Ancelotti volvió a apostar por su once de gala, ese con el que el equipo está encadenando una excelente racha de juego, y de resultados. Los blancos sumaron con la victoria ante el Liverpool su duodécimo partido consecutivo ganado, y lo volvieron a hacer con un gran fútbol. Arbeloa suplió muy convincentemente a Carvajal, y Varane volvió a rotar con Pepe, cuajando un partido sublime. El resto fueron los mismos de los últimos partidos, con Ramos y Marcelo completando la defensa, Isco, Modric, Kroos y James en el centro del campo y Ronaldo y Benzema arriba. El Madrid dominó el partido y fue muy superior a un Liverpool que salió con varios suplentes. Gerrard, Sterling, Henderson, Lovren o Jonhson dejaron sitio a Emre Can, Lallana, Markovic, Shako o Manquillo. Pese a apretar en la segunda parte, el Liverpool dio poca sensación de peligro y pareció estar pensando más en el duelo directo ante el Basilea y en el del domingo ante el Chelsea que en su duelo frente al Madrid.

4-4-2 rígido en defensa, libre de movimientos en ataque

Como viene siendo habitual en las últimas semanas, Ancelotti repitió sistema y modelo de juego. Este último va evolucionando constantemente y adaptándose a los jugadores que están sobre el césped bajo un mismo patrón: circulaciones largas de balón, juego de apoyos, mantenimiento de la posesión de balón jugando desde atrás y la no renuncia a correr cuando se puede. Este patrón se repitió ante el Liverpool, en el que Ancelotti volvió a colocar dos líneas de cuatro entre su portero y Ronaldo y Benzema, los dos delanteros. De izquierda a derecha ocuparon la media Isco, Kroos, Modric y James, con Marcelo, Ramos, Varane y Arbeloa en línea defensiva. El equipo volvió a estar junto, con permanentes ayudas en la zona donde estaba el balón y no dejando que el Liverpool llegara a zona de peligro. El 4-4-2 defensivo le volvió a dar muy buen resultado y los blancos se fueron con la portería a cero y la clasificación en la mano.

Libertad de movimientos de los dos interiores y los delanteros en ataque

En ataque el punto de partida también era ese 4-4-2, pero este se deformaba con una serie de movimientos. Modric y Kroos estaban fijos en el medio campo, pero sus alas, Isco y James, tenían comportamiento distinto al de dos interiores de banda. Ambos apoyaron mucho por dentro, y al igual que lo hacía Modric y Kroos, lo hicieron en distintas líneas. Isco estuvo más presente en el inicio de la jugada, dando apoyo constante a Kroos, unas veces por dentro y otras por fuera, pero casi siempre cerca de él. James hacía lo propio, pero unos metros más adelantado, en una zona más próxima a la mediapunta. Esos movimientos rompían la línea de cuatro centrocampistas, a la que se incorporó con mucha frecuencia Arbeloa y, sobre todo, Marcelo. Con los interiores apoyando casi siempre por dentro, las bandas fueron para las incorporaciones de los laterales, quienes dieron amplitud y profundidad al campo. Ambos contaron con ayudas para ocupar el carril. Por la izquierda Isco permanecía más abierto cuando Ronaldo estaba por dentro, siendo el portugués otro de los integrantes de ese carril con sus caídas a banda. A Arbeloa le ayudó sobre todo James, que abría campo dejando la zona interior a Modric.

El Madrid impuso el ritmo de juego y dominó el partido

El Madrid tuvo el 60% de la posesión del balón

Los blancos dominaron por completo el duelo ante los ‘reds’. En los primeros minutos de partido fue el Liverpool el que más tuvo el balón, pero sin llegar a portería. El Madrid le cedió el esférico y se ordenó en defensa, esperando y dando una oportunidad al equipo de Rodgers para que demostrara qué sabía hacer. Los visitantes movieron el balón, pero sin superar en ningún momento el entramado defensivo blanco. Tras esos primeros minutos el Madrid se hartó de esperar y, aburrido de que no pasara nada en el partido, cogió el balón, se adueñó de él, del partido y comenzó a jugar al fútbol. Kroos gobernó la parcela central izquierda por detrás del medio campo, Modric la central derecha unos metros por delante, y entre los dos, más los apoyos de James por derecha, Isco, Marcelo y Ronaldo por izquierda y Benzema entre líneas comenzó a adueñarse del partido y marcar el ritmo del mismo. Como la presión visitante no era muy exigente y el Madrid no tenía prisa, Kroos y Modric impusieron un ritmo no muy rápido, quedando todo bajo el control de sus botas. La segunda parte cambió ligeramente con la entrada de algunos de los hombres más importantes del cuadro visitante. Gerrard y Sterling le dieron otro aire al Liverpool, que cogió fuerza e igualó fuerzas en el centro, pero no llegando con peligro al área de Casillas. Los ingleses se conformaron con ese 1-0 en contra y pese a intentar el empate dieron por bueno el resultado.

