Frío y viento. Parecía que el clima le daba una bienvenida al Liverpool más propia de su tierra de lo que la capital de España vivía en las últimas fechas. Los hombres de Rodgers desembarcaban en el Santiago Bernabéu con la idea de ser frescos, como el tiempo, pero guardándose sus principales bazas por si la tormenta tuviera que arreciar en el segundo tiempo.

Ni Gerrard, Balotelli o Sterling, entre otros, formaban de inicio en un once de circunstancias, marcado también, y como no podía ser menos, por la idea de visitar al vigente campeón de Europa, y equipo más en forma del continente. El Real Madrid de Carlo Ancelotti, que sumaba sus partidos por victorias desde que cayera ante el Atlético allá por el olvidado mes de septiembre, ejercía de anfitrión por segunda vez en la historia en partido oficial de los 'reds'.

Partían los blancos con tranquilidad, sin excesos, sabedores de la superioridad que les daba el jugar con los habituales. Los mecanismos de entendimiento están engrasados, y por sí solos, y casi sin que el rival sea consciente, encuentra el reducto para otros imposible por el que penetrar en la zaga. Fue el primero James, con la zurda, aunque en una posición incómoda, el que le buscó las cosquillas a Mignolet tras una buena combinación con Cristiano y Benzema.

El Madrid también brilla con una marcha menos

Casillas, mientras, se sentía unido al balón cuando uno de sus zagueros tenía a bien buscarle con el pie. No habían pasado ni quince minutos cuando el portero belga había tenido que intervenir, en la primera de ellas con más mérito que en la segunda, ante sendos intentos de Cristiano Ronaldo de aumentar su leyenda un paso más.

Gran acción de desmarque de Isco, asistencia de Marcelo y Mignolet que no pudo hacer nada para evitar el tanto de Benzema

El ritmo del partido, que no la actitud, parecía controlado por el Liverpool, tranquilo, a la espera, y conminado a salir al contragolpe si el Madrid dejaba un hueco o la calma que proponían los ingleses les hacía contagiarse y tornase en apatía. Pero nada más lejos de la realidad. Varane, un portento, y Ramos frenaban las pocas acometidas del cuadro del Merseyside, a la par que un Isco algo desaparecido intentaba conectar con los de arriba.

El que todos apuntaban como candidato a dejarle su sitio a Bale, una vez que éste se ha recuperado de sus molestias, fue el encargado de encontrar la llave. Se filtró entre líneas Isco, aprovechando una subida de Marcelo y que el desmarque de Cristiano le había dejado un hueco, para habilitar al brasileño en la ocupación del espacio que dejó el malagueño, para que éste, con su zurda, pusiera un centro medido a la pierna de Benzema, que esperó con la caña paciente a que el cuero le llegase.

El quinto gol en la vigente edición de la Champions, el número 41 en toda su carrera en la máxima competición continental, abría la lata. Apenas cinco minutos después el galés, el gran ausente, saltaba a calentar. Parecía, por el minuto, que la cosa apuntaba al descanso, pero antes el Madrid requería a los suyos la atención sobre el césped.

Mignolet y Touré, protagonistas

Nuevamente Mignolet se convertía en protagonista, sacando de puños un duro disparo de falta de Cristiano, ávido de gol y de perforar el arco del belga. El que cerca estuvo de hacerlo fue, aunque él no quería, Kolo Touré, que con un despeje congeló la respiración de los 3000 ingleses desplazados al templo merengue. El futbolista costamarfileño volvió a ser protagonista, fallando en un despeje minutos después, y habilitando a Cristiano, aunque el fallo del zaguero despistó al portugués que no llegó por poco al cuero que le dejeba solo ante Mignolet.

Tras la concatenación de desdichas, se atrevió el cuadro de Rodgers a aventurarse en campo rival. De la mano de Borini, que logró llegar a línea de fondo, pero su centro pasó sin mayor peligro por alto de los dominios de Casillas. Sin tiempo para mucho más, se llegó al tiempo de asueto. La ventaja, aunque corta, parecía ser definitiva para los merengues, completos controladores del partido.

