El primer fichaje del Real Madrid para la campaña 2014/15 ya está vestido de blanco. Oficializado y presentado en menos de ocho horas, la fiabilidad alemana parece una apuesta segura en la Casa Blanca en las últimas temporadas, cuyo objetivo se ha situado con fuerza en la Bundesliga, otrora peor considerada, y que sin embargo en las campañas precedentes ha mostrado su potencial al mundo.

Toni Kroos nació hace 24 años en Greifswald, un pueblo del noreste de Alemania. Casi más cerca de Polonia, creció la primera incorporación del segundo proyecto de Carlo Ancelotti al frente del banquillo merengue, que le proporciona una variante más que interesante para configurar una línea de medios de altos vuelos.

La pieza que completa el puzzle

Junto a los anteriores opositores a la titularidad en la franja ancha del campo, Kroos dota al conjunto blanco de una capacidad de tocar el balón, despliegue físico y conocimiento del juego que hacen factible varias combinaciones entre los futbolistas, como si de cromos se tratase, para componer el trío de violinistas que el de Reggiolo sitúa cerca de la medular.

Llegó desde Mallorca en la mañana de su presentación, como no podía ser de otra forma dada su procedencia. Con una sonrisa y la convicción de hacer lo correcto, pasó revisión médica, conoció las que serán sus nuevas instalaciones de trabajo para los próximos seis años y saludó a sus actuales inquilinos. Cuerpo técnico y miembros del primer equipo presentes se presentaron, y Toni no vio su gesto alterado.

Viaje al Bernabéu, paseo por la zona de trofeos y firma de los contratos. Oficialmente, tras estampar su firma en los documentos que le fue pasando Florentino Pérez, era jugador del Real Madrid. Solo faltaba su presentación en sociedad. Con el '8' a la espalda, huérfano la pasada temporada, el germano saltó al verde del Bernabéu.

Pero antes, el propio presidente blanco acompañó a la flamante incorporación del conjunto blanco en el Palco de Honor. Después de 14 años, por primera vez, en la foto de familia faltaba Don Alfredo Di Stéfano, para el que el máximo mandatario merengue tuvo palabras de recuerdo y cariño antes de comenzar su discurso.

Fue a tomar la palabra, entonces, cuando giró la cabeza, miró a Kroos y tras recuperar la posición original, profirió las primeras sílabas hacia su flamante fichaje en tono oficial: "Querido Toni, bienvenido a la que será tu casa los próximos años".