La increíble racha de resultados y de juego desplegado por el Real Madrid, ha propiciado que el mundo del fútbol haya llenado de elogios al equipo merengue. El Estadio Santiago Bernabéu, por otra parte, ya cuenta a Isco como uno de los motivos de mayor peso para acudir a ver a los hombres de Carlo Ancelotti, sumándose el de Benalmádena a los ya conocidos. Y por si fuera poco, el delantero francés Karim Benzema atraviesa su mejor época como madridista, lo que le ha hecho ganarse el respeto de aquellos aficionados más escépticos. 

En este mar de calma irrumpe la figura de Gareth Bale, totalmente recuperado de su lesión que le ha mantenido alejado de los terrenos de juego durante tres semanas. Carlo Ancelotti, conocedor de la calidad del galés, volverá a situar al mencionado Bale en su once inicial, relegando al banquillo a algún jugador que atraviese un gran momento de forma. La pareja Modric - Kroos, al igual que la dupla atacante Cristiano - Benzema, son intocables para el técnico italiano, por lo que James Rodríguez e Isco se postulan como candidatos a ceder el puesto en favor del británico.

No resultará fácil para Bale la vuelta a la titularidad, puesto que cualquier atisbo de mal juego o un mínimo bajón de rendimiento por parte del equipo hará que todos los focos señalen al atacante como máximo responsable. El galés, por tanto, tendrá que esforzarse en la parcela defensiva, al igual que han hecho Isco y James, para no romper el ansiado equilibrio buscado por Ancelotti. En lo que respecta al aspecto ofensivo, Bale cuenta con un poder incisivo frente a las defensas rivales mayor que el colombiano o el malagueño.

Por tanto, parece que el otro puesto en el equipo titular se lo disputarán James e Isco. Ambos jugadores han jugado minutos de calidad en lo que va de temporada, y muy especialmente en el último mes. Tanto el colombiano como el malagueño tienen un estilo parecido de juego y han mejorado en sus defectos. Los dos interiores madridistas, apoyados en su gran estado físico, recuperan ahora más balones que a principio de temporada, además de aportar el equilibrio deseado y dar salida al balón.

Sea cual sea la decisión de Ancelotti, es probable que el jugador relegado al banquillo sea la primera sustitución en todos los partidos, convirtiendo al afectado en el conocido 'jugador número doce', algo que, a día de hoy, tendrá un sabor agridulce.