Cuando brilla el sol, siempre hay un lugar donde da la sombra. Esto es lo que debe haber pensado James Rodríguez tras su lesión ante el Celta de Vigo. El encuentro transcurría sin muchos sobresaltos; el Madrid mandaba en el marcador y Ronaldo estaba a punto de entrar en la historia de la Liga BBVA batiendo el récord de hat-tricks de Zarra y Di Stéfano. Sin embargo, la sombra de James empañaba el encuentro.

Corría el minuto 52 de encuentro cuando el colombiano se lesionaba. Tras una jugada por la banda se echaba la mano al gemelo derecho y rápidamente solicitaba el cambio, consciente de la gravedad de su lesión. El jugador hacía un gesto con las manos señalando que se había roto para finalmente tenderse en el terreno de juego. Las asistencias tuvieron que sacar al delantero del campo, siendo inmediatamente sustituido por Arbeloa.

No hay parte oficial de la lesión

A pesar de haber transcurrido ya varias horas del final del encuentro, el club no se ha pronunciado sobre la lesión del delantero. Se desconoce el alcance de la lesión del colombiano, que puede oscilar entre un mero susto y perderse el mundialito de clubes que disputará el Real Madrid a partir de la semana que viene. Presumiblemente, mañana se le realizarán las pruebas pertinentes en el hospital Sanitas La Moraleja, que darán a conocer el alcance de la lesión. Si se confirma la lesión muscular, el tiempo de recuperación podría oscilar entre tres y seis semanas.