Mañana de fútbol en el Paquito Jiménez. El Socuéllamos recibía al filial madridista en pos de buscar un nuevo triunfo que les afianzase a ambos en la búsqueda de los respectivos objetivos. El conjunto castellano-manchego salió espoleado por los más de 4000 espectadores, gracias a la grada supletoria instalada en el feudo de los de Ciudad Real.

Los locales avisaban en la primera ocasión clara de gol apenas cinco minutos después del inicio del choque. Kike Domínguez recogió un cuero en la frontal del área, a unos diez metros de la frontal del área, y ensayó un duro disparo que impactó con violencia en el larguero de un Yáñez que se estiró en busca del balón.

El mal endémico del Castilla en las últimas temporad0as ha sido el balón parado. La especialidad del Socuéllamos, y el público así lo transmitía, aumentando los decibelios cada vez que los suyos disponían de una oportunidad de golpe franco o saque de esquina, pero la zaga madridista se mostraba muy segura.

Inicio fulgurante de los locales

Las condiciones del terreno de juego obligaron al Castilla a jugar de forma diferente, de forma más directa

La presión inicial del Socuéllamos se iba viendo reducida según avanzaban los minutos, y el primer filial del Real Madrid crecía poco a poco. Benavente devolvió el susto inicial de Kike Domínguez con un tremendo derechazo que pilló por sorpresa a la zaga local, y que a punto estuvo de inaugurar el marcador, marchándose desviado por centímetros respecto a la escuadra de Bocanegra.

El Socuéllamos intentaba aprovechar el inestable terreno de juego para sacarle el máximo partido. La experiencia de los castellano-manchegos en su propio feudo marcaba diferencias, con intentos constantes de buscar el arco de Yáñez a la mínima oportunidad.

El Castilla crece y se adapta

Sin embargo, el Castilla comenzó a mimetizarse con el entorno, apoyado en las constantes cabalgadas de Benavente y sobre todo Álvaro Jiménez, y la búsqueda de un juego más directo sobre el arco rival. Pasada la media hora de encuentro, un saque d e esquina, una de las grandes habilidades del Socuéllamos, a punto estuvo de volverse en su contra, después de que Varela pusiera un balón que a punto estuvo de aprovechar Markkanen.

El cansancio minaba el ánimo local, y permitía a los locales crecer. Pero antes del final del primer acto, el Socuéllamos tuvo una última oportunidad. Sacó Carlos García de banda, y un despeje defectuoso de la defensa blanca puso en aprietos a Yáñez, que reaccionó rápido mandando el balón a saque de esquina.

El descanso, en cualquier forma, llegó en el mejor momento de los castillistas, que cada vez aislaba más a los locales que reducían sus ofensivas a jugadas aisladas. Con Torró y Aguza manteniendo el orden en el centro del campo, los tres mediapuntas tenían la libertad necesaria para crear oportunidades, a la espera de que Markkanen pudiera aprovechar alguna de las ocasiones.

Dominio territorial blanco

El segundo acto comenzó con la novedad de la entrada de Jaime en sustitución de Llorente, que se quedó en vestuarios aquejado de unas molestias causadas en una de las últimas jugadas del primer tiempo. Medrán cogió las riendas para darle a Markkanen un balón a su zurda, y éste, con un chut potente, encontró el pecho de Bocanegra, que impidió que la primera ocasión de los segundos 45 minutos terminase en gol.

Con el Castilla volcado, el Socuéllamos se agazapaba buscando la contra, y a punto estuvo de abrir el marcador al contragolpe

El partido entró en un terreno enfangado, con mucho centrocampismo, parones e intensidad. Benavente y Carlos García sufrieron en sus carnes el citado ritmo en un choque aéreo, quedando ambos en el suelo tocados. El Castilla seguía dominando territorialmente a su rival, pero sus intentos de cara a portería quedaban inutilizados lejos de la zona de peligro real para la meta de Bocanegra.

A balón parado era de la única forma en la que el Socuéllamos se acercaba a la portería de Yáñez, que permanecía inédito en el segundo acto. Con el campo vencido hacia los dominios de Bocanegra, los minutos pasaban pero las ocasiones de peligro real no llegaban. Con la entrada de Burgui, intentaba Zidane darle un nuevo aire a su equipo, renunciando al juego aéreo y buscando más las combinaciones por bajo y los desmarques al espacio.

Intercambio final de golpes

Pero el Socuéllamos no iba a renunciar al triunfo, y a pesar de verse encerrado, lanzaba constantes contragolpes que creaban cierto peligro para Yáñez. El arquero blanco además tuvo que responder a un tiro de Santi, tras recortar a Varela, en la mejor ocasión de los castellano-manchegos en el segundo acto, con una gran estirada mandando el balón lejos de sus dominios.

Con el reloj aproximándose al noventa, las prisas comenzaron a aparecer en ambos conjuntos, que se veían incapaces de abrir el marcador. En la recta final del choque, el Socuéllamos volvía a crecer, intercambiando el testigo. Nuevamente en un sque directo de falta, los de Ciudad Real a punto estuvieron de hacer gol, si Zurdo hubiera acertado con el arco de Yáñez, que voló a por el cuero pero no llegó a tocarlo, marchándose éste desviado.

Al final del encuentro, primero tuvo dos claras ocasiones el Socuéllamos, y luego el Castilla, pero ninguno pudo aprovecharlas

Nuño, apenas dos minutos después, volvió a ensayar una volea, que detuvo también Yañez. La iniciativa volvió a cambiar, siéndole ahora devuelta al Castilla. Noblejas, un puñal en el tramo final del segundo acto por izquierda, generó dos acciones seguidas de peligro. Primero provocando una falta que botó Medrán al área y que despejó en última instancia la zaga rival.

Más tarde, con saque de falta inició la más clara oportunidad del filial, en la que Benavente recogió un balón en el área, recortó a su oponente y le sirvió un balón para el recién ingresado Javi Muñoz, que solo ante el portero aunque con dos defensas encima, no pudo encontrar la portería rival.

El encuentro no dio para más, y se llegó al final del mismo con el resultado inicial. El campo y las caracterísitcas del mismo marcaron el devenir del choque y la forma de afrontar el partido por parte de ambos conjuntos, que si bien crearon algunas ocasiones de gol, no se sucedieron con asiduidad. La racha del Castilla sin conocer la derrota se alarga un choque más, sumando siete de los últimos nueve puntos en juego.

Así lo vivimos en VAVEL.

Socuéllamos (0) Real Madrid Castilla (0)
Bocanegra 6 Yáñez 6
Carlos García 6 Varela 5
Zurdo 6 Suárez 6
Jacinto 6 Llorente 5
Pelegrina 5 Noblejas 6
Salva 7 Torró 6
Luis Nuño 5 Aguza 6
Jesús García 5 Álvaro Jiménez 6
Juanma Ortiz 5 Medrán 7
Ocaña 5 Benavente 6
Kike Domínguez 6 Markkanen 5
Suplentes
Javi Bolo 5 Jaime 5
Santi 6 Burgi 5
Bienve S.C. Javi Muñoz S.C.