La final de la Champions League es probablemente el partido más importante de la temporada para cualquier equipo y para cualquier jugador. Por eso, todos las estrellas y baluartes de los dos conjuntos combatientes deberían estar presentes en el terreno de juego. A lo largo de la temporada 2013/2014, Real Madrid y Atlético de Madrid han basado su juego en la capacidad anotadora y la seriedad en defensa los blancos y la intensidad y garra los rojiblancos. Sin duda, una de las razones de que estén estos dos equipos en la final de la competición de clubes más importante del mundo se debe a la gran temporada realizada por dos jugadores.

Estos dos miembros de las respectivas plantillas ocupan una posición parecida en el campo, la de centrocampistas creativos. Suyo es el poder de mando de su equipo en el campo, de organización del ataque, de coordinación de sus compañeros y sobre todo, suya es la magia que aporta un toque diferente en el juego de ambos conjuntos. Estos dos protagonistas son Luka Modric y Arda Turan.

Modric, el timón balcánico

El jugador croata nació en 1985 en Zadar. Tras demostrar sus dotes con el balón desde muy pequeño, recaló en las categorías inferiors del Dinamo de Zagreb, donde llegaría a debutar con el primer equipo y conseguir sus primeros títulos a nivel professional. Desde allí dió el salto en 2008 a la Premier League, más concretamente al Tottenham, donde permaneció durante cuatro temporadas, convirtiéndose en uno de los centrocampistas ofensivos más prometedores del panorama mundial.

Su llegada al Real Madrid se produciría en el verano de 2012, llegando para aportar al centro del campo madridista la calidad necesaria para volver a triunfar en Europa. Desde su llegada, ha ido poco a poco ganándose un hueco en el corazón de los merengues, siendo esta temporada la mejor del croata en la capital española.

Turan, la perla del Bósforo

Nacido en 1987, Turan es probablemente el mejor jugador turco de la última década. Debutó como profesional en 2004 con solo 17 años en el Galatasaray. El comienzo fue algo difícil para Arda, ya que fue cedido ante la falta de minutos y a su vuelta al equipo de Estambul, le costó entrar en el once titular. En la temporad 2007/2008 ya se convirtió en un miembro vital de la plantilla, que conseguiría el título de Liga.

Su éxito continuaba aumentado, y los grandes fijarían sus ojos en la perla del Bósforo. Finalmente sería el Atlético de Madrid el que se llevaría en el verano de 2011 al que fuera prometedor centrocampista. Su éxito en el conjunto rojiblanco ha sido evidente, siendo partícipe de la consecución de la Europa League, la Supercopa de Europa y la reciente Liga española.

Luka y Arda, la pausa entre la tempestad

Real Madrid y Atlético de Madrid pueden parecer a priori equipos totalmente diferentes y con apenas nada en común. Es cierto, pero hay una cosa que los une; la velocidad. El equipo madridista lleva basando sus ataques desde hace varios años en las salidas al contragolpe, por lo que necesita jugadores con gran velocidad que lleguen al área contraria en el menor tiempo posible. Por su parte, el Atlético de Madrid, y más en concreto, el del Cholo Simeone, basa su juego en la intensidad, la fuerza y la presión de sus jugadores. Por eso necesita una plantilla provista de hombres veloces y ágiles, que lleguen a cada esquina del campo rápidamente y que no den ni un segundo de respiro al rival.

Pero como en cualquier regla, estos dos equipos también tienen sus excepciones. Modric y Arda son la pausa dentro de la tempestad, son los que se salen del planteamiento habitual. Ancelotti y Simeone saben que sin estos dos hombres, sus esquemas basados en la velocidad y la intensidad no tendrían sentido, porque no puedes basar todas tus armas en un estilo, ya que si eso no resulta, estás acabado.

Foto: Dani Mullor

Modric tuvo ciertas dificultades desde su llegada para acoplarse al equipo, pero con Ancelotti, el croata se ha convertido en una pieza fundamental. El trivote en el centro del campo formado por Xabi Alonso, Di María y Luka es clave en el equipo blanco. El tolosarra aporta la seriedad y orden, el Fideo la intensidad y Modric esa pausa necesaria para abastecer de balones al veloz tridente de ataque, la famosa BBC.

En la actual plantilla madridista no hay ningún jugador de las características del croata, y por eso, cada vez que no puede jugar, el equipo lo siente. Su calidad es notoria y evidente, pero no podemos olvidar también el sacrificio que esta realizando esta temporada por el equipo, posiblemente mayor de lo esperado ante la ausencia de Khedira durante casi toda la campaña.

Por su parte, Arda es la gota de magia que completa el rompecabezas de Simeone. En un centro del campo compuesto por Gabi, Koke, Tiago, Mario Suarez o Raúl García, era necesario un jugador que aportara fantasía en el ataque. El Cholo encontró en Turan ese jugador diferente que daba otro ritmo al equipo, y que permitía a los delanteros atléticos encontrar los huecos para golear.

Foto: Jaime del Campo

La conexión Arda-Simeone se hace evidente en cada encuentro. El turco es uno de los preferidos del técnico y éste sabe como utilizarle. Le da la libertad en el campo necesaria para explotar sus virtudes y para tener ese aire fresco esencial a la hora de encabezar los ataques rojiblancos.

Comandantes de la final

Estos dos protagonistas posiblemente no acapararán las portadas al día siguiente de la gran final, pero lo que es seguro es que gran parte del mérito de la victoria del equipo que levante el título será de uno de estos hombres. Luka y Arda, Modric y Turan. El croata y el turco comandan el juego de los dos equipo que protagonizarán una de las finales de la Champions League más apasionantes de los últimos años. Esto no es solo una final, no es solo un derbi, es para muchos aficionados el partido más importante de sus vidas.