Álvaro Arbeloa siempre va de cara y la última muestra es una entrevista concedida a la revista Jot Down en la que ha querido charlar de absolutamente todo lo que rodea y ha rodeado su carrera deportiva. Sin dejar nada en el aire, incluso reconoció los colores por lo que se desvivía su padre. "Mi padre era aficionado del Atleti y mucho", aseguraba.

El lateral blanco, hizo un repaso a su vida y reconoció que le gustaba el fútbol pero que no pensaba vivir de ello. Una frase de su madre le dejó marcado. "Mi madre me dijo que uno compra un billete de lotería pensando que no va a tocar, luego si toca es una gran alegría", recordaba. Así se tomó su pasión por el fútbol, forjada en el patio del colegio donde se crió en Zaragoza. Un buen día el niño pasó a ser un jovencito, juvenil del Real Madrid y con vistas a seguir formándose: "Me apunté a Publicidad, luego a Empresariales".

La etapa del Real Madrid Castilla fue especial en todos los sentidos tal y como cuenta el lateral: "Coincidimos gente como Filipe Luis, Soldado, Javi García, Jurado, De La Red, Codina, Borja Valero, Juanfran, Diego López, una generación hasta entonces no vista". Él fue de los pocos afortunados que llegó al primer equipo blanco procedente del filial madridista, lo hizo de la mano de un José Antonio Camacho que las pasó más que negras para lidiar con un vestuario que en septiembre ya era un polvorín. "Camacho les gritaba después de dar la alineación. ¡Id ahora a hablar con vuestros amiguitos de la prensa!', decía. Una etapa difícil, su máximo valedor dejó el equipo y su sustituto contra pronóstico le hizo debutar, Mariano García Remón.

"Ganábamos al Madrid 1-0, Ronaldo saltó al campo, me vio y me dijo: '¿Ahora estás con ellos?' Solo se dedicaba a jugar"

Su pase al Deportivo de la Coruña se produjo ya en la etapa de Fabio Capello, donde la situación no mejoraba a nivel de vestuario, en el que coincidió con Ronaldo justo antes de irse al equipo coruñés y también ya en la disciplina del conjunto dirigido por aquel entonces por Joaquín Caparrós. Con el brasileño tuvo una anécdota que describía perfectamente a la estrella, a la pasión hecha hombre, a las ganas de jugar sin importar el rival: "Me crucé con ellos después de Navidades. Yo por aquel entonces jugaba de central a pesar de la competencia que tenía con gente como Andrade y Coloccini. Ronaldo saltó al campo, ganábamos 1-0 y me miró alucinado. Me dijo: '¿Pero tú juegas con ellos?'. Ronaldo corría si le apetecía y marcaba tres cuando le apetecía. No he visto a nadie que definiese así, era imparable", relataba.

Ronaldo Nazario con el Real Madrid el año de Capello.
(FOTO: efemerides-deportivas.blogspot.com)

En el vestuario del Madrid de los Galácticos se sufría mucha inestabilidad, problemas internos, problemas con el míster y situaciones nunca antes vistas. El canterano blanco le resta importancia: "Al final el fútbol es un 20-30% de deporte colectivo. El resto depende de cada uno". Un colectivo que le atraía era el del Deportivo, no era el 'Superdepor' como reconoce el internacional español, pero había un proyecto que ilusionaba al joven salmantino: "Yo me fui al Dépor firmando 5 años, ni cesión ni leches. El Madrid tenía opción de recompra y se llevaba 'pasta' por el traspaso, yo imaginaba que Lendoiro no me iba a vender con tal de dar dinero al Real Madrid hasta que llegó mi agente un día y me dijo: 'Te vas al Liverpool' ", relataba el canterano. Algo que le pilló totalmente de sorpresa ya que contaba con quedarse en A Coruña bastante más de seis meses, tanto que dos días después firmaba su casa coruñesa.

"Un día llegó mi agente y me dijo: 'Te vas al Liverpool'. Acababa de dar la señal de mi casa en A Coruña..."

Llegó a Anfield, un lugar mágico donde los haya y donde coincidió con gente con la que hoy disfruta de una buena amistad, como Xabi Alonso con quien le costó entablar relación: "Con Xabi hay que madurar y pelear mucho la relación, con quien tuve buena relación desde que llegué es con Mascherano. Al final se pierde contacto con la gente. Con Juanfran me llevaba de lujo en el Castilla, hoy vivimos a 5 minutos y apenas nos vemos" explica el madridista. La llegada al Liverpool le trajo muchas cosas, la primera fue la llegada al fútbol de élite, la segunda la adaptación a un nuevo puesto, el de lateral: "Benítez me fichó expresamente para ser lateral. Es muy metódico y prepara los entrenamientos de acuerdo al partido del domingo".

