola, venía arrasando en todas las competiciones y todo hacía indicar que se haría con la Copa del Rey venciendo a su eterno rival. El 5-0 obtenido esa misma temporada ante el Real Madrid, daba mucha confianza a los culés, que confiaban plenamente en hacerse con la Copa. El destino quiso que el último partido de ambos antes de la Final les enfrentase entre ellos, esta vez en Liga, donde el Barcelona aventajaba en 8 puntos a los blancos a falta de 7 jornadas. El partido acabó con empate a 1 y con la sensación de que el Real Madrid pudo llevarse la victoria en unos minutos finales apoteósicos del equipo dirigido por Jose Mourinho. La afición madridista acabó entregada a sus jugadores alentándoles de cara a la Final que se llevaría a cabo 4 días después.

Llegado el gran día, pocos parecían confiar en el Real Madrid. El Barcelona, más que respeto, transmitía miedo al aficionado blanco, que sin embargo animó más que nunca aquella noche. Conscientes de la dificultad de la gesta, la afición madridista quiso ser uno más sobre el campo y el equipo respondió a sus seguidores. El inicio del encuentro fue avasallador por parte del Real Madrid. Los de Jose Mourinho salieron al campo enrabietados, con ganas de revancha, con el único objetivo de salir esa noche campeón. La presión de Khedira, Pepe y Alonso en el centro del campo, era insoportable para los centrocampistas blaugranas que no encontraron en ningún momento la fluidez que habitualmente tenían. El paso de los minutos incrementaba el miedo de ambos a cometer un error que les costase el título y así se llegó a la prorroga. A falta de 2 minutos para concluir la primera parte de ésta, una pared entre Di María y Marcelo era culminada con un centro del argentino directo a la cabeza de Cristiano Ronaldo que batía a Pinto con un testarazo inapelable. El gol de Cristiano llevó la locura a los aficionados madridistas, que durante el breve periodo de descanso al finalizar la primera parte de la prorroga, no dejaron de animar dando al equipo las fuerzas que ya escaseaban. Tras 15 minutos más de sufrimiento para los madridistas, el Real Madrid se proclamó campeón contra todo pronóstico.

Mucho han cambiado las cosas

A diferencia de aquel año, el Barcelona llega a esta Final bastante tocado. En apenas 4 días ha sido eliminado de forma sorprendente por el Atlético de Madrid de la Champions League y se ha complicado sus aspiraciones al título de Liga con la derrota ante el Granada. Este batacazo no es más que la gota que ha colmado el vaso tras una temporada llena de problemas extradeportivos, jugadores en baja forma y un entrenador continuamente cuestionado. A pesar de todo esto, las casas de apuesta dan como favorito al Barcelona para alzarse con la Copa, tras las dos victorias en Liga de los culés frente a los blancos.