Luces y sombras en la hoja de ruta de los dos representantes del Real Madrid que participaron en la jornada inaugural de este Mundial de Brasil que ya ha visto completada la primera jornada de los dos primeros grupos en liza. Para ponerle el punto de inicio a la gran competición a nivel de selecciones, la anfitriona, Brasil, se había de enfrentar con Croacia.

Primero golpean los de Modric, gracias a Marcelo

Tanto Marcelo como Luka Modric salieron de la partida con sus respectivos combinados. El lateral brasileño lo hizo en su lugar habitual, el carril zurdo de la zaga de la verde-amarelha, al igual que el balcánico, que lo hizo desde el inicio en la medular de la selección croata. Los anfitriones salieron espoleados por los gritos de los miles de aficionados que poblaban la grada del Arena Corinthians de Sao Paulo, pero se llevaron un varapalo a los pocos minutos de juego.

Un centro raso desde la banda izquierda croata terminó dentro de la portería de Julio César, introducido por el mismo Marcelo, aunque él no quería. El madridista ganaba protagonismo involuntario poniendo por debajo a los suyos en el luminoso, aunque aún quedaban más de 60 minutos para darle la vuelta al marcador. Neymar, en dos ocasiones, la última desde los once metros tras una polémica señalización arbitral, conseguían el propósito brasileño, y le daban la ventaja en el partido a Brasil.

Los brasileños terminan celebrando

Modric, mientras tanto, y ya en el segundo tiempo, se hacía con la manija definitiva del encuentro, multiplicándose en tareas ofensivas y distribuyendo el esférico con criterio en ataque. A pesar de verse por detrás en el marcador, el croata fue de los mejores de su equipo, y de sus botas partían las grandes oportunidades de los balcánicos. Pero Marcelo sería el que terminaría celebrando, puesto que a pesar de que los de su compañero en el Madrid se imponían en el dominio, fueron los brasileños los que se llevaron la victoria.

El tardío gol de Oscar ponía punto y final a las aspiraciones croatas de al menos igualar la contienda, y le daba la primera victoria del Mundial a Marcelo y los suyos, obligando a Modric, que acabó tocado el encuentro, y su selección a remar para, al menos, llegar a los seis puntos en la clasificación del Grupo A.