El reloj avanza con paso firme hasta llegar a las 22:00 del miércoles 16 abril, fecha y hora donde todas las miradas estarán puestas en un lugar, Mestalla. La capital del Turia acogerá mañana la reedición de la batalla de 2011, mismos equipos, diferentes protagonistas, diferentes banquillos y diferentes retos.

Vayamos por partes, diferentes protagonistas porque las plantillas han cambiado, es lógico, pero también porque el hombre que tocó el cielo con su cabeza aquel día verá el partido desde una de las butacas del estadio valencianista, ese hombre es Cristiano Ronaldo.

Diferentes banquillos ya que Pep Guardiola emigró a Munich a dirigir al mayor coloso de Europa en estos momentos. José Mourinho acudió al rescate del equipo de sus amores para evitar que se hundiese en lo más profundo del Támesis.

Ancelotti aún no ha ganado a los culés como entrenador blanco, la de mañana será la tercera oportunidad

Los retos han cambiado y estos van en función de cómo se va desarrollando la temporada. El objetivo común que persiguen tanto Martino como Ancelotti es el de alzar el título de campeón, aunque por diferentes razones. El técnico culé para salvar una temporada tremendamente complicada tanto en el ámbito extradeportivo (Rosell y el ‘caso Neymar’, Leo Messi, lesiones, despedidas, sanciones…) como en el deportivo donde el equipo ve en este partido el único clavo al que agarrarse y no firmar un año en blanco confirmando así el tan temido cambio de ciclo.

Por su parte Ancelotti tiene otras razones claras y retos más tirando hacia lo personal. Como entrenador blanco sabe lo que es ganar al Atlético de Madrid (le endosó un 5-0 en semifinales de Copa del Rey entre la ida y la vuelta) aunque no en Liga, lo que complica ese título. Lo que aún no conoce es la sensación que produce una victoria sobre el FC Barcelona. Los dos encuentros ligueros los cuenta por derrotas y es una dinámica que quiere cambiar. No le gusta la fama que se le ha colgado de ser un entrenador que se achique ante los grandes, buscará ser valiente y qué mejor que ante el Barcelona y con un título de por medio, el caso es que hay muchas cosas que cambiar.

FC Barcelona 2-1 Real Madrid (26-10-2013)

Primer Clásico de la temporada donde Carletto llegaba envuelto en un mar de dudas y con un Barcelona ensalzado incluso por haber recuperado aspectos ya perdidos como la presión tras pérdida o el balón en largo a la espalda de la defensa rival.

El de Reggiolo estaba descolgado en Liga y casi descartado para un título que quedaría fuera del alcance de los blancos si no se puntuaba en el Camp Nou. El miedo pudo con el italiano sabedor de que el sistema y el once que sacó ante los blaugranas no suponía otra cosa que un paso atrás en la búsqueda del esquema que dotase de aquel animal mitológico por entonces conocido como ‘equilibrio’.

Carlo experimentó con Ramos de mediocentro y Bale de delantero. En el 55' rompió su propio plan

Muchos eran los problemas que envolvían a Ancelotti. El primero de todos venía ya de antes, Di María estuvo más fuera que dentro en pretemporada mientras que en este inicio de campeonato estaba siendo el jugador más importante de los madridistas junto a Cristiano Ronaldo y a Luka Modric. Terminó siendo un valor positivo para Carlo quien no sabía como reaccionar ante el resto de problemas.

Gareth Bale llegó al club en verano por un precio de 91 o de 101 millones de euros, eso pocos lo saben y parece que nunca lo dirán. El galés llegó sin pretemporada

y arrastrando problemas musculares por este motivo, se antojaba complicadísimo que el ex del Tottenham jugase dos partidos consecutivos o que tan siquiera disputase los 90 de seguido. Pero claro, pagar ese dinero por un futbolista casi obligaba a Carlo a colocarle de inicio. Esta ‘obligación’ se juntó con el problema del 9.

