Quinto partido de pretemporada del conjunto entrenado por Zinedine Zidane, segundo en el Estadio Alfredo Di Stéfano a puertas abiertas, y si es de las derrotas donde más se aprende, este partido deberá de servir para que el filial blanco tome nota de cara a la temporada que comenzará en breve.

Fernando Hierro, segundo técnico del equipo madridista, tomaba asiento minutos antes de saltar ambos conjuntos al terreno de juego.

Tiempo de saludos y fotos oficiales entre capitanes y trío arbitral, para dar paso a los 90 minutos de juego en la recta final de pretemporada.

Sin parecerse en exceso a lo mostrado en los anteriores compromisos de preparación, el Castilla saltó al campo con el ánimo de no perder el sitio. Dos líneas de cuatro, y con Benavente situándose a la altura de Markkanen en la presión, los madridistas aguardaban las acometidas de su rival, con mayor cuota de posesión del cuero, pero que no era capaz de utilizarla para poner en aprietos la portería de Yáñez.

El que estaba siendo mejor jugador castillista en el primer acto se quedó en vestuarios en la reanudación del encuentro, dejándole su lugar en el campo a Marcos Legaz, que se situó en paralelo con Markkanen en la punta del ataque. Y apenas sin darle tiempo para calentar, el punta de Buenos Aires introdujo el balón en la portería contraria por primera vez.

Eran momentos de incertidumbre para el Castilla, con el ritmo del partido decayendo por momentos, y de esa circunstancia salió vencedora la veteranía del Alcorcón. Un balón muerto en la frontal del área le llegó a Máyor, que no se lo pensó dos veces, y probó un disparo a bote pronto que se alojó en la portería de Yáñez rozando incluso el palo castillista.

Apunto de apagarse los focos del Estadio Alfredo Di Stéfano, dada la cercanía al final del encuentro, y el Castilla se deshacía buscando el gol que les devolviera a la pelea. Los centros altos, buscando a un Markkanen algo cansado, no surtían efecto.

Sería, sin embargo, la A.D. Alcorcón el que encontraría la portería rival, tras aprovecharse Óscar Plano, ex de La Fábrica y justo antes del pitido final, de un error infantil de la zaga merengue, redondeando así la goleada alfarera, e infligiéndole al Castilla de Zidane su primera derrota.