Álvaro Arbeloa durante su etapa en el Liverpool.
(FOTO: libertaddigital.com)

Muchas novedades en su llegada a los 'reds', la primera fue que debutó en Premier League a mediados de febrero, la segunda es que su debut en Champions se dio ante un Barcelona donde despuntaba un chico, Leo Messi: "Además Benítez se me acercó en el entrenamiento previo y me dijo: 'Vas a jugar de lateral izquierdo, yo pensé 'éste está borracho'" confesaba Arbeloa. "No fue fácil, igual que cubrir a Cristiano, se pegan mucho a banda. Con Messi Rafa me pidió que le tapase su salida natural, la salida a izquierda para entrar hacia dentro" y fue algo que resultó como confesó el salmantino.

"Jugábamos contra el Barça, Benítez me vino y me dijo: 'Jugará de lateral izquierdo', pensé que estaba borracho"

La vuelta al Real Madrid no fue fácil para su entorno, se jugaba ir al Mundial pero la situación estaba clara: "Florentino volvía, sabía que me quería. En Liverpool estuvimos a punto de ganar una Premier y Rafa se gastó 20 millones en un lateral, Glen Johnson, entonces lo vi claro. Les dije: 'Me queda un año, tenéis recambio, venderme ahora y sacaréis algo por mi' Y así regresé" relata Arbeloa. No fue fácil, sobre todo por el desastre de Alcorcón donde estuvo: "Me marqué un tanto en propia meta". "El vestuario era un polvorín, había gritos, Guti discutió con el míster y le cambiaron, pudimos ganar 6-2, perdimos 4-0" recuerda Arbeloa.

Arbeloa y Diego Costa luchando por un balón la presente campaña.
(FOTO: mundodeportivo.com)

Mourinho era diferente, el '17' blanco guarda un buen recuerdo del técnico de Setúbal: "Uno no se imaginaba a Pellegrini gritando a Cristiano, Mou lo hacía con todos si tenía que hacerlo. Nos acordamos mucho de esa charla". ¿Qué charla? En pretemporada, ante los Ángeles Galaxy el equipo madridista perdía 2-0 al descanso, no valían los ensayos, el Madrid debía ganar, y así se lo transmitió el portugués a sus hombres. Un afán competitivo que chocó con su máximo rival, el Barcelona entrenado por aquel entonces por Pep Guardiola."Hubo mucha cera. Las cosas se empezaron a torcer tras el 5-0, no por el resultado, sino por las declaraciones de después. Valdebebas estuvo una semana empapelada con fotos de la 'manita' de Piqué" según Arbeloa.

"La tensión de los Clásicos no fue por el 5-0, sino por las declaraciones posteriores..."

Hubo choques en partidos de máxima tensión, también se le recuerda al propio Álvaro su pisotón a Villa en la final de Copa. "Me dio un codazo en carrera que me tira, al levantarme sé que lo tengo ahí en el suelo, así que le doy. Fue una forma de decirle ' aquí estoy'" recuerda el canterano. También se las ha tenido tiesas con otro conocido de nuestra Liga, el jugador de moda, Diego Costa. "Ves jugar a Costa y piensas: 'Joder, este tío lo que hace' Pero yo quiero un Costa en mi equipo, un 'rompehuevos' que va a por todos los balones y choca con todo el mundo. Cuando juegue contra él me tocará pegarme contra él y ya está" sentenció Arbeloa enterrando así una polémica que colea desde aquel cruce en Copa del Rey, el día de su segundo pisotón más recordado: "Cosas que se vieron esa noche no se las ves hacer al Real Madrid. Sabes que va más allá del límite, pero le haces saber que nosotros también podíamos ir un poco más allá. No puede dejarte intimidar".

Una clase maestra sobre lo que es fútbol, a veces visto desde un punto de vista excesivamente puritano que nos impide recordar que la picardía forma parte de la misma, siempre con nobleza y sin dejarse influenciar por el exterior, así lo cree Arbeloa: "No tengo que ser ejemplo de nadie, solamente para mis hijos". Sincero, directo y honrado, Arbeloa en estado puro.

Entrevista completa: en Jot Down.

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