Cristiano quiere su gol, y el Liverpool se atreve

El Madrid dejó al Liverpool sin tirar en toda la primera mitad, y en la segunda el camino a seguir no fue diferente. Cristiano salió tras la reanudación con la mente puesta en lograr su gol, el que le igualase con Raúl en la tabla de máximos goleadores históricos de la Champions, que no de la Copa de Europa, y en los primeros compases de segundo acto chutó en dos ocasinoes a portería, encontrándsoe en ambas con la oposición de un defensa, o el portero, respectivamente.

En el segundo tiempo, el Madrid salió contemplativo, lo que dio alas a un Liverpool que no llevó excesivo peligro

Templado, nuevamente, el ánimo de salida de los merengues, el partido se tornó en lento, sin chispa, ni tensión por momentos. El Liverpool, aprovechándose de esta circunstancia, se atrevió a progresar, y Moreno, desde lejos, probó los guantes de un inédito Casillas que, sin mayores apuros, detuvo el lanzamiento del lateral español.

Siguiendo con las políticas de atrevimiento que implantó Rodgers entre los suyos, Lallana, con la izquierda, probó fortuna, pero su disparo, aunque con mayor mordiente, salió desviado sobre la portería de Casillas. Dos minutos después, Ramos, a juicio del colegiado en una acción severamente protestada por la grada y futbolistas blancos, incurrió en falta en la frontal, cuyo lanzamiento a punto estuvo de sorprender a Casillas tras rebotar en la barrera.

Momentos de incertidumbre en el Madrid, algo fuera de la dinámica de los últimos partidos, que palió Ancelotti dándole entrada, varios encuentros después, a Gareth Bale en el partido. El galés intentó, a los pocos compases de entrar, un par de internadas hasta el área rival, pero sus intentos no llegaron a buen puerto.

Apatía hasta el final

Nuevamente Cristiano estuvo cerca de hacer diana, pero Touré fue al suelo a tiempo. Bale volvía a ser protagonista, mandando un balón, nuevamente, de Marcelo al larguero, mientras el Bernabéu se reponía de la sonora ovación que le había proporcionado a Gerrard, que hacía aparición en el campo.

Marcelo y Kroos desde lejos intentaban ponerle mordiente a un encuentro que parecía no poder despertarse del letargo. Borini quiso celebrar un gol, pero su tanto estaba anulado antes incluso de que el italiano se hiciera con el balón, por falta previa en la salida sobre Ramos. Transcurrían los minutos sin que las acciones de peligro se convirtieran en un hecho, ni que los hechos se convirtieran en algo digno de mención.

El balón se movía de lado a lado sin llegar a posiciones de riesgo, mientras las acometidas 'red' se sucedían cada vez más a menudo. Con el cuadro inglés volcado llegaron las contras, y en la primera Bale sacó una falta más de roja que amarilla, que terminó chutando él sobre portería, y provocando la necesidad en Mignolet de sacar el balón de puños cuando ya se cantaba gol en la grada merengue.

Con el añadido llegando a la dinámica de ambos equipos, el Liverpool, en un ataque de grandeza, embotelló a un Madrid que a pesar de todo, no sufrió en demasía hasta que Viktor Kassái decretó el final del encuentro. Los tres puntos se quedaban en el Bernabéu, al igual que la clasificación para octavos.

Así lo vivimos en VAVEL.

Real Madrid (1) Liverpool (0)
Casillas 5 Mignolet 6
Arbeloa 6 Manquillo 5
Varane 7 Touré 4
Ramos 6 Alberto Moreno 5
Marcelo 7 Skrtel 5
Kroos 7 Allen 5
Modric 7 Lallana 6
Isco 6 Lucas Leiva 5
James 6 Emre Can 5
Cristiano Ronaldo 7 Markovic 4
Benzema 8 Borini 5
Suplentes
Bale 6 Gerrard 6
Nacho S.C. Sterling 6
Chicharito S.C. Coutinho -
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Sobre el autor
Manuel Vergara
Coordinador y redactor de la sección del Real Madrid y su cantera | Contacto: [email protected]