La tinta de la vieja pluma traza un punto y a parte en la última página de un libro que ya no da más de sí. Echar la vista atrás, en el sinfín inagotable de hojas pasadas, casi asombra hasta a su propio autor; más aún a aquellos que, absortos en el guión de una historia increíble, asisten con inusitada expectación a un final que desconocen. Fue el relato de unos hombres decididos a conquistar un cielo azul con arañazos de grana, a grabar sus nombres con letras de fuego en la leyenda de una lid de la más absoluta exigencia, del más solícito pundonor. Durante capítulos y más capítulos, sus gestas atraparon a propios y extraños, más allá de la lealtad a un estandarte y, tras años de guerras ganadas, tierras conquistadas y odas escritas en su memoria, el libro concluye en un final difuso de nostálgico recuerdo. Las espadas en alto dieron lugar al desaliento que extingue la llama de lo que muchos desearon eterno, y el campo de batalla rememora ecos con espejismos de victorias y reconocimiento. Nada es para siempre e incluso las mayores proezas solicitan un final. A veces no es el elegido, el soñado pero de una u otra forma, a todo inicio le corona un fin.

El pensamiento vaga confuso en la mente del que asciende las escaleras hacia su polvoriento desván con el libro bajo el brazo. ¿Es el momento de guardarlo y enterrar, entre el seco crujido de las agujas de un reloj, las vivencias relatadas? Pocos argumentos acudirían a respaldar tal voluntad, de no ser porque en ese mismo habitáculo de nostalgia y recuerdos donde yacen las grandes gestas del pasado, descansa una historia no menos magnánima que aquella que duda en respirar sobre el paso de un tiempo implacable pero inmune al olvido.

Duelo de leyendas

Ataviados de blanco, en un tiempo con menos color pero quizás más pureza, daba inicio otra leyenda cuyos ecos recorrieron el mundo en un clamor de superación, lucha, perseverancia y ambición. Los puentes de la admiración construyeron caminos interminables para la elaboración de aquella obra que parecía no tener límite ni fin. Lo etéreo hecho tangible; lo imposible hecho real; lo incalcanzable, preso en las palmas de manos convertidas en puños, celebrando victorias. Y no exentos de caídas, las rodillas sobre el lodo fueron, históricamente, el primer apoyo antes de alzarse, confiriéndole aún mayor grandeza a un gigante que en los últimos tiempos ha permanecido a la expectiva de otros relatos, de otras odas, de otros triunfos, aguardando su momento.

La voluntad y el destino, a sus pies por el primer título de la temporada

Dar continuidad a una leyenda, la del Barcelona, que amenaza con dar sus últimos coletazos pero que siempre sorprende con una página más, la reticencia a capitular. O rescatar la mística del Madrid, adormecida de un tiempo a esta parte pero con la perpetua advertencia de volver, latente en su aura, inquebrantable. La duda es humana, aunque las hazañas escritas por uno y otro, superen la condición terrenal; por eso, tan loco como sensato, el dudoso autor acabará enfrentando leyendas para que blancos y azulgranas sean los únicos responsables de dar continuidad a su historia o de relegarla en espera de tiempos mejores. La pluma, la voluntad y el destino, a sus pies en la lucha por el primer título de la temporada.

La senda del Barcelona hasta la final

Seis de diciembre de 2013. El balón echaba a rodar en el estadio de Cartagonova entre un ilusionado Cartagena y el todopoderoso FC Barcelona, que ya en aquel primer choque vislumbraría, en forma de espejismo lo que acabaría dando de sí la temporada: sorpresas, hechos inesperados y una pugna constante por devolver la lógica a su cauce. Fernando adelantaba a los suyos en el minuto 17 de partido, haciendo estallar de júbilo las gradas de un estadio entregado a los suyos, en la ilusión de una meta imposible, cuya dificultad se vería pronto plasmada en el marcador; más concretamente en el 39 de partido cuando Pedro se encargaba de recordarle a los cartageneros que enfrente estaba el Barcelona y que la ventaja en el luminoso había de ser sólo algo anecdótico -que no es poco en la cuna de equipos humildes-. Cesc ratificaba la cruda realidad en el 45 con el segundo tanto para los suyos, el que adelantaba por primera vez al conjunto azulgrana en el partido y también en la eliminatoria. La dura confirmación llegaría de botas de Pedro en lo que ya era una fiesta culé que no quiso perderse uno de los canteranos de oro: Dongou, autor del definitivo 1-4.

