Hay ambientes en los que hasta el mayor cazador no se encuentra cómodo. Los Cármenes, feudo del Granada CF, no es un estadio en el Cristiano Ronaldo no haya dejado su impronta goleadora. El artillero del Real Madrid sabe lo que es marcar en ese escenario, pero hay algo especial en ese lugar. Las dos veces que la bola ha acabado en las redes de la portería gracias al portugués lo ha hecho de forma poco común e incluso desgraciada. El del Granada es el único estadio en el que Ronaldo no ha marcado en jugada y en el que se ha metido un autogol.

Una muesca más para el revólver desde los once metros

El dorsal 7 del Real Madrid es de esos jugadores que tienen una fijación especial por tachar nombres de estadios en su lista personal de escenarios en los que ha marcado. En el caso de Los Cármenes, esa oportunidad le llegó el 5 de mayo de 2012.

En un partido que se complicó como ha sido habitual en las últimas visitas madridistas a Granada, el ariete portugués fue el encargado de empatar el choque desde los once metros. Engañando al guardameta con un disparo raso al lado izquierdo de la portería, Los Cármenes se convirtió en otro estadio en el que Ronaldo ya había marcado.

Sin embargo, Ronaldo aún puede hilar más fino, y en ese caso queda un detalle que puede motivarle de cara al próximo duelo de liga frente al Granada CF: todavía no ha marcado en jugada en el templo de equipo granadino. En tres visitas del Real Madrid, su penalti en mayo de 2012 ha sido la única ocasión en la que ha conseguido derribar el muro rojiblanco.

El primer autogol de su vida

Cuando un goleador llega a los niveles de ferocidad de Cristiano Ronaldo, sólo hay un aspecto del juego que viene a la cabeza cuando se oye su nombre: el gol. Sin embargo, pocos piensan en una variante distinta que sigue implicando llevar el cuero al fondo de las mallas. Y eso fue precisamente lo que pasó el 2 de febrero de 2013.

En esa fatídica fecha para el Real Madrid, los de la capital no salieron vivos de Granada, y cosecharon una dura derrota por 1-0. Pero lo más curioso es que el único gol del partido llegó precisamente del mayor cañonero del equipo: Cristiano Ronaldo. Gracias a un desafortunado remate de cabeza en un córner, Los Cármenes se convirtió en el primer estadio en el que Ronaldo se mete un autogol. Hasta entonces, el portugués nunca había visto cómo el balón se metía en su portería impulsado por él mismo.

Los Cármenes no es un estadio fácil ni cómodo para Cristiano Ronaldo. No haber conseguido marcar de jugada y haber vivido una circunstancia tan inusual como un gol en propia puerta hace que, en este caso, el escenario sí importe. La Bota de Oro se reencuentra con su coto de caza más extraño.