Cuando el Real Madrid fichó a Gareth Bale la temporada pasada, sabía que se estaba haciendo con los servicios de un jugador llamado a ser el futuro del club. Uno de los mejores del mundo en su posición, y un futurible Balón de Oro. Por eso pagó por él lo que el Tottenham pidió, a pesar de tener ya entre sus filas a Cristiano Ronaldo.

A día de hoy, tras una temporada y media en el equipo, el rendimiento del jugador galés no termina de ser todo lo regular que se esperaba. Gareth no juega en su posición, la banda izquierda, ya que de ella es dueño Cristiano Ronaldo y le cuesta participar en el juego colectivo del equipo. A pesar de ello, sus estadísticas son demoledoras. 14 goles y 7 asistencias esta temporada, y 22 goles y 12 asistencias en la pasada, confirman que es un futbolista excepcional.

Sus estadísticas son demoledoras: 14 goles y 7 asistencias esta temporada, y 22 goles y 12 asistencias en la pasada.

Un jugador decisivo

Además, Bale ha sido fundamental en los títulos ganados por el equipo la temporada pasada. Marcó el segundo gol en la final de la Champions League contra el Atlético de Madrid, el que supuso la ruptura del partido en la prórroga, y dio la victoria al equipo en la final de la Copa del Rey contra el Barça con un gran gol, precedido de una carrera de 50 metros.

La temporada de su debut será recordada principalmente por ese gol. Una jugada que demostró las cualidades que posee el futbolista y su importancia en los partidos decisivos. Un partido que el equipo jugó sin Cristiano Ronaldo, lesionado, tal y como hará en los dos próximos encuentros. Bale apareció en él para tirar del equipo, y tendrá que hacer lo propio en las siguientes jornadas.

Bale acepta el reto

Con la expulsión de Cristiano Ronaldo el pasado sábado en Córdoba, y en una situación límite para el equipo, Bale fue el encargado de echarse el equipo a sus espaldas. Hasta ese momento, el partido del jugador galés había sido muy malo. Desaparecido y, en ocasiones, apático, Gareth no se encontraba cómodo sobre el terreno de juego, ahogado por la buena defensa del equipo blanquiverde. 

Sin embargo, suya fue la jugada que cambió el sino del partido. Provocó la falta, lanzó el libre directo que acabó en penalti por mano de Fede Cartabia, y ejecutó la pena máxima a la perfección. Una acción que otorgó los tres puntos al equipo, en un partido que se había complicado mucho más de lo esperado. Una vez más, Bale salió al rescate.  

Real Sociedad y Sevilla son los próximos compromisos del club y ambos serán sin el "comandante" Cristiano Ronaldo. Es la hora del jugador galés. Bale deberá adquirir galones y erigirse como el "capitán" del equipo. No es una situación nueva para él. Gareth ha demostrado en muchas ocasiones que está sobradamente preparado para ello.