Cartagena y Levante se adelantaron en el marcador, haciendo saltar la sorpresa

La vuelta en el Camp Nou no era sino una despedida a lo grande para el Cartagena, sabedor de lo difícil que lo pondrá el destino para llevarle de nuevo al coliseo azulgrana y mover el balón en un césped cargado de historia. En esta ocasión y pese a la seriedad planteada por el conjunto murciano, no habría espacio para la vana ilusión: Pedro se encargaría, otra vez, de cerrarle las puertas los sueños más imposibles del Cartagena con el 1-0; un desarrollo que no por normal resultaba menos amargo y al que se sumaría, para más inri, el autogol de Mariano. El definitivo 3-0 (1-7) en la eliminatoria lo pondría el flamante fichaje barcelonista, Neymar, confirmando de forma oficial lo que ya llevaba muchos minutos -incluido el partido de ida- siendo una realidad: el pase del Barcelona a los octavos de final.

La siguiente ronda midió a los azulgrana ante un rival de mayor envergadura, uno de primera división como el Getafe. El choque de ida tendría lugar, esta vez en Barcelona, donde los hombres del Tata Martino dejaban prácticamente encarrilada la eliminatoria de pase a cuartos. Dos goles de Cesc y otros dos más de Messi resultarían suficientes para rematar a los getafenses en el choque de vuelta. Y el guión se cumplió con dos nuevos goles y un inédito casillero de tantos a favor para el equipo madrileño, que no lograba marcar ni una sola diana ante su rival. Leo Messi, por partida doble, dejaba sentenciada la eliminatoria sin darle al Getafe la menor posibilidad de revertir la complicada situación con la que los madrileños viajaban desde Barcelona.

La contundencia del conjunto azulgrana parecía inquebrantable y de eso dieron buena muestra los bareclonistas en los cuartos de final, ante otro primera, el Levante. De nuevo bajo la condición de visitantes en el primer choque, como ya sucediera en diecisesiavos, los del Tata dejaron sentenciada la eliminatoria en 90 minutos, merced de los cuatro goles anotados ante su rival levantinista, que curiosamente se veía por delante en el marcador gracias a la diana de El Zhar, que adelantaba a los suyos con media hora de partido disputada. Juanfran, en propia puerta, se encargaba de echarle el correspondiente jarro de agua fría a los suyos y encauzar el triunfo de los barcelonistas, que no desaprovecharon el regalo y que, mediante un hat-trick de Tello convertían el partido en el Camp Nou en un mero trámite; algo que quedó confirmado a pesar e no evitar tampoco en su propio feudo el susto inicial, gracias al tanto de Sergi Roberto en propia puerta, que le devolvía la "ayuda" a Juanfran. En esta ocasión, los encargados de solventar la 'papeleta' serían Puyol, Alexis -por partida doble- y Cesc, que rubricaban el definitivo 5-1 en el marcador.

La Real Sociedad complicó las cosas al Barça en 'semis'

El paso previo a la gran final midió a los azulgrana con la Real Sociedad en una eliminatoria que no estuvo exenta de emoción. El duelo de ida tendría lugar en tierras catalanas y si bien los culés encarrilaban el pase, cumpliendo con la dinámica que venían marcando en la competición, esta vez el marcador no era tan amplio como para convertir la vuelta en una formalidad. Busquets en el 44 y un gol en propia puerta de Zubikarai en una Real con 10 jugadores hacía que los donostiarras apelasen a una épica posible en el partido de vuelta, donde la afición 'txuri urdin' se confabuló para empujar a los suyos. Y a punto estarían de lograrlo los hombres de Jagoba Arrasate. El tanto de Messi en el 27 tocaba la moral de los locales, que desarrollaron un buen partido yo que veían sus esperanzas renacer con el tanto de Griezmann, un gol que, sin embargo, llegaba demasiado tarde (minuto 87).