Kroos-Modric, perfecta compenetración

El doble pivote del Madrid funciona a las mil maravillas. Dos mediapunta reconvertidos a centrocampistas son los encargados de darle brillo al juego del equipo blanco, y ante el Liverpool volvieron a dar una nueva exhibición, tanto individualmente, como colectivamente y como pareja.  En ataque, con la posesión de balón ambos tienen una misma función: dar constantes apoyos al poseedor de balón. La única diferencia radica en que Kroos se acercó a Varane, Ramos y Marcelo y Modric lo hizo a Arbeloa, al propio alemán y a los hombres de arriba. El germano hacia la izquierda, el croata hacia la derecha, entre los dos se reparten el centro del campo, jugando y haciendo jugar a los suyos. Emre Can y Joe Allen nunca estuvieron cerca de poder parar su juego, y Leiva bastante tenía con estar pendiente a Ronaldo y Benzema.

En defensa, sin balón, la sincronización de Kroos y Modric no baja. El primero se encarga del costado izquierdo, el segundo del derecho. Cuando Markovic tenía el balón por la banda derecha del Liverpool, Kroos se acercaba para echar una mano a Marcelo e Isco, pero siempre pendiente de Emre Can, interior derecho. Modric basculaba y cubría la espalda de Toni cuando el balón no pasaba por su banda. En la derecha era Luka el que ayudaba a Arbeloa y James. Cuando el balón estaba en una zona más central, Modric y Kroos hacían gala de un trabajo y una gran compenetración. Si era Emre Can, interior derecho, el que salía a recibir de Lucas, Kroos se soltaba e iba en su búsqueda para que no pudiera recibir y darse la vuelta sin oposición. Modric cerraba y guardaba la espalda de Toni. Si por el contrario era Allen el que iba en apoyo de Leiva, Luka se soltaba, quedando  más retrasado Kroos. De esta forma el Madrid impidió que el Liverpool progresara y saliera en corto desde atrás, obligando en muchas ocasiones a hacerlo por banda, donde James e Isco trabajaron muy bien o en largo, donde Ramos y Varane le ganaron todos los envites a Borini.

Benzema brilla como ‘9’, y como ‘10’

Ocho ocasiones de gol salieron de las botas de Karim

Karim está en un momento dulce y ante el Liverpool volvió a dar muestra de ello. El francés volvió a cuajar un excelente partido, realizando varias funciones. A pesar de estar un poco fallón en el pase, Benzema dio otro recital de movimientos, de apoyos y de cómo soltar el balón en la dirección y al compañero adecuado. Además de ellos volvió a marcar, como ya lo había hecho antes frente al Barça y Granada en liga y como lo había hecho dos semanas atrás, y por partida doble, en Anfield, ante el mismo rival que visitó el martes el Santiago Bernabeu.

Benzema se fue del partido en el minuto 87, habiendo dejado su huella en el trascurso del mismo. El francés tuvo un 80% de acierto en el pase, y pese a haber fallado varios, su participación en el juego fue muy importante. Sus pases crearon ocho ocasiones de gol y fueron en todas direcciones. Además el delantero galo cayó a banda e hizo mucho daño a la espalda de Lucas Leiva. Además de toda esa aportación, Benzema marcó el gol de la victoria.

Varane saca nota en sus oposiciones para compañero de Ramos

100% de acierto en el pase de Varane en la salida

El francés lucha con Pepe por un puesto en la zaga, y ante el Liverpool dio un paso al frente para lograrlo. Varane estuvo imperial en defensa, recuperó 10 balones, le ganó siempre la partida a Borini y fue un muro. Además de cumplir con nota en defensa, en ataque lo bordó. Con balón Raphael tuvo alma de pivote, muy seguro en el pase y siendo muy importante en la salida de balón. El francés acabó el partido con 51 pases en sus botas, de los cuales 50 encontraron un compañero como destinatario. El 98% de acierto en el pase que reflejan sus estadísticas no fue perfecto por un solo pase, y en el área contraria. De esta manera Varane fue muy importante en el comienzo de la jugada, no fallando ningún pase, encontrando con facilidad los pies de Kroos y Modric e iniciando la jugada que supuso el gol de Benzema.

Buenos minutos en el regreso de Bale

Nueve de diez en pases y tres disparos a puerta

El galés volvió tras perderse los últimos partidos del equipo. Isco, sus sustituto, ha abierto un debate con sus grandes actuaciones en ausencia de Bale, y este salió enchufado ante el Liverpool. Jugó media hora en sustitución de James y realizó correctamente nueve de los diez pases que intentó. Se movió por la banda derecha, y creó peligro con sus disparos. De los tres disparos uno se estrelló en el larguero, otro lo paró Mignolet y otro de ellos se estrelló en un defensa. Pese a no estar muy activo defendiendo se le vio con ganas y con chispa, creando peligro con sus internadas en velocidad y sus disparos.