El técnico italiano repitió esquema y planteamiento ante el Bayern. El mismo 4-4-2 y los mismo jugadores que en la final de Copa con la única excepción de Ronaldo por Bale. Ninguno de los dos cracks estaba al 100 % y Ancelotti optó por el que más impulso anímico podría dar al equipo. Isco y Di María repitieron posición y trabajo, pegados a la línea de cal y echando una mano a Carvajal y a Coentrão, magníficos ambos en defensa. Xabi volvió a encontrarse más cómodo en una línea de cuatro y Modrić fue el metrónomo del partido. Arriba, Ronaldo aportó y Benzema se exhibió. Gol y magnífico juego de espaldas a portería del francés.

4-4-2 como sistema, robar y salir rápido como modelo de juego

Ancelotti repitió el 4-4-2 de la Copa ante el Bayern

Ancelotti aceptó, al igual que contra el Barça, que a los suyos le iba a costar dominar la posesión del balón, tal y como el conjunto blanco intenta hacer en sus encuentros. Partiendo desde esa idea armó al equipo para dificultar la circulación del equipo rival, hacerla más lenta, permitiendo muchos pases horizontales y pocos verticales, evitando también que el rival llegara con peligro al área. Sin balón, las consignas estaban claras y sus hombres ejecutaron la idea a la perfección. Cuando el Madrid tenía la pelota intentaba mantener la posesión si la presión rival lo permitía, jugaba en largo si no lo hacía o salía rápido si la posesión la conseguían tras robar y tener posibilidades de contraatacar.

Gran compenetración de la línea de cuatro centrocampistas

Carletto vuelve a dar con la tecla, demostrando ser un técnico camaleónico y adaptándose a sus jugadores, al equipo rival, a las bajas o a cualquier contratiempo. Ante el Bayern, suplió a Bale, como ya había hecho antes con Ronaldo, cambiando de sistema. Tras hacer jugar a su equipo un buen fútbol en torno a un 4-3-3, ahora y ante las bajas de Ronaldo primero y Bale después, y al enfrentarse a un equipo dominador de la posesión cambia el sistema a un 4-4-2. Con esta disposición, Xabi se siente más arropado, Isco tiene hueco y trabaja al igual que Di María tanto en el centro como ayudando a sus laterales. También Benzema sale beneficiado, pues puede abandonar, como a él le gusta, su posición de 9 para bajar a recibir y que su hueco lo ocupe el otro delantero. Con este sistema, el Madrid se ha encontrado muy cómodo recibiendo al Bayern.

Pep ubicó muy bien sus piezas para tener superioridad por dentro y poder circular

Sin balón, Isco y Di María se cierran mucho, colocándose cerca de Xabi. Modrić puede soltarse y presionar al mediocentro con balón rival (imagen de arriba) y si la jugada sale por alguna banda la basculación hace que se vuelva a formar una línea de cuatro, con el interior de la banda donde está el balón pegado a la línea de cal, tapando pase o ayudando a su lateral, los dos mediocentros y el otro interior basculados. Así, brilló el Madrid en defensa y al Bayern le costó mucho filtrar pases entre líneas, pues apenas había hueco y línea de pase entre las dos líneas de cuatro bien formadas por los jugadores blancos. En esta tesitura, el Bayern y bajo el conocimiento de Pep, mandó a Robben a la línea de cal derecha y a Ribéry o Alaba a la izquierda. Kroos lanzaba en corto y en largo, haciendo que muchas veces el Madrid basculara tarde, pues con dos jugadores bien abiertos Di María o Isco a veces no podían ayudar en el centro o llegaban tarde. Así, logró superioridad el Bayern, con Schweinsteiger, Lahm, Kroos y Ribéry o Alaba (uno por dentro y el otro por fuera) contra Xabi, Modric y el interior del otro lado si le daba tiempo a bascular.