La senda del Madrid hasta la final

El Olímpic de Xàtiva cerró el choque de ida con un sorprendente 0-0

Arranque extraño para los hombres de Carlo Ancelotti, que debutaban en la competición como invitados de lujo a casa del Olímpic de Xàtiva, equipo humilde que, como suele ocurrir en estas ocasiones, preparaba el recibimiento al Real Madrid por todo lo alto; no así los jugadores, que no pensaban ponerle las cosas fáciles a los blancos y que dejaron buena muestra de ello en el 0-0 con el que culminaba el primer choque de la eliminatoria, dejándolo todo abierto para un soñado pase en el Santiago Bernabéu. La hazaña se tornó imposible en el coliseo madridista, aunque la huella dejada por los jugadores del Xàtiva sería más que digna; sólo los goles de Illarramendi y Di María evitarían el descalabro madridista ante un conjunto de la Segunda División B.

Con la lección aprendida por los excesos de confianza y ante un rival de Primera División enfrente, los blancos plantearon un partido muy serio en el Bernabéu ante Osasuna. Allí, los goles de Jesé y Benzema encauzaron el pase a los cuartos de final, aunque aún restaba el difícil desplazamiento a El Sadar, un campo históricamente complicado para los 'merengues', una auténtica prueba de fuego que se superaba con nota. El conjunto madridista certificaba un nuevo triunfo en tierras navarras, merced del 0-2 anotados con los goles de Cristiano Ronaldo y Di María, una eliminatoria plácida que hacía que ni siquiera la expulsión de Coentrao en el 85 fuese un hecho a lamentar.

Los cuartos de final desplazaban al equipo de Carlo Ancelotti hasta Cornellà-El Prat, donde esperaba un aguerrido y serio Espanyol. Sangre, sudor y lágrimas le costaría a los vikingos decantar la balanza de la eliminatoria a su favor con un solitario tanto de Benzema en el minuto 25 que se presumía insuficiente como para bajar la guardia en Chamaratín. Y no lo hicieron los blancos, autores de una nueva victoria en casa ante el Espanyol con otro solitario tanto, en esta ocasión de Jesé, en el 7, un encuentro que en esta ocasión se vería complicado para los intereses 'periquitos' con la expulsión de Víctor Sánchez en el 77.

El derbi de semifinales supuso la particular 'vendetta' del Madrid

Si para los barcelonistas, las semifinales se habían erigido como la eliminatoria más complicada de todas, a los 'merengues', a priori, les esperaba lo mismo en un derbi contra el Atlético de Madrid, equipo que ya había arañado tres puntos a los blancos en el Santiago Bernabéu pero que sin embargo, sucumbía por un contundente 3-0 en el coliseo 'merengue'. Allí, los tantos de Insúa en propia puerta, de Jesé -imparable el canterano- y de Miranda, también en propia meta, acabaron por condenar a un Atleti que, sin embargo, no se daba por vencido y apelaba a la épica en su campo, volcado con los suyos. En aquella ocasión, sin embargo, la fortuna dio la espalda a los colchoneros y la realización de dos penaltis bien ejecutados por Cristiano Ronaldo sentenciaron a los hombres del Cholo y firmaron su particular vendetta por la derrota en la final de Copa.

La redención blaugrana

Una extraña apatía y una novedosa resignación dotan al Barça de una sensaciones que no gustan a los suyos

Lo que empezaba siendo una temporada de récords y números intratables que no hacía, sino prolongar la hegemonía barcelonista, encara la recta final con una sensación extraña: voló la Champions League lejos del Camp Nou y si bien la Liga aún no ha dicho adiós de forma definitiva, sí parece reticente a dejarse revalidar por el conjunto azulgrana. Lo peor, el cómo. La sensación dista mucho de ese derroche de fuerzas físicas y alma con la que los culés han coronado sus conquistas en los últimos años y una extraña apatía, mezcla quizás de cansancio y novedosa resignación dota al Barcelona de unas sensaciones que no gustan a los suyos. Sin embargo, siempre está esa página en blanco que aparece cuando el libro parecía ya concluso para conferirle una última oportunidad a los azulgrana: la final de Copa ante el eterno rival.

