Bale, el crack natural de Cardiff, llegó al Real Madrid procedente del Tottenham Hotspur en el verano de 2013 avalado por una serie de títulos individuales pero especialmente por sus grandes actuaciones no solo en la Premier League sino también en competiciones europeas, destacando su gran eliminatoria frente al Inter de Milán en la Uefa Champions League en la temporada 2010-2011.

Tras unas intensas negociaciones entre los dirigentes de ambos clubes, el galés desembarcaría en la capital de España a principios del mes de septiembre. Ese mismo mes y sin apenas tiempo para la pretemporada, debutaría con el equipo de Carlo Ancelotti en el Madrigal frente al Villarreal; en ese mismo partido el internacional estrenó su casillero como jugador madridista consiguiendo el gol que permitió al equipo merengue llevarse un empate.

Durante el resto de la temporada Bale disputó cuarenta y cuatro partidos con el Real Madrid consiguiendo veintidós goles y una media de 0.5 goles por partido. Entre estos veintidós goles destacan especialmente dos, el primero fue el anotado en la final de la Copa del Rey frente al FC Barcelona, el que sería decisivo para que el Real Madrid se alzara con el título; el gol fue una auténtica muestra del poderío físico de Gareth Bale, quien se recorrió más de medio campo, ganando en carrera a Bartra cuando éste tenía ventaja, para terminar batiendo a Pinto. El segundo tanto fue el conseguido en la final de la Uefa Champions League, tras el gol del empate en el último momento de Sergio Ramos, se pasó a la prórroga; el extremo galés, fue el encargado de romper la igualdad en el marcador marcando el segundo gol para el Real Madrid que terminó de fulminar al Atlético de Madrid.

En el verano de 2014, el jugador madridista, al no disputar el Mundial de Brasil, pudo prepararse por completo en la pretemporada del club merengue, cosa que no pudo realizar el año anterior con motivo de las largas negociones de su fichaje. Salieron a la luz imágenes del cambio físico que había experimentado el jugador durante dicha pretemporada y se preveía una gran temporada, al igual que ocurriera con su compañero Luka Modric, también procedente del Tottenham Hotspur y en las mismas circunstancias, quien en su primera camapaña como madridista fue importante para el club pero ya en su segunda temporada se convirtió en uno de los pilares del equipo.

Con la ausencia de los internacionales que habían disputado el Mundial de Brasil, el galés se convirtió en la referencia del Real Madrid. El conjunto madridista no conseguía buenos resultados pero Bale dejaba buenas sensaciones y grandes detalles.

En el inicio de la temporada 2014-2015 el Real Madrid no terminaba de convencer con su juego y sus dos derrotas ligueras frente a la Real Sociedad en Anoeta y en el Santiago Bernabéu ante el Atlético de Madrid cuestionaron el planteamiento del técnico Carlo Ancelotti y por supuesto de los jugadores. Fue entonces cuando el Real Madrid cambió el rumbo de la temporada y empezó una racha que continua hasta hoy, en el que no solo vence sino también convence.

Durante lo que va de temporada, para el Real Madrid han destacado jugadores como Sergio Ramos, Isco, James Rodríguez, Benzema y por supuesto, Cristiano Ronaldo; en cambio Bale, a pesar de los siete goles que suma esta temporada, no termina de aparecer y resultar decisivo tal y como se le esperaba en esta segunda campaña como jugador blanco. El extremo madridista volvió tocado tras un parón por selecciones, lo que le hizo perderse partidos importantes como por ejemplo el disputado frente al Liverpool y el disputado frente al FC Barcelona. A pesar de ello, el jugador ya se encuentra a las órdenes de Ancelotti desde hace varias jornadas y aunque sigue sin encontrar su mejor juego en el equipo, cuenta con un margen de mejora puesto que queda mucha temporada por delante.