Karim Benzema estaba siendo discutidísimo por una afición que no entendió por qué en verano salió del club Gonzalo Higuaín y que menos aún entendía por qué el francés contaba con un sitio en el once por decreto de un Ancelotti que no quería contar con un Morata lanzado y con hambre de triunfar.

Cristiano reclamó un penalti con 1-0, Benzema la estrelló en el poste y Alexis sentenció con una maravilla

El miedo a perder hizo que Ancelotti saliese con la defensa de cuatro habitual introduciendo la novedad de Varane para adelantar la posición de Sergio Ramos y colocarle de escolta de Modric y de Khedira. Arriba el problema del 9, el momento de Di María y Cristiano y la particular situación de Bale hizo que el tridente lo formasen el portugués y el argentino con el galés de delantero centro. El resultado de sobra es conocido.

El equipo blanco comenzó a jugar cuando sacó a Sergio Ramos del campo y colocó un delantero centro, ya era tarde y los madridistas cayeron por 2-1 y dijeron ‘hasta luego’ a las opciones de proclamarse campeón.

Real Madrid 3-4 FC Barcelona (23-03-2014)

Mucho tiempo había pasado de la última vez que ambos conjuntos se vieron las caras. Ancelotti tenía ganas de ganar, ya había encontrado una forma fiable de hacerlo. Los experimentos hacía tiempo que terminaron. Los blancos llegaban líderes a esta cita y con la oportunidad de ajusticiar al Barcelona a quien podía dejar a 7 puntos del título a falta de 2 meses para el final de la competición.

Ramos no salió en el centro del campo, pero terminó siendo el protagonista de un encuentro que quedó marcado por la expulsión del de Camas en el minuto 64 de

Messi celebrando su hat-trick.
(FOTO: www.belfasttelegraph.co.uk)

partido. Un partido donde el entretenimiento predominaba y donde se vio a dos equipos con muy buen color. Se dudaba del Barcelona tras varios meses de convulsión interna y externa y muchas críticas a un Martino que a pesar de todo seguía vivo en las tres competiciones.

Hat-trick de Messi para empañar un Madrid más que notable

Los blancos se llegaron a adelantar hasta dos veces en el marcador y dispusieron de varios minutos en el primer tiempo para haber matado el partido. El Barcelona estuvo grogui y con la pistola en la cabeza durante unos minutos donde los de Ancelotti desplegaron el nivel que se les venía viendo.

Benzema anotó dos, pero pudieron ser muchos más. Cristiano abrió la lata de penalti y disfrutó con espacios y Di María se convirtió en el mejor de un encuentro donde Alves reconoció que estuvo muy por debajo de su nivel, mérito del argentino, todo hay que decirlo.

Se perdió como hemos visto, los culés siguen teniendo el aura de equipo grande y ante 10, con 3-3 en el marcador (la expulsión de Ramos viene por un penalti sobre Neymar que transformaría Messi) y con la imperiosa necesidad de ganar para salir más que vivos del coliseo blanco hicieron el resto, apoyados en un nuevo penalti a falta de 6 minutos para el final.

Los blancos se adelantaron hasta dos veces en el marcador

Hat-trick de un Messi que a pesar de todo no entró mucho en juego, tres tantos para darle tres puntos de oro a los culés y transformar en un problema el nivel de los madridistas ante los equipos grandes y para alimentar las ganas de ganar de Ancelotti ante los blaugranas.

El de mañana será un partido muy diferente. Los dos test anteriores sirven para sacar muchas conclusiones, por una parte para saber cómo no hay que hacerlo, tomando como guía el primero de los encuentros. El segundo para saber cuál es el camino a seguir y saber que el mínimo despiste puede mandar al traste 65 minutos de trabajo.

El sistema ya se ha encontrado, la necesidad de ganar es latente y la crisis del Barcelona evidente, pero cuidado, Martino sigue vivo y Messi puede que enfadado.