Un triunfo en tan importante encuentro, no sólo supondría la conquista del primer título en liza esta temporada, sino que también llevaría implícito ese algo más que conlleva la victoria ante el eterno rival; despojarle de la posibilidad de un título y sumarlo a las vitrinas propias, un golpe con doble efecto que sólo puede lograr una final. Para muchos, esto resultaría insuficiente para un conjunto que optaba a todo y lo hacía, además, con buena marcha y posibilidades pero si el pasado ya no puede modificarse, el futuro es aún una historia por escribir y en este caso, una historia que continuaría prolongándose sin firmar una campaña en blanco. Esta es, pues, la única forma, el único camino para que el FC Barcelona logre la redención de los suyos, tocados pero no hundidos e ilusionados, a pesar de todo.

La oportunidad blanca

El Madrid acepta su rol de 'no favorito' y centra su atención en las semifinales europeas

Por contra y a pesar de la irregularidad con la que el Real Madrid dio inicio a la temporada, los pupilos de Carlo Ancelotti batallan aún por todo. En semifinales de la Champions League -su perpetuo muro en estos tres últimos años-, y ocupando la segunda plaza en Liga por detrás del Atlético -con tres puntos menos y el gol average en contra- después del pinchazo del Barcelona en Granada y a las puertas de la final copera, tampoco las sensaciones alejan del todo la extrañeza. Conscientes de que su rival se juega toda la temporada en 90 minutos ostentando, además, la condición de favorito, los blancos parecen centrar su particular foco de atención en otras lides, tales como la Champions e incluso la Liga, que ahora mismo se presume muy complicada pero no imposible.

Plagado de ausencias -también el Barcelona- el hecho de que Cristiano Ronaldo, su gran buque insignia, no pretenda forzar para estar en esa final copera y sí para volver en la máxima competición continental, confiere una idea extraña sobre la final. Los blancos asumen su rol de 'no favoritos' y afrontan el choque con la tranquilidad de que el que puede tropezar aquí tiene aún asideros donde sujetarse para prolongar la ilusión y la esperanza de los suyos. No obstante y ante las dudas que genera el FC Barcelona en este momento, parece evidente que si los de Ancelotti le dieran el 'golpe de gracia' a los culés, esto se tomaría como algo similar a un cambio generacional, ese relevo que el madridismo busca desde los últimos años frente a un ciclo que se niega a tocar a su fin.

El FC Barcelona llega sin defensa

Si al ambiente enrarecido que se respira en Can Barça se le podía sumar aún algo que influyera en él de forma más negativa eso es la ausencia de centrales de cara al choque ante el Madrid. Los del Tata Martino llegan en cuadro a la final copera, con tocados, lesionados y pocos hombres al 100%. Cabe recordar que Gerard Piqué caía lesionado en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League ante el Atlético en el Camp Nou. Con una fisura en la cadera, el central barcelonista ha tratado de forzar su regreso lo antes posible, aunque de momento su presencia en Mestalla sigue pareciendo muy complicada; como tampoco es segura en el canterano Bartra que, con una sobrecarga en los isquiotibiales, causaba baja en el choque liguero ante el Granada. Estas ausencias o dudas, cuanto menos, se suman a las de los lesionados de larga duración, Jonathan Dos Santos, Isaac Cuenca y el descartado Afellay.