Isco fue un peón sin balón y un mago con él

El trabajo del malagueño sin balón fue muy bueno y cuando la tuvo dio pausa y claridad al juego blanco

El malagueño está de dulce y aprovecha las titularidades y oportunidades que le brinda su técnico. Ancelotti lo ha reubicado pegado a la banda, con una labor más obrera que creativa, pero el andaluz no tiene problemas en ponerse el mono de trabajo y sacrificarse por el equipo. Fantástico su partido ante el Bayern, ayudando mucho a Coentrão, que tenía un hueso duro con Robben. En casi todos los duelos, el portugués recibía la ayuda de Isco, no permitiendo casi nunca que el Bayern atacara por ese costado con superioridad y pocas veces en igualdad numérica.

Movimientos automáticos en ataque

Tras recuperar el Madrid tenía a Benzema para recibir de espaldas, dar pausa y descargar el juego

El Madrid con balón funcionó como un reloj, como si llevara años practicando la misma jugada, como si los jugadores implicados llevaran ejecutando esa misma jugada desde alevines. El Madrid recuperaba balón, si se podía el receptor era Xabi o Modrić, que tenían ante ellos una serie de movimientos con dos tipos de jugadores: los velocistas y los lanzadores. Isco y Benzema corrían a por el balón y Di María y Ronaldo al espacio. En esa tesitura, Di María y Benzema, a veces, cambiaban roles. El conjunto blanco robaba, Isco buscaba espacio para poder recibir, en primera instancia o en segunda, Benzema bajaba a recibir, controlaba de espaldas y descargaba a Isco, Modrić o Xabi, que lanzaban a Ronaldo Di María o algún jugador que llegara en segunda línea, como Carvajal o Coentrão (jugada del gol).

El Bayern fue un martillo que arrolló en los primeros 15 minutos

Hasta el gol el Bayern dominó la posesión y fue superior

Los hombres de Guardiola salieron con más intensidad los primeros minutos. Pep adelantó a los suyos, subió su defensa hasta al medio campo, dispuso a su equipo en pocos metros y presionó, presionó mucho. El Bayern dominó la posesión en esos primeros 15 minutos (ver imagen de abajo), con un extraordinario Alaba creando superioridades y peligro por dentro y por fuera. El factor clave de los alemanes fue el cambio de chip tras perder el balón. Rápidamente, cambiaban el rol cuando los blancos recuperaban el balón, presionando intensamente y muy arriba.

Robben y Ribéry o Alaba abrían el campo, haciendo que Isco y Xabi por izquierda y Modrić y Di María por derecha tuvieran que bascular mucho. En esa tesitura, el Bayern metía un hombre más por dentro, creando superioridad numérica por el centro que le hacía controlar el partido.

Tras el gol, el Bayern arriesgó menos y el Madrid controló

El gol del Madrid hizo que el Bayern se replanteara tener a tanta gente para circular

El primer estadio va desde el comienzo del partido hasta el gol del Madrid, poco después del cuarto de hora. Hasta ese momento, el Bayern sumaba efectivos en la zona ancha, despreocupado, sabiéndose dominador del partido, pues así era. Pero el gol del Madrid mandó un mensaje directo, sin rodeos, a Pep. El conjunto blanco lanzó una contra y marcó el primer gol. El tanto metió algo de miedo a los alemanes, que tenían la duda de sumar un hombre más en el centro y lograr una mayor superioridad, pero exponerse atrás, o no sumarlo y quedar más desprotegidos antes otra eventual contra. Ante ese miedo, el Madrid se creció y, sobre todo, en la segunda parte cambió ligeramente el guion. Ancelotti mandó a los suyos unos metros más arriba, pese a que la defensa cerca del área estaba siendo un éxito, colocó al equipo junto, pero más adelantado. Ahí, apareció Xabi para ordenar el juego, encontrando como socios a Isco, Modrić y un inspiradísimo Benzema que rozó la perfección en cuando a movimientos sin balón y recibir de espaldas para descargar el juego hacia otra zona, evitando así la presión visitante y permitiendo a los blancos dominar con la posesión muchos tramos de la segunda parte.