El Real Madrid aún no se encuentra en el mejor estado de forma y tras haber perdido la Supercopa de España frente al Atlético de Madrid y haber ganado, con dudas, al Córdoba en la primera jornada de Liga, llega el momento de poner en marcha todo lo aprendido, con un sistema modificado, y evitar caer en los errores del pasado. Con trabajo aún por realizar y tras las salidas de última hora, Carlo Ancelotti deberá replantearse el centro del campo y dar minutos a los menos habituales para suplir las ausencias de Xabi y Di Maria.
Nueva medular
El conjunto blanco afronta el primer partido de la temporada sin el ya centrocampista del Bayern de Múnich, Xabi Alonso, y sin el ‘Fideo’ Di María, en el Manchester United. Ambos se asentaron en el once de ‘Carletto’ como dos de las piezas clave de su centro del campo junto al croata Luka Modric. No obstante, el Real Madrid deberá recomponer su medular y encajar las nuevas fichas del puzle blanco, en busca de mantener la compenetración del trivote.
Aunque en el nuevo sistema parece claro que Kroos y Modric tienen garantizado un puesto, la duda radica en quién será el tercer hombre que les acompañe en la sala de máquinas blanca. En este punto aparece la figura del colombiano James Rodríguez, de cuya rápida adaptación depende, en gran medida, el éxito del nuevo esquema madridista. En este sentido, el alemán y el croata tendrán una función más definida, mientras que el ex del Mónaco disfrutará de una mayor libertad por delante de ellos para adaptarse a las órdenes de Ancelotti.
Modric, Kross e Isco, posible trivote
Sin embargo, la baja del portugués Cristiano Ronaldo en el duelo ante la Real Sociedad abre las puertas del once a Isco Alarcón. Si el malagueño entra en los planes del técnico italiano, ocuparía el puesto de James, mientras que el colombiano, que aún debe mejorar su esfuerzo en tareas defensivas, se uniría al tridente de ataque junto a Gareth Bale y Karim Benzema.
Una Real en horas bajas
Tras haber perdido la oportunidad de jugar en Europa y después del traspié liguero ante el Eibar, los donostiarras están en la necesidad de demostrar a su afición que siguen siendo uno de los equipos de la parte alta de la clasificación. Para ello, los de Jagoba Arrasate deberán sobreponerse a la baja de su delantero Finnbogason y confiar en la magia de Carlos Vela en la punta de ataque.
En el centro del campo, la pareja de calidad formada por Granero y Pardo, con Canales por delante y Markel Bergara tras ellos, dibujan un 4-4-2 en rombo con los que el técnico txuri urdin pretende aumentar la posesión de balón, mejorando el manejo del esférico en pos de los contragolpes, que se encuadran en un segundo plano.
La baja de Rulli en la portería, sin embargo, no será un problema para Arrasate, ya que Zubikarai ha estado a la altura durante la pretemporada y se encuentra en un gran estado de forma. Además, con la zaga definida, salvo modificaciones de última hora, Zaldúa, Elustondo, Íñigo y De la Bella son los elegidos para frenar el ataque blanco.
