El Real Madrid afronta el Mundialito de Clubes 2014 en su mejor momento de la temporada y, probablemente, de los últimos años. Carlo Ancelotti ha sabido dar con la tecla adecuada y el conjunto madrileño funciona como una máquina perfectamente engrasada sobre el terreno de juego. Tanto es así que los blancos acumulan 20 victorias consecutivas entre todas las competiciones, una cifra que puede llegar hasta 22 si superan los dos próximos compromisos que afrontarán en Marruecos. Y no sólo es el elevado número de triunfos consecutivos, sino también la forma de lograrlos, con goleadas en la mayoría de ellos.

El conjunto blanco comenzó la temporada con algunas dudas, fruto de las salidas de jugadores importantes y la posterior adaptación de los recién llegados, que desde el primer partido tuvieron que asumir un rol importante en el esquema de juego del técnico de Reggiolo. Así llegaron dos derrotas consecutivas, ante Real Sociedad y Atlético de Madrid, que hicieron saltar las alarmas en el club de Concha Espina, que no terminaba de mostrarse regular durante los 90 minutos y donde se notaba la ausencia de equilibrio, la obsesión del entrenador italiano.

El punto de inflexión

Después llegó el triunfo ante el Basilea por 5-1 y ahí comenzó la excelente racha de juego y resultados que aún está instalada en el Real Madrid. Los blancos han ido despechando rivales con facilidad, sin aparente esfuerzo, pero con un excelente trabajo en el trasfondo de este éxito. La defensa, que encajó gran cantidad de goles en los primeros encuentros, se ha ido asentando en el juego y ha aumentado la confianza, fundamental para que Iker Casillas vuelva a acercarse al nivel que le situó como el mejor portero del mundo.

En el centro del campo, Kroos, Modric, Isco y James Rodríguez han ido marcando el patrón de juego de este Real Madrid, moviéndose por toda la zona media del terreno de juego y colaborando en tareas defensivas y ofensivas a partes iguales. En la línea más adelantada, un insaciable Cristiano Ronaldo (que suma 25 goles en 15 partidos de liga) y el mejor Karim Benzema desde su llegada al club de Concha Espina han sido los finalizadores de los ataques del equipo, con un Gareth Bale al que le está acostando adaptarse al juego de Ancelotti pero que continúa demostrando su pegada en cada partido.

Así, esta excelente racha de victorias ha estado marcada por las continuas goleadas del equipo, que ha llegado a la cita africana con una media cercana a los cuatro goles por encuentro. Sólo en cinco de estos 20 partidos el Real Madrid ha logrado dos goles o menos, lo que da una excelente muestras de la ingente calidad de tantos que alumbran esta racha victoriosa del cuadro madrileño.

Pero no todo son buenas noticias en el conjunto blanco. En los últimos días se ha producido dos lesiones que han dejado desguarnecidos el centro del campo del Real Madrid. Luka Modric sufrió un arrancamiento del tendón proximal del recto femoral izquierdo en el encuentro que disputó con su selección ante Italia, correspondiente a la fase de clasificación para la Eurocopa 2016. El croata era una pieza indispensable para Carlo Ancelotti, que apostó por la calidad de Isco para cubrir la baja del jugador balcánico en el centro del campo.

El equipo siguió funcionando a la perfección con la entrada del malagueño, que se ha convertido en uno de los protagonistas del equipo en esta primera fase de la temporada gracias a su inagotable talento. Sin embargo, el pasado sábado, el Real Madrid volvió a ver cómo uno de sus futbolistas titulares caía lesionado. James Rodríguez sufrió un pinchazo en el gemelo, y parece poco probable que pueda disputar el Mundialito de Clubes, por lo que Asier Illarramendi deberá dar un paso al frente y asumir galones en el conjunto merengue.

Con la única duda de saber cómo funcionará el centro del campo, pero con la buena racha del equipo y la facilidad goleadora que poseen los jugadores más ofensivos, el Real Madrid afronta el Mundialito de Clubes dispuesto a conseguir el título y proclamarse mejor equipo del mundo, un broche perfecto para cerrar un exitoso 2014, que pasará a una de las páginas más brillantes de la historia del Real Madrid.

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