Ya conocemos los primeros cruces de octavos de final. Los conjuntos que comenzarán a jugarase el Mundial en duelos directos empiezan a conseguir los billetes para octavos, y aunque algunas selecciones ya los tenían desde la segunda jornada, no será hasta esta tercera, y última, de la fase de grupos cuándo conocemos la entidad y la situación de todos ellos.

La samba pone rumbo a octavos

En el Grupo A, las espadas estaban en todo lo alto. El duelo directo entre México y Croacia había de señalar al teórico segundo clasificado, toda vez que la anfitriona, Brasil, parecía tener un duelo sencillo ante la débil selección de Camerún, que se ha terminado despidiendo de esta cita sin haber sumado siquiera un punto. Todo comenzó de forma correcta para la pentacampeona, ya que Neymar abrió la lata pronto.

Marcelo y los suyos golearon a Camerún para pasar como primeros de grupo

Pero Matip, en el ecuador de la primera mitad, devolvió la igualada en el marcador. Hasta ese momento, Marcelo estaba algo tapado en su perfil zurdo, titular por tercer encuentro consecutivo. A partir de entonces, el lateral del Real Madrid comenzó a adquirir un mayor protagonismo. Constantes fueron sus llegadas hasta la línea de cal, generando peligro por el costado izquierdo.

No demasiado tardó Neymar en volver a abrir distancias, y de las botas de Marcelo vino el tanto de Fred, que aun estando en posición adelantada pudo aprovechar un buen servicio del madridista. El partido no tuvo mayor historia, y Marcelo y los suyos se clasificaron para los octavos como primeros de grupo, con siete puntos.

México hace la Confirmación

También con siete, pero con una diferencia de goles menor, pasó a octavos la selección mexicana. Con el Piojo Herrera a los mandos, El Tri está pasando de sorpresa a confirmación, y dejó por el camino, goleada mediante, a la favorita a priori para amarrar la segunda posición del grupo: la Croacia de Luka Modric.

El centrocampista blanco se jugaba el seguir en Brasil con los suyos, y para ello, Kovac cambió de esquema e introdujo en el centro, para arroparle tanto a él como a Rakitic a Pranjic. Aunque durante el primer tercio del partido el choque estuvo en el alero, a partir de que México subió una marcha, Croacia se vio incapaz de seguirle el ritmo.

Luka Modric, durante el partido ante México (Foto | AFP).

No obstante, no fue hasta la segunda mitad cuando el marcador se abrió. Una jugada de tiralíneas entre los jugadores de vanguardia azteca llegó hasta los pies de Peralta, que levantó la cabeza y vio aparecer a Guardado, flanqueándole, presto a fusilar a Pletikosa. Fue el inicio del vendaval mexicano. Rafa Márquez, viviendo una segunda juventud, ya había perforado apenas unos minutos antes el marco balcánico, y lo haría posteriormente Chicharito Hernández.

Modric había sido, no obstante, el faro croata en el comienzo del segundo acto. Al dar inicio a las hostilidades el trencilla uzbeco, el de Zadar se puso a los mandos. Se hizo dueño y señor de lo que sucedía en el campo, y a punto estuvo de servirle un balón de gol a Mandzukic, pero el todavía delantero del Bayern no logró hacer bueno el pase de su compatriota.

Al final, el talento de Modric se vio superado por el empuje mexicano, que hizo inútil los buenos minutos del madridista, para apear a los balcánicos de la siguiente ronda. Vuelta prematura de un equipo que también puede considerar, sino como fracaso, sí como decepción su participación en Brasil.