Puyol se ofrece en una zaga sin Piqué y con la duda de Bartra

Ante esta situación ha sido el capitán barcelonista, Carles Puyol, el que ha dado un paso al frente y a pesar de todo el tiempo que lleva sin jugar por su lesión, se ofrece a ser quien acompañe a Mascherano en el eje de la zaga azulgrana, que sólo parece tener asegurada la presencia de sus laterales: Jordi Alba y Dani Alves. Teniendo en cuenta que Puyol lleva varios meses sin pisar un terreno de juego, enfrentarse a un regreso en una final de Copa contra el Real Madrid en el que podría ser el único título culé de esta temporada, no parece lo más recomendable y es, por tanto, un desafío a la altura de Carles Puyol, que además pondría punto y final a su etapa como azulgrana alzando la copa al cielo de Valencia.

Más allá de las dudas en defensa, una de las bajas más sensibles de los barcelonistas estará, sin duda, en la portería, aunque Víctor Valdés suele ceder la salvaguarda de su portería a Pinto en la Copa del Rey, saber que detrás está el de Hospitalet ocupa plaza en el banquillo ante posibles contratiempos resulta todo un alivio para el Tata y compañía; no será así esta vez y en Pinto se depositarán de forma plena las esperanzas por que la pólvora del Madrid se moje.

El que sí estará, aunque aquí la duda es cuál será la versión que exhiba de sí mismo, será Leo Messi. El argentino vive una temporada anómala que lanzaba su primer capítulo con la lesión que en navidad le apartaba de los terrenos de juego prácticamente un mes para llevarle a Argentina a recuperarse. Aunque muchos pensaron que el de Rosario sería el mismo a su regreso, lo cierto es que después de algunos buenos partidos, Messi sembró dudas en sus últimas actuaciones, mostrándose incapaz de echarse al equipo a las espaldas y tratando, al menos, de rescatarles de la eliminación europea y de seguir manteniendo las opciones en Liga. Todos esperan ahora que la motivación de tener frente a sí al Real Madrid, equipo que además se le da bien al argentino, resulte suficiente para recuperar la mejor versión del astro argentino.

Las lesiones azotan también al Real Madrid

Si el Barcelona llega a esta final copera con los centrales en cuadro, las bajas en defensa para el conjunto blanco se centran en los laterales: ni Marcelo ni Arbeloa serán de la partida para Carlo Ancelotti, que no obstante tiene repuestos de garantías para uno y para otro. Pocas dudas suscitan, a priori, la presencia de Dani Carvajal y Fabio Coentrao en los laterales de la zaga. Y es que la ausencia más notable para el conjunto 'merengue' sería la de Cristiano Ronaldo. El astro luso arrastra molestias desde el partido liguero ante el Rayo Vallecano y no ha estado en ninguno desde entonces; ni siquiera en el vital encuentro de su equipo ante el Borussia Dortmund en Alemania, cuando los hombres de Jurgen Klopp rozaron la gesta con dos goles que pusieron a prueba el nerviosismo del propio Cristiano, incapaz de sentarse en el banquillo y de dejar de azuzar a sus compañeros.

Sin Cristiano ni Jesé, ni Marcelo ni Arbeloa

Sus ansias por regresar a los terrenos de juego pugnan con la cautela ante una lesión que podría agravarse si no se trata como debe; de ahí, que las urgencias en el cuerpo técnico del Real Madrid pasen por recuperar a Cristiano de cara a la semifinales de la Champions League, relegando a un plano secundario, nada menos que la final copera ante el Barcelona. Tales son la ganas del portugués por volver que ni siquiera su entrenador ha descartado que el luso vaya a ser de la partida en Mestalla, si bien la cautela es necesidad extrema en este momento.

La lesión de Jesé Rodríguez, que se rompía el ligamento cruzado en el partido de vuelta de la Champions League frente al Schalke 04 hacen que el recambio natural de Cristiano en su posición tampoco pueda estar disponible para Ancelotti. Al canario le espera una larga recuperación que podría hacerle regresar de cara a la próxima temporada, por lo que previsiblemente el técnico italiano del Real Madrid coloque a Di María en la posición de Cristiano, supliendo a su vez la posición que habitualmente viene ocupando el de Rosario con Isco o Illarramendi en función de lo que busque en el centro del campo. Otra opción sería la de mover a Gareth Bale hasta la izquierda como un segundo Cristiano y devolver a Ángel Di María a la posición que ocupase desde la pasada campaña hacia atrás en la banda derecha. Opciones y alternativas, desde luego, no le faltan a Carlo Ancelotti.

