Inmerso en una gran racha goleadora y de resultados, el Real Madrid viaja a la ciudad de los Beatles para enfrentarse a uno de los más grandes equipos del fútbol: el Liverpool FC. Tradición, afición, palmarés y magia rodean a un club que históricamente no se le ha dado bien a los blancos. Ahora, con la oportunidad de quitarse la espina cada vez más cerca, los vikingos preparan la estrategia adecuada para asaltar el feudo de los reds. Las alternativas sin Bale, los problemas en defensa, el peso de Gerrard y la importancia de las bandas serán los pilares de la pizarra del estratega de los madridistas, Carlo Ancelotti.

Isco se hace hueco

Uno de los jugadores con más talento del Real Madrid a la hora de tratar el cuero en sus botas, Isco, está consiguiendo un protagonismo cada vez mayor en el equipo. Rotaciones y lesiones han permitido la entrada del jugador andaluz, que ha respondido a la confianza de Ancelotti ofreciendo un fútbol de calidad.

Con la baja de Bale por lesión, la opción de Isco como volante izquierdo en el trivote del 4-3-3 de Ancelotti cobra gran fuerza. El dorsal 23 de los blancos cuajó un gran partido en esa demarcación frente al Levante en el último compromiso de liga, y fue clave a la hora de mantener la posesión y distribuir el cuero con criterio.

Bajando muchas veces a recibir el esférico para generar juego, mostrándose atrevido a la hora de intentar pases al hueco y sin esconderse, Isco gustó en el estadio Ciutat de Valencia, y será seguramente titular ante el Liverpool. Su calidad será fundamental de cara a la presión en el centro del campo de los reds, que suelen poblar la medular y plantean una línea de presión férrea y rocosa.

Reinterpretación de James

La ausencia de Bale no sólo introducirá de nuevo a Isco en el equipo. James Rodríguez, el volante izquierdo titular de Ancelotti, cede su puesto al jugador andaluz para adelantar su posición y ocupar el puesto de Bale como extremo en la banda derecha.

Esta reconversión acerca más a la portería al pelotero de Colombia, pero cambia la concepción de extremo que los blancos han adoptado con Bale. Mientras que el galés basa gran parte de su juego en las carreras por la banda y en buscar la portería cada vez que entra en contacto con el esférico, James mostró ante el Levante intenciones más relacionadas con la combinación con sus compañeros y la búsqueda de espacios para pases en profundidad.

La naturaleza del colombiano, más afín al mediapunta o el segundo delantero, parece impulsarle hacia una posición más centrada, donde poder manejar el balón y contemplar sus opciones con más óptica. Por ejemplo, en el primer gol del Real Madrid ante el Levante, Chicharito Hernández provoca un penalti tras un pase en profundidad de James que, como se aprecia, encuentra al delantero mexicano desde una posición más centrada.