El nuevo héroe búlgaro tiene nombre y apellidos. Él es Cosmin Moti, protagonista de la victoria de Ludogorets ante el Steaua de Bucarest y principal culpable de que el conjunto búlgaro se enfrente en Champions ante el Real Madrid.

Nadie se esperaba que el defensa tuviera que ponerse bajo palos al final de la prórroga y que encima fuera el salvador del equipo parando dos penaltis que clasificaban al equipo. Final eufórico para un equipo que vivió una irrepetible tanda de penaltis.

Para el jugador ese momento quedará grabado en la retina para siempre, y pasarán los años y seguro que lo recuerda como uno  de los mejores momentos de su carrera por no decir el mejor.

Para ellos jugar la previa ya era un premio, y el milagro ya lo habían conseguido en el minuto 90 forzando la prórroga, pero así es el fútbol y el partido no acaba hasta que pita el árbitro. El conjunto búlgaro fue fundado en 2001 y con tan sólo trece años de historia va a competir contra el Real Madrid.

Ya pusieron contra las cuerdas al Liverpool y esperan repetir contra el Real Madrid. El factor campo no les ayudará en este encuentro. Ya que el Ludogorets jugará en otro estadio, ya que tienen que trasladarse hasta Sofía para disputar el partido porque el suyo es demasiado pequeño.

Pequeños detalles que hacen grande la hazaña de Moti. Un club que ha empezado a destacar en Bulgaria jugará la Champions y aunque a priori sea el más débil disfrutará de todos y cada uno de los minutos que esta oportunidad le ha brindado.