En la portería estará -presencia segura- Iker Casillas, el guardameta de la Copa y la Champions. El mostoleño podría concluir la competición imbatido si logra que la artillería barcelonista no logre rebasar sus dominios.

Adiós al equilibrio

Barcelona y Real Madrid se han visto las caras en seis finales de Copa del Rey a lo largo de toda su historia: en tres de ellas se alzó con el triunfo el conjunto azulgrana, mientras que en las otras tres lo hizo el madridista. El duelo de esta noche, por tanto, decantará la titánica balanza que les mantiene en igualdad. El primer enfrentamiento tuvo lugar allá por 1935 y la copa volaría hasta la vitrinas de Chamartin, merced del 2-1 consguido con los goles de Hilario Eugenio y Simon Lecue, que el solitario tanto de Jose Escola se encargaría de maquillar. Duelo disputado en Mestalla. 1968 igualó la pugna con la primera conquista para el Barcelona ante su eterno rival, gracias al solitario gol de Fernando Zunzunegui en el Santiago Bernabéu.

Tres finales para el Barça ante el Madrid y tres para los blancos ante los azulgranas

Los blancos volverían a adelantarse en el particular contador de Copas contra el Barcelona en 1973 con el 4-0 endosado a los azulgrana en el Vicente Calderón; goles de Carlos Santillana, Benito Rubiñán, Francisco Javier Aguilar y Pirri. Y nueve años después, la balanza volvía a equilibrarse cuando la Copa cruzaba otra vez sus caminos en La Romareda. Víctor Muñoz adelantó a los culés para que Carlos Santillana devolviera las tablas a un marcador al que Marcos Alonso daría el zarpazo definitivo en favor del FC Barcelona. 2-1.

Por primera vez en el marcador históricos, los azulgrana se impusieron a los 'merengues' con la final de 1990, disputada en el estadio Luis Casanova de Valencia; allí, los goles de Guillermo Amor y Julio Salinas resultarían suficientes ante un Madrid incapaz de perforar la meta rival. La definitiva igualada llegaría en 2011, final disputada también en Mestalla, que exigiría de una prórroga para que Cristiano Ronaldo elevase el gol del triunfo al marcador.

Los clásicos esta temporada, para el Barça

Barcelona y Real Madrid se han medido ya en los dos partidos ligueros, saldándose ambos choques en favor del conjunto azulgrana. La primera toma de contacto de Carlo Ancelotti y Gerdardo Martino en un 'Clásico' tuvo lugar en el Camp Nou allá por el mes de octubre, en la décima jornada de Liga. Ante los goles de Neymar en el minuto 19 y de Alexis en el 78 sólo pudo acudir al rescate el canterano de moda en la presente temporada, Jesé Rodríguez, que aparecía en el minuto 91 para establecer el definitivo 2-1. Medio choque no le había servido al Madrid ante un Barcelona superior en la primera parte.

Foto: AFP / Getty Images

Las ganas de ravancha blanca no pudieron verse saciada en el choque de vuelta, disputado en la jornada 29, un choque titánico de fútbol, goles y penaltis. Andrés Iniesta adelantaba a los blancos con apenas 7 minutos de tiempo disputado para que Karim Benzema igualase en el 20 y confirmase la remontada cuatro minutos después. Un equilibrio en el luminoso del Bernabéu que no estaba dispuesto a prolongar Messi, autor del 2-2 al borde del descanso. La segunda mitad volvería a dejar tres goles más, todos ellos de penalti, como el que le servía a Cristiano Ronaldo para avanzar de nuevo a los suyos en el 55. Después sería el turno de Messi, ue con un doblete desde los once metros acabaría dándole la victoria a los suyos, un triunfo por 3-4 que recortaba distancias con el por aquel entonces líder de la clasificación.

