El Balón de Oro que Cristiano Ronaldo ha ganado en la presente edición del premio supone el tercer galardón de este tipo para el ariete luso. A los dos de 2008 con el Manchester United y 2013 con el Real Madrid se ha unido el de 2014, su segundo consecutivo. Sin embargo, el galardón no solo le encumbra como el mejor jugador del momento, también como uno de los grandes de la historia. Con este reconocimiento, Ronaldo iguala a Cruyff, Van Basten y Platini con tres Balones de Oro cada uno.

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Cruyff vio premiada la supremacía de su infinita clase en el fútbol mundial bañándose en el oro del balón más famoso del mundo de forma casi consecutiva. En 1971 consiguió su primer Balón de Oro con el Ajax, y dos años después, en 1973, logró un segundo que sería acompañado al curso siguiente con el tercer y definitivo premio, ambos con el FC Barcelona.

Por parte de Platini, hasta la aparición de Messi pudo presumir de ser el único jugador que había ganado tres Balones de Oro consecutivos, en 1983, 1984 y 1985. Todos ellos los consiguió vistiendo el blanco y el negro de la Juventus de Turín.

En cuanto a Van Basten, el holandés también tuvo al fútbol italiano como trampolín perfecto para ser reconocido como el mejor del mundo. Se proclamó vencedor del premio en 1988, 1989 y 1992, todos ellos como jugador del AC Milan.

Ronaldo ingresa así en un selecto club formado ahora por cuatro integrantes, y deja atrás al grupo de futbolistas con dos Balones de Oro, entre los que se encuentran ilustres como Beckenbauer (1972 y 1976), Keegan (1978 y 1979), Ronaldo Nazario (1997 y 2002), Rummenigge (1980 y 1981) y Di Stéfano (1957 y 1959).

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Por delante ya solo le queda Messi, su gran rival por el trono mundial en un duelo que está marcando una época. El delantero argentino del FC Barcelona es el único que ha ganado cuatro Balones de Oro, y además lo ha hecho de forma consecutiva (2009, 2010, 2011 y 2012). Como el propio Ronaldo ha reconocido en la entrega del premio, "espero no quedarme en esto, espero alcanzar a Messi, pero no me obsesiona". El tiempo dirá quién sigue escribiendo su nombre en las páginas doradas de la historia del balompié.