El Castilla deja en ocho la racha de encuentros sin conocer la derrota

El Real Madrid Castilla necesitaba sumar los tres puntos para corroborar las buenas sensaciones de las últimas jornadas y afianzarse en la zona alta de la tabla. Los visitantes, para no caer en el descenso y asentarse en la mitad de la tabla. El partido comenzó descontrolado y fue Narváez el primero en aprovecharse de este descontrol y a punto estuvo de anotar un gran gol a los ocho minutos de juego. Tena consiguió imponerse en el mano a mano con el delantero colombiano.

La polémica llegó pronto a Valdebebas pues una mala cesión de Varela sobre Yañez pudo significar el primer tanto visitante. El guardameta toca a Juan Domínguez levemente y éste se deja caer en el área. El colegiado señaló saque de puerta tras unos segundos en los que en el Alfredo Di Stéfano no se oyó ni un alma. Pese a ello, los visitantes no se vinieron abajo y continuaron buscando llegar rápidamente al área merengue.

Poca efectividad blanca y gol del Real Unión

Los primeros veinte minutos del encuentro estuvieron dominados por el cuadro de Zinedine Zidane. Las ocasiones no pararon de llegar para los locales. Primero Narváez y posteriormente Benavente y Javi Muñoz tuvieron el primer tanto del partido en sus botas. Cuatro ocasiones muy seguidas que parecían vaticinar una sencilla primera parte en el Di Stéfano para un Castilla entregado en ataque.

Pese al gol, las primeras ocasiones fueron de color blanco

Nada más lejos de la realidad. En el minuto 23 el "9" del Real Unión Club iba a enmudecer a las más de 1100 personas que se dieron cita a las 17:00 en Valdebebas. Un gran centro por banda izquierda de Seguín iba a ser perfectamente rematado por Goikoetxea, capitán visitante. Poco o nada pudo hacer el guardameta local Rubén Yáñez, que se lanzó pero no logró interceptar la pelota. 0-1 en el marcador y más de una hora de partido por delante para lograr la remontada y continuar la racha de ocho partidos sin perder.

Los cambios dan vida al Castilla

En el minuto 53, con apenas ocho minutos cumplidos de la segunda mitad, Zidane decidió mover el banquillo e introducir el primer relevo. Medrán dejó su sitio a Jorge Franco Alviz, más conocido como Burgui, y el partido cambió notablemente. Benavente pasó a la mediapunta, posición donde se encuentra más cómodo. Con su velocidad y entrega por banda izquierda fue fundamental en los ataques blancos. Posteriormente entraron al terreno de juego Markkanen y Enzo Zidane en lugar de Narváez y Benavente.

Las acciones ofensivas locales se sucedían, pero el peligro no terminaba de llegar a la portería defendida por Tena. Las incursiones de Álvaro por la derecha y Burgui por la izquierda fueron continuos puñales sobre las bandas de Morcillo y Urkizu, que se vieron obligados en varias ocasiones a pararles con faltas. Los visitantes siguieron fieles a su juego, poco vistoso pero con mucha intensidad. Los balones largos desde la defensa visitante desesperaron a Llorente y Jaime, que sufrieron de lo lindo para pararlos.

Los cambios de Zidane dieron vida y ganas al ataque merengue, pero como ocurrió durante todo el partido, la pólvora merengue estaba mojada. Los últimos quince minutos estuvieron marcados por claras ocasiones locales, especialmente a balón parado, pero sin éxito.

Fin a una racha de ocho encuentros sin perder

Con la derrota frente al Real Unión Club, los merengues ponen fin a una racha de ocho partidos sin conocer la derrota. El filial merengue seguirá en la zona media de la tabla, sin riesgo de entrar en la zona de descenso pero alejándose de su objetivo, los puestos de playoff. Las cosas no salieron a los locales y permanecerán una semana más fuera del ascenso.