Gerardo Martino: "Estos futbolistas marcaron un antes y un después"

El entrenador barcelonista fue la voz autorizada en la sala de prensa el día antes del encuentro. El 'Tata' defendió a sus jugadores y apeló a clásicos anteriores para que el equipo encuentre las armas que han de hacerles vencer sobre el Real Madrid, si bien también solicitó comprensión para unos jugadores que no pueden estar permanentemente en la cima: "Tendríamos que rescatar momentos de los dos Clásicos disputados. El inicio del último, cómo supimos sufrir. Tenemos que recrearlos en el partido. El Barça me parece un equipo muy transparente. Si jugamos bien, ganaremos. Este equipo, tiempo atrás, no sólo jugaba bien, sino que además ganaba. Lo que se reclama es algo que se ha visto y con estos jugadores. Entiendo lo que pide la gente de este equipo, pero se debe comprender que cada año no serás el mejor del mundo. Estos futbolistas marcaron un antes y un después de la historia de este deporte”.

El argentino aseguró que conquistar la Copa no eclipsará la decepción por las derrotas en Champions y Liga, aunque por sí sola, la Copa del Rey es una competición que goza de la suficiente importancia: "No quiero cubrirme sobre lo que no se hizo ni darle más importancia de la que toca. Es la final de la Copa. No ahogaría el sentimiento que tenemos sobre las otras dos competiciones”. Por esta razón, la confianza de Martino en sus hombres es máxima: “No creo que jugar finales se convierta una rutina. No me parece justo dejarla de lado. Anímicamente no tendremos problemas”

Andrés Iniesta: "Es un título, la alegría para la afición y para nosotros"

"Cuando las cosas no salen, te jodes, te levantas y sigues; no te rindes"

Uno de los estandartes del vestuario azulgrana hablaba también el día previo a la gran final, dando la cara por sus compañeros y lamentando que no siempre todo pueda ir como uno quiere. Con serenidad y temple, el mago de Fuentealbilla apremió a los suyos a no rendirse y alzarse ante lo adverso: omos los primeros en hacer autocrítica y cuando fallamos nos duele. No eludimos nuestra responsabilidad, pero a veces las cosas no salen. El que es culé quiere al Barça cuando gana y cuando pierde. A todos nos gustaría siempre el mundo de rosa, pero no siempre es así. Cuando las cosas no salen te jodes, pero luego te levantas y sigues, no te rindes. Lo que queda es intentar hacer las cosas bien que es nuestra obligación y para lo que nos exigen. La afición estará con el equipo pase lo que pase. A día de hoy tenemos que pensar en lo que nos queda para intentarlo hasta el último suspiro. Lo que no puede faltar es el intentarlo”.

El manchego se refirió tambíen a la importancia de la Copa, a la que no desmerece en absoluto: La Copa siempre ha importado, siempre es un título, es una final y un título que a todos nos haría muy felices ganarlo. Es cierto que la exigencia de los últimos años da más importancia si cabe". pro esta razón, Iniesta señalaba la necesidad del Barcelona de ofrecer a su afición el primer título de una temporada que no puede quedarse en blanco: Si queremos ganar la Copa tenemos que dar nuestra mejor versión contra un rival muy potente. El equipo está capacitado para ganar y jugar bien. Es un título, la alegría para la afición y para nosotros. A partir de ahí no queda otro pensamiento que ganar”.

Ancelotti: "Hemos trabajado todo el año para jugar de una manera"

El entrenador del Real Madrid compareció en la mañana previa al día del encuentro y se mostró sereno y confiado en las posibliadesdes de los suyos ante un duelo por el que han peleado desde el inicio de la temporada: "Es una final y vamos intentar ganar el partido con nuestra calidad. Hemos trabajado todo el año para intentar jugar mañana de una manera. Es la única solución que tenemos para ganar esta final".

El técnico italiano expresó lo que espera del equipo sobrel el verde de Mestalla y aunque se lamentó por la ausencia confirmada de su gran estrella, también destacó el trabajo del bloque: "Espero trabajo en bloque y hemos entrenado para esto. Están todos lo jugadores muy motivados, con mucha ilusión y muchas ganas para este partido. Lo hemos planteado bien. Esta mañana he sabido que no puedo contar con Cristiano Ronaldo. Tenemos bajas de varios jugadores, pero tenemos mucha confianza. Este equipo siempre ha trabajado bien y podemos hacerlo muy bien mañana".

Iker Casillas: "Queremos empezar ganando el primer título de la temporada"

"El equipo ha realizado una gran Copa; queremos poner la guinda al pastel"

No apareció sólo en la sala de prensa de Valdebebas Carlo Ancelotti; Iker Casillas estuvo a su lado para ser la voz del vestuario en las horas previas a la gran final. El capitán 'merengue' expuso su conciencia de las dificultades que va a encontrarse el equipo aunque también expresó su confianza en las posibilidades del Madrid: "El equipo ha realizado una gran Copa y queremos poner la guinda al pastel. Sabemos que no va a ser fácil, será un partido vibrante con grandes jugadores, pero nosotros confiamos en nuestra manera de jugar y creemos que vamos a conseguir esa Copa del Rey”.

El guardameta 'merengue' destacó el trabajo de la temporada que ha venido efectuando el equipo y se congratuló porque el Madrid sigue vivo en todas las competiciones en ese momento en el que todo se decide: “La labor que tiene que hacer el equipo es la que está haciendo a lo largo de la temporada. Hace ocho meses queríamos depender de nosotros mismos y estamos en esa línea. Estamos en una final de Copa, en las semis de Champions y en Liga estamos luchando por el primer puesto. Queremos empezar ganando el primer título de la temporada con la ilusión que venimos haciéndolo hasta ahora”.

Todos a Valencia

El 'Tata' Martino daba a conocer los nombres de los 24 futbolistas que se lleva a Valencia con motivo de la disputa de la final. Bartra, Puyol, Piqué Dos Santos y Cuenca forman parte de ella, aunque todos viajan sin el alta médica y por tanto se presume improbable que puedan ser de la partida para su entrenador. No obstante, la importancia del duelo y todas las connotaciones que este lleva consigo, hace que el técnico barcelonista se lleve a jugadores de un gran peso específico dentro del vestuario, tales como el propio Puyol, capitán del equipo Piqué, independientemente de que vayan a estar en el césped de Mestalla o no.

Esta es la convocatoria del FC Barcelona

Porteros: Pinto, Oier.
Defensas: Montoya, Piqué, Cesc, Puyol, Mascherano, Bartra, Jordi Alba, Adriano, Dani Alves.
Centrocampistas: Xavi, Pedro, Iniesta, Jonathan Dos Santos, Busquets, Song, Afellay, Sergi Roberto
Delanteros: Alexis, Messi, Neymar, Tello, Cuenca

De igual modo, también el Real Madrid daba a conocer la lista de, en este caso, 20 futbolistas que Ancelotti se lleva para la final, una lista en la que no están Cristiano Ronaldo, Jesé, Arbeloa ni Marcelo que, con toda seguridad viajarán a Valencia el mismo miércoles de cara a no perder una sesión de recuperación en lo que a sus respectivas lesiones se refiere pero también a poder estar con su equipo en la gran final.

Esta es la convocatroria del Real Madrid:

Porteros: Casillas, Diego López y Jesús.
Defensas: Sergio Ramos, Pepe, Varane, Carvajal, Coentrão, Nacho y Llorente.
Centrocampistas: Xabi Alonso, Illarra, Isco, Bale, Casemiro, Modric y Di María.
Delanteros: Benzema, Morata y Willian José.

Posibles 'onces'

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Sobre el autor
Jessica Galera
Mis dos grandes pasiones son la literatura y el fútbol. Me encanta, especialmente, el género literario de la fantasia, todo aquello que no entiende de límites y que transmite la idea de que cualquier cosa es posible. Y esta idea la hago extrapolable al fútbol. Me encanta cualquier jugador que hace de este deporte fantasía. Soy autora del libro 'La Última Alianza' , Managing Editor en VAVEL.com y redactora de la sección del Real Madrid.